Forensic Architecture, el Equipo Argentino de Antropología Forense y el Centro Pro presentan este jueves Plataforma Ayotzinapa, un proyecto que sistematizó casi 5 mil datos sobre los ataques a los normalistas y los ubicó en el tiempo y en el espacio. Esta plataforma estará a disposición del público para que explore otros ángulos de investigación y conozca las formas en que operaron la desaparición de los estudiantes
Texto: Daniela Rea.
CIUDAD DE MÉXICO.-La evidencia de los crímenes cometidos contra los normalistas de Ayotzinapa, los días 26 y 27 de septiembre del 2014, fue alterada, dañada, destruida o desaparecida, en un intento de las autoridades involucradas y los criminales, para modificar la versión de los hechos, según se detalla en el proyecto Plataforma Ayotzinapa.
Por ejemplo, sobre hechos de ese día, a las 22:15 horas, un soldado dice que tomó entre 4 y 5 fotografías con su celular, que envió un reporte con ellas a su teniente y capitán, aunque el capitán no habla de ello en su declaración. Lo grave de esto es que las fotos no están en el expediente de la PGR y por lo tanto no han podido ser analizadas.
Otra evidencia que fue manejada por Soldados y sufrió algún tipo de alteración o restricción, fue la relacionada con los datos manejados en el C-4. El coordinador de Protección Civil del Estado de la Zona Norte, señala que esa noche Sedena manejó información restringida en el C-4, información que a la fecha no ha sido dada a conocer.
Un ejemplo más que involucra a soldados. El testimonio del teniente M. Capitán C. Quien dice que pidieron ambulancia a la Cruz Roja entre las 00:40 y 00:45 horas, pero este testimonio es contradictorio con otros testimonios que señalan que aún no habían llegado a la clínica a esa hora.
Otro caso de violencia contra la evidencia que se detalla en la Plataforma es la ocurrida el 26 de septiembre a las 23:15 horas: estudiantes fueron perseguidos y atacados a disparos por policías al pasar por la colonia 24 de febrero, pero esta escena del crimen nunca fue procesada, por lo que se perdió esa evidencia.
En el caso de Julio César Mondragón, pese a que la Fiscalía del Estado hizo una nueva consignación, el crimen se siguió tipificando como homicidio doloso, no se incluyó la desaparición forzada, ni la tortura, ni las tentativas de homicidio de las otras víctimas.
En otro caso, dos policías señalan, en su declaración ante la PGR, que no acudieron a la Comandancia de Iguala; el primero dice que fue a casa del subdirector de la Policía Municipal de Cocula, César Nava, el segundo que recibió la orden de ir a Metlapa. La plataforma señala que las declaraciones fueron tomadas con sospecha de tortura y que hay contradicciones en ellas.
Los ejemplos anteriores y varias decenas más, están sistematizadas en el proyecto Plataforma Ayotzinapa, en cuyos registros hay más de 1400 menciones a la violencia contra la evidencia de los crímenes.
La mayor parte de las menciones, 336, refieren que hubo contradicciones en los hechos narrados. La segunda mayor mención, con 322, señala que la toma de alguna de las declaraciones posiblemente fueron cometidas con tortura; en 188 menciones se señala que hubo omisión de la autoridad sobre alguna pista, denuncia o acto; en 127 menciones se habla de que la evidencia fue mal recogida por parte de la autoridad. En el resto de las menciones se señala negativa a dar información, evidencia destruida, mal procesamiento de la escena del crimen o desaparición de información, quema de restos, enterramientos clandestinos o error en la identificación de las víctimas.
La Plataforma Ayotzinapa es un proyecto digital que fue concebido por el colectivo Forensic Architecture, con el equipo Argentino de Antropología Forense y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Se trata de un proyecto que por primera vez, incluidos los trabajos de la justicia mexicana, reconstruye los ataques a los normalistas de manera temporal y geográfica, para analizar los hechos ocurridos entrecruzando testimonios de manera simultánea. Con total acceso al público.
Esta plataforma que se puede consultar en la página www.plataforma-ayotzinapa.org, permite ver el mapa de los hechos, avanzar en ellos a través de una línea de tiempo minuto a minuto, identificar los actores en cada hecho; además permite hacer investigación cruzando distintas variables como personas, acciones, objetos o escenas.
Esta herramienta forense, como le llaman sus creadores, se basa principalmente en los informes del Grupo Internacional de Expertos Independientes y en el libro “Una historia oral de la infamia”, de John Gibler, y en otras investigaciones, videos, publicaciones de medios de comunicación. Toda esta información se utilizó para crear una base de datos de casi 5 mil registros que han sido localizados en tiempo y espacio, y etiquetados de acuerdo a los actores involucrados y al incidente que describen.
El proyecto se presentará este 7 de septiembre para que todo el público pueda consultarlo en línea y realizar investigaciones propias. Consta además de una exposición de éste y otros proyectos de Forensic Architecture, que será instalada en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo.
Según la propia descripción del grupo con base en Londres, son “una agencia de investigación fundada en 2010 por un grupo de arquitectos, artistas, cineastas, periodistas de investigación, científicosy abogados. Actuamos de forma independiente o a petición de juristas internacionales y ONG para investigar la violencia estatal y de las grandes empresas, en particular cuando afecta al entorno arquitectónico. Producimos archivos de pruebas que consisten en elaborar peritajes, maquetas, animaciones, análisis de vídeos y cartografías interactivas, y los presentamos en foros que van desde los medios generalistas hasta las cortes internacionales, comisiones de la verdad y tribunales civiles, pasando por informes sobre el medio ambiente y los derechos humanos”.
Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor y la fuente.
“Este trabajo forma parte del proyecto Pie de Página, realizado por la Red de Periodistas de a Pie. Conoce más del proyecto aquí: https://piedepagina.mx«.
Reportera. Autora del libro “Nadie les pidió perdón”; y coautora del libro La Tropa. Por qué mata un soldado”. Dirigió el documental “No sucumbió la eternidad”. Escribe sobre el impacto social de la violencia y los cuidados. Quería ser marinera.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona