6 febrero, 2020
Seis años después de la desaparición y el asesinato del periodista Gregorio Jiménez, en Coatzacoalcos, Veracruz, los periodistas se han aprendido a cuidar más y a ser más solidarios. Pero la violencia y la impunidad permanecen
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Félix Márquez / Cuartoscuro
Este 5 de febrero se cumplieron 6 años de la desaparición y posterior asesinato del periodista veracruzano Gregorio Jiménez, en Coatzacoalcos, Veracruz. Desde su asesinato, los periodistas de la región se han armado con más herramientas para protegerse. Hoy, tienen más herramientas para actuar ante amenazas de este tipo, conocen más protocolos y tienen mejor preparación, coincidieron dos periodistas de la región.
“Los periodistas ya tenemos más información de cómo cuidarnos. De 2012 que empezaron las muertes en Veracruz a la fecha, una de las cosas que hemos tenido es la capacitación en temas de seguridad, de cobertura, de cómo reaccionar”, asegura Sayda Chiñas, periodista que actualmente es una de las comisionadas para la protección de periodistas del estado.
Al respecto, Ignacio Carvajal, reportero de Coatzacoalcos, coincide. “Yo lo que creo que nos dejó el caso de Goyo, es que hubo un gran aprendizaje de autocuidado. Hay mucha más solidaridad entre los periodistas”.
Hoy el contexto de violencia e impunidad contra periodistas en Veracruz permanece, sin embargo, las formas en cómo se presenta han cambiado. Si bien ahora no existen tantos ataques directos como antes, el hostigamiento legal por parte de miembros del gobierno ha aumentado.
“Cómo han crecido las denuncias por daño moral y también las amenazas de denuncias. Eso también nos hace vulnerables”, continúa Carvajal. “A lo mejor ya no nos matan, pero igual sí nos ponen denuncias para afectarte en tu patrimonio”.
Al respecto, Sayda Chiñas precisa que, a pesar de que las agresiones a periodistas hayan disminuido, eso no significa que en general la seguridad en el estado esté mejorando. “La escalada de la violencia se mantiene”, asegura.
A pesar de que en Veracruz hubo un cambio de gobierno, luego de más de 80 años dejó de gobernar el PRI, esto no frenó las inercias en la propia Fiscalía. “Te puedo decir que la actuación de Fiscalía y de (la Secretaría de) Seguridad Pública se mantienen. Siguen con esa reticencia para actuar en casos de compañeros amenazados”, dice la comisionada Chiñas.
Este tipo de resistencias se notan cuando tienen que designar una investigación sobre algún periodista amenazado o asignar protección a algún reportero en riesgo.
“Con (Jorge) Winkler (el antiguo Fiscal de justicia de la entidad) teníamos que estar presionando mucho”, añade Chiñas. “Hoy (con una nueva Fiscal) las investigaciones de los casos siguen detenidas, no hay avance. Estamos en el mismo nivel de impunidad que hace 5 años”.
Una buena señal es que, a las reuniones del mecanismo de protección a periodistas del estado, la comisión de la que forma parte Sayda Chiñas, ya inicia a acudir una representante de la Fiscalía del estado, algo que nunca había pasado.
Para entender el cambio en el panorama de seguridad para periodistas en el estado, asegura Carvajal, basta con echar una mirada a las cifras de periodistas asesinados. Mientras de 2014 a 2016 hubo entre 3 y 4 informadores asesinados, en 2018 y 2019 la cifra fue de solo uno por año.
En el estado, durante 2019 hubo dos secuestros y eventuales rescates a dos periodistas, el de Marcos Miranda y el de Guillermo García Hernández.
El asesinato de Jorge Celestino Ruíz Vázquez en 2019 se dio bajo un contexto muy parecido al de Goyo, asegura Chiñas. “Era alguien que estaba haciendo trabajo dentro de una pequeña comunidad, y eso te expone, te pone en una situación de mayor peligro. Fue como le pasó a Goyo, era el único que hacía investigación y eso hizo que lo estuvieran observado”.
En el estado, como en el resto del país, desde el cambio de la presidencia, el contexto laboral àra los periodistas ha vuelto su situación más vulnerable. Los recortes en publicidad oficial han significado recortes laborales y reducciones salariales en muchos medios.
“Las condiciones están muy precarias, los gastos de publicidad se lo están ahorrando, y hay muchos medios que están cerrando”, dice al respecto Carvajal, quien además ha observado otro cambio en el ejercicio periodístico:
“Hay un crecimiento exponencial de páginas de internet, de fan pages, que son manejadas no por periodistas, sino por políticos que entran a hacer juego de forma bastante maniquea, o a golpear a los opositores o al gobierno. No son periodistas, pero son los que reciben los recursos”.
Para retratar el panorama, pone un ejemplo: “Cuando estaba goyo, éramos 20 reporteros de la nota roja; ahora somos cinco. En todos lados se volvieron muy poquitos y la gente que llega no está capacitada. A la ciudadanía no le dan información que les ayude a entender lo que ocurre en su entorno”.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona