14 septiembre, 2022
La amenaza contra mujeres ocurrió previo a que se consulte a la comunidad de Paredones sobre si quiere o no una planta que producirá amoniaco en la bahía de Ohuira
Texto: Marcos Vizcarra / Revista Espejo
Foto: Luis Brito / Ethos
SINALOA.- Era 11 de septiembre, apenas terminaba la asamblea de consulta a la comunidad de Ohuira, donde 453 integrantes de la comunidad indígena de la Nación Mayo-Yoreme dijo no a la construcción de una planta para producir 2 mil 200 toneladas diarias de amoniaco, cuando sonó el teléfono de Claudia Susana Quintero. Ella contestó y una voz le advirtió: “una de las mujeres de Aquí No va a ser levantada“.
Claudia Susana Quintero es una líder indígena que se convirtió en la asesora principal de Felipe Montaño Valenzuela, gobernador indígena de Ohuira. Es ella quien representa al pueblo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) con el amparo que se concedió para tumbar todos los permisos otorgados por Semarnat a la empresa Gas y Petroquímica de Occidente.
Ese amparo obligó que se realizara una consulta indígena para informar los efectos de construir una planta de producción de amoniaco en las riberas de la bahía de Ohuira, un humedal designado como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar.
“Ya se interpuso la denuncia ante la Fiscalía, pero tememos que ataquen a las mujeres del colectivo que está en contra de la planta. Ya se habían tardado en amenazar, pero nosotros seguimos firmes“, señaló Felipe Montaño Valenzuela en entrevista telefónica.
El colectivo Aquí no está compuesto por activistas, políticos, abogadas, académicos e indígenas de la región costera de Ahome. La organización fue bautizada con el nombre de “Aquí no” en alusión a su protesta contra la instalación de la planta en la bahía.
Desde 2018 ha impulsado amparos en contra de la planta y quienes los encabezan son mujeres, entre ellas Claudia Susana Quintero de Ohuira, Melina Sandoval de Lázaro Cárdenas e Irene Díaz de Paredones.
“Son las líderes visibles, pero hay muchas más mujeres que están en contra”, señaló Montaño Valenzuela.
Solo en la asamblea de consulta del 11 de septiembre participaron 453 personas, de las cuales 245 son mujeres y 208 hombres, quienes en unanimidad votaron en contra.
“Esta lucha es por nuestros hijos, porque quiero que vengan a la bahía y se enloden como nosotros lo hicimos, porque sueño que se nos respeten nuestras tradiciones”, dice Claudia entrevistada frente a la bahía de Ohuira, mientras mira hacia el horizonte y señala hacia donde están las comunidades en lucha. “Vinieron y nos talaron el mangle, nos dividieron las comunidades y ahora quieren que les demos la bienvenida”.
Una semana antes ocurrió lo mismo en Lázaro Cárdenas, donde participaron 320 yoremes, de los cuales 153 eran mujeres.
Aún falta una asamblea para que concluya la consulta indígena organizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas, que eligieron a 15 comunidades para que dieran su opinión sobre el proyecto de Gas y Petroquímica de Occidente.
Entre todas, 11 comunidades ya votaron a favor, pero la mayoría se encuentra fuera de la bahía de Ohuira, donde se prevé la construcción. Hay tres comunidades que ya votaron en contra y falta una por dar su opinión, la de Paredones, donde se prevé un rechazo como ocurrió en Juan José Ríos, Lázaro Cárdenas y Ohuira.
*Esta nota fue realizada por REVISTA ESPEJO, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leerla.
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