Sin los permisos necesarios y con anuencia de las autoridades locales, la plaza Terrazas Arena opera en Santa María Tepepan, Xochimilco. La alcaldía busca revocar un amparo que los pobladores consiguieron para que la construcción presente los documentos correspondientes
Texto y fotografías: Arturo Contreras Camero
La tarde transcurre normal en la plaza Terrazas Arenal. Las parejas entran al cine, algunos niños juegan por los pasillos, musculosos brazos levantan pesas en el gimnasio y en los cafés las charlas siguen despreocupadas. Casi todos los que están aquí ignoran que la plaza no cuenta con los permisos necesarios para operar, y que su construcción tuvo muchas irregularidades.
“Pues sí hay sellos de clausura en la entrada de la plaza, pero la gente sigue viniendo, y nosotros seguimos abriendo”, admite un empleado de una tienda de muebles. Muchos de los sellos están tapados con bolsas de plástico y cinta adhesiva negras, que empatan el color de las paredes en las que están pegados, como para esconderlos de la vista pública.
Desde hace más de seis años algunos vecinos de la colonia Santa María Tepepan luchan para que se detenga la operación de la plaza. Lucharon para detener la construcción por la falta de estudios previos, pero hace tiempo se terminó.
Su victoria más reciente, consideran algunos de ellos, es un amparo del tribunal de lo contencioso y administrativo que obliga a las autoridades y a la plaza llevar a cabo los estudios de impacto ambiental, al uso de suelo, a la vialidad y de consumo de agua que se debieron hacer antes de la construcción del centro comercial, pero nunca se hicieron.
Si los estudios no logran ser satisfactorios, las autoridades deberían suspender la operación de la obra, y, como demandan los vecinos de la Unión Comunitaria por Tepepan, hacer una consulta al pueblo sobre el destino del inmueble.
“Ganamos el amparo, y entonces la alcaldía enfurece de tal manera que sus acciones dejan ver que está de lado de la empresa”, dice Alejandro Ortiz, miembro de la Unión Comunitaria. “(La Alcaldía) Meten un recurso de revisión en contra del Juzgado 10 de Distrito asegurando que los pobladores no tenemos el derecho de demandar nada, porque no hicimos los trámites en 2013 (cuando inicia la obra), sino hasta 2015 (cuando la construcción ya estaba avanzada)”.
Según explica Alejandro, los vecinos reclaman una consulta previa, libre e informada sobre la construcción de la plaza. Muchas de las familias de los habitantes del barrio, un antiguo pueblo engullido por la mancha urbana, han estado aquí por 100 o hasta 150 años, por lo que se consideran pueblo originario.
Además, piden que las autoridades competentes tomen en cuenta las afectaciones que causa la plaza a la comunidad, que son muchas.
“¡Es un plaza ilegal desde que inició!”, exclama José Asunción Flores Venegas, otro de los pobladores de Tepepan. “Los vecinos están afectados. Sus casas están con daños estructurales. Metieron anclas como de 5 u 8 metros que entraron a sus predios por debajo de la tierra. A la fecha no han sido reparados sus daños, no han sido cubiertos, ni económicamente ni con obras”.
Además, los vecinos reclaman el uso de agua de la plaza, que cuenta con varios restaurantes, salones de belleza y gimnasios. Así como el caos que ocasiona en las serpenteantes calles empedradas del poblado, que a lo mucho, cuentan con dos carriles de circulación.
Los vecinos aún están en espera del recurso de revisión de la alcaldía de Xochimilco, para determinar las acciones que tomarán.
Alejandro Ortiz describe esta plaza como una mezcla entre lo kafkiano y lo irrisorio de los hermanos Marx. Y es que a lo largo de los años, los vecinos lograron suspender las obras varias veces, pero no servía de nada.
“Les ponían los sellos, dejaban de trabajar unos días, y poco a poco venían regresando hasta que iniciaban a construir de lleno y de nuevo venían a clausurar la obra. Así la terminaron”, cuenta.
Según los vecinos de la Unión Comunitaria de Tepepan la plaza no tiene manifiesto de uso y ocupación, un documento que entrega el gobierno para acreditar que un inmueble se puede utilizar. Tampoco tiene programa de protección civil, además de que los locales no cuentan con el uso de suelo necesario.
Santa María Tepepan, todo el pueblo, incluida la plaza Terrazas Arenal, está dentro de un polígono de conservación patrimonial, gracias a su plaza central y a la Parroquia de Santa María de la Visitación, una capilla colonial construida sobre un adoratorio prehispánico a la diosa Tonantzin.
“Ahorita la plaza ya está abierta, nosotros hemos estado presionando para que se cierre”, dice casi como un lamento José Asunción. Teme que a este pueblo, donde es raro ver edificios de más de tres pisos, le empiece a pasar lo mismo que a la colonia del Valle, a la Portales o a la Cuauhtémoc, que se han ido llenando de edificios de departamentos y plazas comerciales.
“Este pueblo tiene una tranquilidad muy pocas veces vista en la ciudad. No tiene empresas, ni plazas ni fábricas. Tiene calles muy estrechas. Es por lo que estamos luchando, por mantener esta tranquilidad”.
Pie de Página buscó obtener la postura de la alcaldía de Xochimilco, pero hasta la publicación de esta nota no se obtuvo respuesta favorable de parte del área de Comunicación Social.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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