A Virgilio lo acusan de asesinar a un policía de Estados Unidos porque no entendió lo que le decían. En realidad, el único delito de Virgilio fue ser jornalero, migrante y no hablar inglés
Por Kau Sirenio / @kausirenio
El 19 de mayo, Virgilio Aguilar Méndez caminaba por la calle de Jacksonville, Florida, mientras platicaba con su papá vía telefónica. En ese momento, el sargento del condado de St. Johns, Michael Paul Kunovich, le marcó el alto por considerarlo «sospechoso».
Como Aguilar Méndez no se detuvo cuando Kunovich le marcó el alto porque no entendía el inglés, entonces el policía le preguntó a gritos qué hacía y dónde vivía.
Con un español forzado, Aguilar dijo que trabajaba en el campo agrícola. Después, se disculpó con el agente policiaco y señaló el hotel donde se estaba quedando.
Virgilio nació en Guatemala hace 19 años, en su seno familiar se formó con la lengua mam, una variante del maya guatemalteco que heredó de sus papás. A los 18 años llegó a Estados Unidos como inmigrante irregular y trabajaba en los campos agrícolas de Florida.
En los pocos meses que trabajó de jornalero cortaba sandías y otros frutos, es por eso que portaba una navaja cuando fue detenido. Ese día, el sargento Michael Paul Kunovich lo sometió con descargas de pistolas eléctricas.
Con su español golpeado, el guatemalteco repitió en repetidas ocasiones que no entiende el inglés: “Sorry, sorry” pero nadie le escuchó. Sin embargo, el sargento Paul Kunovich se desvaneció de un paro cardiaco cuando aún mantenía sometido al jornalero.
A pesar que la muerte del policía fue natural, a Virgilio lo acusan de homicidio involuntario agravado y resistencia al arresto; por estos cargos, el inmigrante no alcanza fianza y podría alcanzar una pena de 30 año de cárcel o cadena perpetua.
El caso de Aguilar Méndez generó reacciones en organizaciones comunitarias como la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, y en la directora ejecutiva de Comunidades indígena en Liderazgo, Odilia Romero Hernández.
“No debemos culpar por esa muerte a este joven que fue blanco de fuerza excesiva por parte de la policía y tácticas de grupo por parte de otros agentes que llegaron al lugar», reclamó en un comunicado el presidente del LULAC, Domingo García.
“Virgilio no habla inglés, él estaba hablando con su papá por teléfono a Guatemala cuando fue detenido por la policía que lo agredió y luego lo acusó de homicidio; a pesar de que el forense médico dijo que es una cuestión de salud y que el policía venía con antecedentes médicos” señaló Odilia Romero.
La activista zapoteca dice que es una injusticia la detención de Aguilar Méndez porque no contó con un intérprete en su lengua materna: “Él es mam y no le dieron intérprete cuando lo detuvieron y se realizó la investigación, fue hasta el 22 de diciembre que dijeron que no era competente para entender la situación en la que estaba”.
Agrega: “Obvio que no iba a ser competente porque no le dieron un intérprete en su lengua en su variante y si se lo dieron no eran alguien capacitado para hacerlo por eso él no puede declarar en Estados Unidos que es culpable o decir que es o inocente o no contestar porque no tuvo intérprete”.
En la audiencia del 22 de diciembre el juez R. Lee Smith ordenó que el jornalero se cometa a tratamiento y observación en un centro adecuado “para determinar si tiene capacidad de aprender lo suficiente para ir a juicio”.
A pesar de que en esa diligencia el juzgador escuchó las conclusiones de la psicóloga forense Yenys Castillo y la neuropsicóloga Yolanda León, ambas coincidieron que es difícil comunicarse con Aguilar Méndez porque un idioma muy distinto al mam e incluso tiene problemas con el español” dio a conocer The Florida Times-Union.
El Juez determinó que Virgilio tiene que recibir atención de salud conductual (SMA Healthecare) en la cárcel del condado de Volusia y tomar medicamentos psiquiátricos.
El obrero agrícola enfrenta además por este caso, una orden de detención por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), por la nueva ley antiinmigrante SB-1718 de Florida, que coloca a los hispanos como criminales e indeseables en ese estado peninsular.
El caso del guatemalteco, Virgilio Aguilar Méndez no es un hecho aislado, porque los connacionales han son victimas de este proceso judicial criminal de Estados Unidos, muchos de ellos después de incriminarlos los deportan y lo estigmatizan como delincuentes.
¿Pero, cómo vas a cuestionar esta justicia antiinmigrante?, si en México repetimos las mismas condutas con los migrantes haitianos y centroamericanos, en todos los módulos del Instituto Nacional de Migración (INM) no hay intérpretes capacitados para asistir a las personas que solicitan asilo en el país.
Para terminar con estas prácticas en México y Estados Unidos tenemos que cuestionar los abusos de INM cuando somos testigos de violaciones graves de los derechos humanos en contra de los migrantes, sobre todo la falta de intérpretes en los hospitales y juzgado en México.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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