9 septiembre, 2020
Tras una jornada de protesta y agresiones, los productores lograron retirar a los elementos de la Guardia Nacional de la presa La Boquilla. Los agricultores se oponen a que agua de esa presa sea enviada a otras entidades y a Estados UNidos, como parte del acuerdo internacional
Texto: Adriana Esquivel / Raíchali
Imagen: Especial
CHIHUAHUA.- “Este es el gobierno represor que tenemos, el que decía que el pueblo mandaba”, fue el reclamo que hizo un campesino después de ser rociado con gas lacrimógeno por los efectivos de la Guardia Nacional que tienen bajo custodia la presa La Boquilla, que culminó en la expulsión de los elementos federales.
Los agricultores, productores y habitantes de la región centro-sur del estado advirtieron desde hace tres días que no abandonarían la defensa del agua de Chihuahua, la cual ha sido extraída de varias presas desde que inició el año.
El argumento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es que el recurso se utilizará en el pago del Tratado Internacional de Aguas con Estados Unidos, sin embargo, los líderes de la región han denunciado en varias ocasiones que las cifras no cuadran y consideran que la extracción es irregular.
La fecha límite del gobierno mexicano para cumplir con la cantidad de agua establecida en el acuerdo internacional es el 24 de octubre.
La defensa del agua ha derivado en varias agresiones entre agricultores y efectivos de la Guardia Nacional. Incluso, desató la quema de vehículos del delegado federal de los programas de Bienestar en la entidad, Juan Carlos Loera.
Según cifras de los productores, en los primeros meses del año se entregaron 130 millones de metros cúbicos de las presas. A esa cantidad se suman 75 millones más de junio al 20 de julio, de los cuales, únicamente 27 millones se entregaron al pago del tratado, por lo que han cuestionado ¿En dónde está el resto del agua?
El gobierno federal ha repetido en distintas ocasiones que los pobladores de Chihuahua tienen garantizado el abasto de agua para el ciclo agrícola.
En al menos tres ocasiones, el gobierno del estado dio a conocer que había acuerdos con la federación para frenar la extracción y trasvase del agua de las presas El Granero, Las Vírgenes y la Boquilla, los cuales fueron incumplidos.
También realizaron un plantón que emprendieron hombres y mujeres afuera del Palacio de Gobierno para pedir el apoyo del gobernador Javier Corral, movimiento que fue desalojado la madrugada del 24 de agosto por antimotines y agentes de la policía estatal.
Esta semana, la preocupación de los productores regresó con la apertura de las válvulas de la presa La Boquilla y el aumento de extracción de 51 a 81 metros cúbicos por segundo, por lo que convocaron a un nuevo movimiento de defensa.
“Que venga el presidente y nos cuente. No somos cuatro chícharos, no estamos para politiquerías, se están llevando nuestra agua”, reclamó Salvador Alcántar, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego del Estado de Chihuahua (AURECH), al iniciar una caravana pacífica de Delicias a La Boquilla.
En el municipio de Villa Ahumada, varias personas se sumaron al apoyo a los productores con el cierre de la carretera en ambos sentidos, lo que estranguló el tráfico a los vehículos de carga que se dirige a Ciudad Juárez.
Armados con palos, piedras y banderas, los productores llegaron a la Boquilla y pidieron hablar con el encargado, a quien dieron un ultimátum de 10 minutos para retirarse o, de lo contrario, ingresarían a cerrar las válvulas.
El plazo se cumplió y, al intentar abrir los candados, los más de mil efectivos de la Guardia Nacional comenzaron a rociar con gas lacrimógeno a los hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas que estaban en el lugar.
En menos de 10 minutos, los efectivos llenaron de gas los alrededores de la presa, lo que afectó tanto a los manifestantes como a las personas que viven cerca del lugar, por la cantidad de gas que rociaron. También reportaron incendios de palmeras provocados por las balas de gas.
Pero la jornada terminó como pocos lo esperaban: poco antes de las 16:00, los productores lograron ingresar a la presa, les quitaron los escudos a los efectivos, quienes se retiraron de la presa.
En señal de victoria, los agricultores tocaron las campanas del pueblo y entonaron el himno nacional mientras los efectivos, varios de ellos molestos y con lesiones, se retiraban del lugar.
Este trabajo fue realizado por el equipo de RAÍCHALI. Lo reproducimos con su autorización, como parte de una alianza de medios. Aquí puedes consultar la publicación original.
Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona