Este periodista fue un referente en la crítica contra el gobierno de Porfirio Díaz. Entre recetas de cocina, literatura universal y sus posiciones políticas El Diario del Hogar se convirtió en un contrafuerte de la viciada política porfirista.
@ignaciodealba
Filomeno Mata nació en la Hacienda de Carranco, en las cercanías de la capital de San Luis Potosí. La familia, de laboriosos campesinos, logró hacerse de una pequeña fortuna que les permitió comprar mulas y caballos que utilizaban en la arriería. Conducían mercancías y minerales sobre las montañas y desiertos potosinos.
Filomeno fue el segundo de cuatro hermanos. Luis I. Mata, escribió una biografía sobre su padre, donde asegura que Filomeno no era travieso y que era de “una gran formalidad y una seriedad impropia”. Luis I. Mata argumenta que su padre se vio obligado desde muy pequeño a cuidar a su hermano Teodoro, que tenía un tipo de discapacidad.
Pero Teodoro murió a muy corta edad y Filomeno decidió dejar el medio rural para dedicarse a estudiar. Su padre lo encomendó con un sacerdote que le mostró las minucias de la liturgia y le abrió las puertas a la educación. En 1865, Filomeno logró titularse de la Escuela Normal de Maestros. En el magisterio el joven maestro se introdujo en los círculos liberales potosinos, donde también participaban Francisco Bustamante y Benigno Arriaga.
Después de la Intervención Francesa y el fusilamiento de Maximiliano, Mata se dedicó al periodismo, desde ahí se opuso a la reelección de Benito Juárez como presidente. Colaboró en importantes medios de la Ciudad de México, como el Monitor Republicano de Vicente García Torres y La Patria de Irineo Paz. Luis I. Mata expone que su padre fundó y redactó “sin elementos casi siempre y sin vacilar jamás” El Sufragio Libre, El Cascabel, Anuario Universal y El Monitor Tuxtepecano.
El Tuxtepecano apoyó al gobierno de Porfirio Díaz, pero con los años agotó su encantamiento y se propuso como crítico de la dictadura. Para entonces la trayectoria de Filomeno Mata era reconocida por los lectores y por el propio régimen. Pero Díaz trató de doblegar la crítica ofreciéndole un puesto en la abultada burocracia del régimen. Durante un corto periodo el periodista fue encargado del Diario Oficial y de la Imprenta del Supremo Gobierno.
De sus años como funcionario Filomeno logró hacerse de una imprenta propia, ubicada en la calle Donceles #42, en el Centro Histórico de la capital. En ese mismo sitio ahora se encuentra una librería de viejos llamada “El Tomo Suelto”. Cuando fue electo diputado, Filomeno amplió la imprenta y la trasladó a la calle Beltemintas #8 (ahora esta calle se llama Filomeno Mata). En ese sitio ahora se encuentra el Club de Periodistas de México, más distinguido por servil que por crítico.
La imprenta de Filomeno Mata fue una de las más modernas de la época, en el lugar se instaló una caldera de vapor que activaba el movimiento mecánico de las prensas. En México fue la primera imprenta en su tipo. Albergó publicaciones libertarias y anarquista como Regeneración de los hermanos Flores Magón.
El propio Filomeno utilizó las prensas para la creación de un medio propio, en septiembre de 1881, al que puso El Diario del Hogar. Luis I. Mata reconoce que aquel periódico se publicaba “sin ningún apasionamiento por los sucesos políticos”. En sus páginas había recetas de cocina, los lectores se burlaban de la publicación llamándola “el diario de los frijoles”, haciendo sorna del recetario. Pero, sobre todo, los contenidos de la publicación eran literarios.
El Diario del Hogar, según Luis I. Mata era como los periódicos españoles “sobrios y discretos, sin dejar de ser alegres y donairosos”. El periódico, abanderado de la sobriedad se convirtió en un huracán, la tormenta la comenzaron algunos diputados que quisieron hacer modificaciones al artículo séptimo de la constitución, referente a la libertad de expresión.
En 1882 publicó: “los enemigos de las instituciones preparan un atentado más contra los principios democráticos, queriendo herir de muerte la libertad de prensa.
Se ha iniciado en la Cámara de Senadores un proyecto de reformas a la Constitución, que justamente ha alarmado a los pocos escritores libres que hay en el país.
El Senado, esa heterogénea agregación de los residuos de todos los partidos, ese cuartel de los inválidos de la adulación y de la inteligencia, se ha colocado valientemente a la vanguardia del movimiento reaccionario que se siente por todas partes y que está, no reformando, sino deformando la Ley del 57, convirtiéndolo en un monstruoso código de cesarismo clerical”.
También en esos años El Diario del Hogar se desmarca del gobierno de Díaz al criticar las excesivas concesiones de vías férreas que el gobierno da a empresas extranjeras. También señala las adjudicaciones de campos petroleros a monopolios internacionales.
Desde el periódico se criticaron las sucesivas reelecciones de Díaz, desde 1885. El rotativo dejó los recetarios para entrar de lleno a la política. Las inquisiciones judiciales llegaban hasta la casa de Mata, ubicada en la calle de Zarco.
El periódico fue un referente de denuncia del régimen de Díaz. Desde ahí se señalaron arbitrariedades cometidas contra la prensa y el asesinato de periodistas. Incluso se llegó a publicar el retrato de 18 redactores de diversos periódicos oposicionistas, presos en las mazmorras de la capital. Derivado de eso, El Diario del Hogar sufrió un declive económico y hasta los empleados huyeron por miedo a ser perseguidos. Pero a pesar de la censura el periódico siguió con dificultades.
Para 1911 Filomeno ya acumulaba más de 64 encarcelamientos, su hijo relata que cuando salió por última vez de la prisión “su cuerpo estaba completamente agotado. Un reumatismo articular había hecho presa en él, y el hígado y los riñones estaban seriamente afectados”.
Filomeno Mata apoyó la llegada al poder de Francisco I. Madero y murió en julio de 1911. Apenas y alcanzó a atestiguar la caída del régimen que criticó. Madero se refirió así de Filomeno: “El incansable luchador por la causa del pueblo, señor Filomeno Mata, antes de morir, víctima de las injusticias de la Dictadura, tuvo la dicha de ver a su patria libre”.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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