El miedo colectivo provocado por la caída de anuncios originó un caos en el Aeropuerto de Cancún. La confusión del accidente con detonaciones de arma de fuego se sumó al rumor de boca en boca y las versiones erróneas de medios de comunicación y redes sociales
Texto: Ricardo Hernández
Foto: Elizabeth Ruiz / Cuartoscuro
QUINTANA ROO.- El estruendo provocado por la caída de tres anuncios publicitarios en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Cancún causó caos entre turistas y también retraso de vuelos.
Al inicio las personas pensaron que el ruido provenía de detonaciones de armas de fuego, lo que causó pánico entre los cientos de turistas que la mañana de este lunes esperaban retornar a sus lugares de origen, en uno de los aeropuertos más concurridos y con más conexiones aéreas del país.
“Yo estaba en el baño cuando oí a la gente gritar, gritaban ‘balazos, balazos, balazos’. Hubo una primera ola, del primer nivel, luego otra de la gente de abajo. Cuando digo ‘ola’ me refiero a estampida. Mucha gente salió, se fue al lado izquierdo del aeropuerto; otra se quedó adentro, boca abajo, porque se bloquearon las puertas. Yo alcancé a salir y me quedé como una hora sin saber qué pasó. El aeropuerto nunca informó nada; las aerolíneas no dieron ‘update’ (actualización)”, narró Krishma Trejo, una turista de 32 años, residente en Estados Unidos, que presenció el momento.
El primer reporte de lo ocurrido lo dio el Centro Operativo de Emergencias del Aeropuerto Internacional de Cancún. Informó que a las 11:23 horas se decretó la alerta nivel 3 por reporte de un incidente, sin aclarar qué tipo de incidente.
Poco después, Lucio Hernández, secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, informó, a través su cuenta de Twitter, que el 911 del C5 había recibido una llamada sobre detonaciones de arma de fuego en el sitio, lo cual causó confusión y reforzó la teoría del uso de armas.
No fue sino hasta las 14:00 horas que la Guardia Nacional (GN), que acudió al aeropuerto para dar respuesta del reporte e inspeccionar el área, confirmó que no fueron balazos, sino la caída de letreros a ras de suelo, derrumbados presumiblemente por un viajero de manera accidental.
Poco después, a las 15:00 horas, Aeropuertos del Sureste (Asur) secundó lo determinado por GN.
“Luego de concluir las investigaciones sobre los eventos reportados se tuvo como resultado que fue una falsa alarma producida por la mala interpretación de algunos usuarios al escuchar un ruido estridente producido por la caída de 3 letreros tipo tótem de aproximadamente 50 kilos cada uno, al ser empujados inadvertidamente por otro usuario que se apresuraba a su puerta de embarque”, se lee en el comunicado.
“Lo anterior provocó la difusión boca a boca de diversas versiones, todas infundadas, ocasionando la activación de los protocolos de emergencia y evacuación de la Terminal 3, con el fin de salvaguardar la integridad y la seguridad de usuarios, trabajadores y aeronaves”, añadió.
Desde que se decretó la alerta por el incidente y hasta las 14:23 horas, las operaciones estuvieron suspendidas. Para este 28 de marzo, de acuerdo con datos de Asur, se tenían programadas 520 operaciones: 262 llegadas –77 nacionales y 185 internacionales– y 258 salidas –76 nacionales y 182 internacionales.
Es precisamente en la Terminal 3 de donde parten los extranjeros hacia los más de 50 destinos ofertados por casi 30 aerolíneas hacia Norteamérica, Europa, Asia, Latinoamérica y El Caribe.
Luego de concluir las investigaciones correspondientes y confirmar la causa del incidente, Asur comunicó que no existió riesgo alguno para las personas y las aeronaves.
Lo único que quedó fue el susto ante la probabilidad de que hubiera ocurrido un ataque armado.
–Todos en Estados Unidos te pasan diciendo que no visites México, que es peligroso. Y ni cómo decirles que no, si sí lo es –dice la viajera Krishma Trejo luego del incidente.
Trejo luego matiza y reconoce que ella suele visitar Cancún cada año y nunca antes se había sentido en riesgo.
–En las veces que he venido, no me ha pasado nada. Hasta eso, Cancún me parece un destino fenomenal –añade.
–Pero supongo que solo conoces la zona hotelera, donde es más seguro, pero no la ciudad, ¿o sí? –se le pregunta.
–Bueeeno, sí, cuando vengo no salgo de la zona hotelera, de mi hotel, porque dicen que ya afuera es peligroso.
El Caribe mexicano se ha tornado cada vez más violento, más letal, donde cada vez con más frecuencia ocurren ejecuciones en puntos turísticos como bares, playas, centros de atracción nocturna, avenidas principales e, incluso, hoteles.
El 21 de enero pasado, un hombre asesinó a dos personas de una banda criminal diferente dentro de las instalaciones del hotel Xcaret, un hecho sin precedentes en el estado.
Días después, el 26 de enero, Federico Mazzoni, gerente del internacionalmente famoso Mamita´s Beach Club, ubicado en Playa del Carmen, fue asesinado a tiros en el baño del atractivo que administraba.
Meses antes, el 4 de noviembre de 2021, un comando armado ejecutó a dos sujetos que se encontraban en las inmediaciones de un hotel de lujo de Puerto Morelos, para luego huir en acuamotos.
También, a finales de octubre del año pasado, una banda que perseguía a miembros activaron sus armas y las balas fueron a dar contra cinco turistas, dos de los cuales murieron en el momento (una proveniente de la India y otra de Alemania).
Estos dos últimos sucesos los recuerda un turista estadounidense presente en el incidente de este lunes de la Terminal 3, quien pide omitir su nombre.
“Me asusté, porque sabía que hace unos meses hubo disparos en Playa del Carmen, en Cancún, también en Tulum, en las playas, donde han muerto turistas”, dice en inglés, apresurado por ingresar a la terminal, una vez que fue reabierta.
La caída de unos anuncios desembocó en estampidas y pánico colectivo, por miedo a que un hecho violento pudiera repetirse.
“Sí, sabemos que en México pasan cosas locas”, dice Ali Amaan, turista de Chicago, que admite haber sentido miedo, por la integridad de él y de su hija que traslada en carriola.
Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona