Personas indígenas de Guerrero poblaron barrios históricos en Acapulco durante el boom del turismo. El autor relata cómo para hacer frente a la discriminación y el abuso de trabajadores del Ayuntamiento, los migrantes indígenas han creado diversas organizaciones
Twitter: @KauSirenio
La migración de indígenas llegó a Acapulco a principios de los años sesenta, en la época de oro del puerto, y el empuje de la construcción de hoteles en la populosa Costera Miguel Alemán. La falta de servicios en las comunidades de origen como escuelas, centros de salud, agua potable, drenaje y empleos generó movilidad del campo a la ciudad.
Hombres y mujeres indígenas dejaron el campo para insertarse en la construcción de hoteles y viviendas de interés social en la colonia Alta Progreso e Infonavit; les siguieron las mujeres, quienes se emplearon en casas en el trabajo doméstico. Ya con el boom del turismo se asomaron los artesanos; y a todos ellos, siguieron los maestros bilingües para fundar escuelas primarias indígenas con el fin de fortalecer la lengua materna.
Las primeras mujeres indígenas que llegaron a Acapulco se emplearon de niñeras o limpieza en las casas de los ricachones, en muchos de los casos no recibían su salario porque los empleadores se excusaban en que las muchachas no saben cocinar ni limpiar las casas. Otras mujeres no corrieron con la misma suerte, por no hablar español, los contratantes les sembraban alhajas en las maletas para luego acusarlas de robo y terminaban en la cárcel de Acapulco.
Así poblaron los barrios históricos como La Guinea, La Lima, La Pinzona y El Manzanillo; y en las colonias Chinameca, Hermenegildo Galeana, La Base, Ciudad Renacimiento, La Sabana, Nueva Generación, Ampliación Unidos por Guerrero, Sinaí, Jacaranda, Izazaga, la Frontera, Alborada 19, Colosio, La Venta, La Parota y La Libertad. En El Treinta, El Bejuco, Tres Palos, 10 de Abril, San Pedro las Playas, Puerto Marqués, San Martín El Jovero y Los Órganos de Juan R. Escudero.
Los nahuas en su mayoría trabajan las artesanías y venden gelatinas en la playa del puerto; los Ñom’da nankue elaboran blusas y manteles a mano que ofrecen en la Costera Miguel Alemán; Mientras que las mujeres ñuu savi venden frutas, verduras, raspados y paletas en las principales calles, los hombres trabajan en la construcción; y los me’pha son jardineros o se emplean en los viveros de ornatos que inundan las poblaciones de las comunidades de Tres Palos, San Pedro las Playas y El Bejuco.
Los comerciantes indígenas eran hostigados por la policía municipal de Acapulco, por vender en vías públicas sin el permiso del Ayuntamiento. Las detenciones arbitrarias en contra de los vendedores ambulantes en la playa los llevó a organizarse en varios frentes, por un lado, demandar servicios públicos para las colonias populares, y por el otro, cese al hostigamiento policiaco.
Para hacer frente a problemas como la discriminación y el abuso de trabajadores de vías públicas del Ayuntamiento de Acapulco, se organizaron. A partir de esa organización fundaron escuelas primarias bilingües para que sus hijos puedan recibir clases en su lengua materna sin que nadie los menosprecie.
Así nacieron organizaciones como: Unión de Indígenas Radicados de Acapulco (UIRA), Federación de Artesanos y Comerciantes Indígenas del estado de Guerrero (FACIEG), Fondo para Indígenas Migrantes de Acapulco (FIMA), Coordinadora de Indígenas Radicados en el Municipio de Acapulco (CIRMA) y la Unión de Vendedores de Grupos Étnicos (UVGE).
La organización que logró mayor penetración entre los migrantes fue la UIRA, conformada por profesores y universitarios indígenas, al grado de que, en 2002, los migrantes plantearon a los candidatos a la presidencia municipal de Acapulco la creación de una Dirección de Asuntos Indígenas para atender las problemáticas educativas y de salud en las colonias indígenas.
Los migrantes indígenas vienen del Alto Balsas (nahuas), Copalillo, Zitlala y Chilapa; los ñuu savi de los municipios de Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Xalpatlahuac, Atlamajalcingo del Monte, Copanatoyac, Tlapa, San Luis Acatlán, Ayutla e Igualapa; mientras que los me’phaa migraron de Malinaltepec, Tlacopa, Iliatenco, Acatepec y Zapotitlán. Y los ñom’daa nankue provienen de los municipios de Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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