A Debanhi la buscó su familia, sus amigas y la sociedad nuevoleonesa. Las pistas de su desaparición ponen a la luz las omisiones de una Fiscalía ausente. Ahora las mujeres de todo el país protestan
Texto: Redacción
Fotos: Isabel Briseño y Gabriela Pérez Montiel/Cuartoscuro.com
CIUDAD DE MÉXICO.- El 8 de abril, Debanhi, estudiante de 18 años, asistió con dos amigas a una fiesta en una quinta localizada cerca de las oficinas de la FGR en Escobedo, NL. Esto, sobre la carretera Monterrey-Nuevo Laredo. Durante la madrugada del día 9 de abril, las amigas se fueron y pidieron a un chofer de su confianza que llevara a su casa a Debanhi.
Ahora sabemos que él se llama Juan David N; las amigas lo contrataron fuera de plataformas de servicio; y sabemos también que cuando recogió a Debanhi, una cámara de vigilancia registró que trató de tocarla sin el consentimiento de la joven.
Sabemos que Debanhi se bajó del vehículo que conducía Juan David, a menos de un kilómetro de la fiesta. Se bajó sobre la carretera, a la altura del kilómetro 15.5, un punto situado entre el motel Nueva Castilla, y la empresa de transportes Alcosa. Se trata de una vía carretera, solitaria, salpicada de negocios: el motel de paso, la empresa de trailers, un negocio de renta de carga.
Ahí en el punto donde se bajó, poco antes de las cinco de la mañana, el chofer le tomó una fotografía, la imagen que ahora se ha vuelto icónica: Debanhi, con la falda larga movida por el viento, los tenis convers negros, el cubrebocas puesto, de perfil, parada sobre el estrecho camellón.
A las 6 de la mañana, las amigas hablaron a los padres de Debanhi y les informaron lo siguiente: que habían dejado a su amiga en la fiesta, que enviaron un chofer “de confianza”, pero que Debanhi se había bajado, así que el chofer le tomó la foto.
La desaparición de Debanhi ocurrió en un momento en el que la sociedad nuevoleonesa se hallaba dolida e indignada ya. Pocos días antes, el pasado 3 de abril, María Fernanda Contreras, otra joven de 27 años, había desaparecido mientras viajaba en su auto particular. Se suponía iba a acompañar a un supuesto amigo que quería comprar un auto a una zona industrial del municipio conurbado de Apodaca. Al día siguiente, sus padres denunciaron la desaparición y dieron detalles de la geolocalización del celular de su hija. Su padre pasó días buscando en aquella zona, sin que la policía ayudara.
Finalmente el cuerpo de María Fernanda fue localizado en una vivienda. Las autoridades dejaron ir al principal sospechoso desde el día 4; y no fue detenido sino hasta el 12 de abril, cuando Debanhi se encontraba ya desaparecida.
En el caso de Debanhi, a los pocos días sus padres dieron a conocer que la empresa de transportes internacionales Alcosa proporcionó algunos videos de las cámaras de videovigilancia. En uno de ellos, Debanhi se acerca a la ventanilla de la caseta alrededor de las 4:40 de la mañana, pero no es atendida por nadie –los vigilantes estaban ocupados– así que se aleja.
Los padres de Debanhi acusarían después de que Alcosa no entregó todos los videos, que las imágenes estaban cortadas. Sin embargo, la empresa emitió un comunicado por medio de su apoderado legal, en el que aseguró que entregó todo el material, y que las cámaras sólo graban cuando detectan movimiento, y ese sería el motivo de esos “saltos” en las imágenes.
Durante 13 días decenas de voluntarios se sumaron a peinar la zona de la desaparición. Se acumularon notas de madres e hijas que llevaban comida a los voluntarios, otros hombres y mujeres que buscaron sobre la carretera, sobre las calles aledañas, alguna pista.
Durante esos días, las búsquedas realizadas por ministeriales, autoridades y voluntarios, fueron localizadas cinco jóvenes que habían sido reportadas como desaparecidas. Las notas corrieron y también las versiones de boca en boca y de tuit en tuit. Muchas aseguraron que habían hallado los cuerpos de cinco adolescentes más. Sin embargo, la Comisión Local de Búsqueda de Nuevo León aclaró que las jóvenes se encuentran con vida, localizadas desde el pasado 20 de abril.
Ya no importan aclaraciones, ha quedado en la idea de las personas que en la búsqueda por Debanhi cinco cuerpos de mujeres que nadie buscaba se hallaron en la zona.
En la búsqueda destaca un día: el 15 de abril, cuando por seis horas las autoridades dragaron una alcantarilla localizada en el negocio Oruga Tools, dedicado a la renta de vehículos de carga. Ahora, al ver los hechos ocurridos, cabe preguntarse por qué no dragaron también alcantarillas y cisternas del motel Nueva Castilla.
Dos días antes de que fuera hallada Debanhi, la fiscalía informó al padre que el “taxista seguro”, de nombre Juan David N, trató de tocar a Debanhi cuando ésta se subió al taxi. Esto lo dio a conocer el padre de Debanhi ya cuando sabía que su hija estaba muerta.
“Se sube mi hija Debanhi al taxi de él, antes de aparecer en la foto que todos conocemos. Después de analizarlo, la fiscalía, hay un momento que Juan David extiende la mano hacia los pechos de mi hija”, explicó Mario Escobar.
“Acuso yo públicamente a Juan David [N], de haber detonado todo esto”, dijo .
Un par de días atrás, los propios empleados del motel Nueva Castilla informaron que una alcantarilla desprendía olor a putrefacción. Una alcantarilla muy cerca de la calle y que daba servicio a una alberca que ya no está en uso. Tras unas horas, buzos confirmaron el hallazgo de un cuerpo que llevaba ropa similar a la de Debanhi.
Al darse a conocer la noticia, diversos medios captaron cuando el padre de Debanhi gritaba que ya habían buscado ahí, que habían buscado muchas veces ahí.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
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