29 enero, 2022
Jessica Atilano entró el 1 de enero al Hospital para un parto por cesárea. Se convulsionó en el quirófano y los médicos le dijeron a la familia que era por covid. Lleva casi un mes intubada…
Texto: Claudia Arriaga
Foto: Cortesía de la familia
MÉRIDA, YUCATÁN.- Jessica Yesenia Atilano Alcocer ingresó el 1 de enero, por una cesárea al Hospital “Lic. Ignacio García Téllez”, T 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ahora lleva 28 días intubada. Su familia asegura que se debe a una negligencia. Horas después de la cirugía convulsionó, pero no la atendieron de inmediato. Cuando la estabilizaron sufrió un paro respiratorio y les dijeron que era covid.
Su madre, la señora María Eugenia Alcocer Arcila no comprende porque los médicos no le hicieron la prueba antes de entrar al quirófano. Incluso, después de recibir la noticia, ella se hizo una PCR y salió negativa. Le parece irreal, ya que pasó la noche con su hija en el hospital y la ayudó a prepararse para ingresar al quirófano.
Al pedir información sobre este caso, el área de comunicación social del IMSS en Yucatán sólo se limitó a informar que Jessica fue atendida en tiempo y forma.
Jessica tiene problemas neurológicos. Por ese motivo se programó la cesárea. Querían evitar que el dolor de las contracciones desencadene convulsiones.
Entre a ver a mi hija y ví que su lengua se iba para atrás, apretaba mi mano y me decía ya, luego se dormía y volvía a ocurrir; me dijo que le estaba dando una convulsión. Se lo dije a las enfermeras y me respondieron que estaba despertando de la anestesia, que era normal y que lo pasan todas. Le expliqué que no era por dolor, que ni se agarraba la panza, pero siguieron platicando”, explicó la señora María.
Desesperada por ser ignorada, María grabó las convulsiones y le envió el video al neurólogo particular de Jessica. Él le pidió que busque a la médica tratante para que le aplique el medicamento que le recetó. Fue hasta ese momento que el personal empezó a movilizarse.
“El internista me dijo que la metería a terapia intensiva para controlarla y empezaron a buscar un medicamento para tranquilizarla. ¡No había en todo el Seguro! La lograron estabilizar y de pronto le dio un paro respiratorio, yo empecé a gritar, sentía que se moría mi hija. Me encerraron en la oficina de la jefa de enfermeras”, relató con tristeza.
A María le dijeron que lograron estabilizarla y que regresará al día siguiente. Horas más tarde recibieron una llamada, le pidieron ir de nuevo al hospital. Esa noche, un médico les dio la noticia de que su hija estaba intubada y en terapia intensiva.
La mañana siguiente que acudió a verla le dijeron que no podía ingresar, que su hija tenía covid y que la trasladarían a un hospital privado porque no tenían un área especial para atenderla.
Así llegaron al tercer día esperando noticias de ella. Su esposo Juan Carlos Lezama se acercó a preguntar porque en los dos primeros informes del día -10 de la mañana y 1 de la tarde- no les dieron el parte médico de Jessica. Nunca imaginó que la trasladaron de clínica sin avisarles.
Fuimos a las 10 de la noche a pedir informes y pasé a terapia intensiva, solo dijeron de dos pacientes, pregunté por ella y resultó que la trasladaron al Star Médica sin avisarnos cuando trabajo social dijo que lo haría. Nosotros confiamos en que íbamos a ser avisados para saber del traslado y no fue así”, detalló.
La entrega del bebé de Jessica y Carlos fue otra odisea. El pequeño estuvo diez días hospitalizado, debido a que por la incompatibilidad de sangre con su mamá presentó ictericia infantil. Al pasar ese periodo de tiempo no querían entregárselo a su abuela María Eugenia, pese a que su papá manifestó al personal médico, que por motivos de salud no podía ir por el pequeño.
El miércoles 21 de enero, Jessica fue trasladada del hospital privado Star Médica al Hospital “Lic. Ignacio García Téllez”, T 1 del IMSS, donde fue atendida inicialmente. Y el jueves, fue sometida a una traqueotomía, cuyo fin es retirar el tubo del respirador de la boca y ponerlo por medio de un corte por el cuello. La operación se realiza a pacientes que llevan más de 20 días intubados.
Continúa el cuadro infeccioso y sigue con antibióticos, se le retiró la sonda que tenía en la nariz y se le colocó por la boca. Según informó su esposo Juan Carlos el punto más crítico son sus pulmones, que siguen requiriendo 70 por ciento de oxígeno para que la oxigenación se mantenga en 98 por ciento.
La preocupación del esposo de Jessica es que él tiene un empleo temporal y teme quedarse sin Seguro Social, y dejar sin atención médica a Jessica y su bebé.
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