21 diciembre, 2021
En Puebla hay seis lagos, entre ellos Alchichica, donde existen estromatolitos, formaciones rocosas orgánicas vivientes similares a las que dieron origen a la vida en la tierra; sin embargo, su preservación es casi nula y su existencia peligra por la falta de agua
Texto: Aranzazú Ayala Martínez / @aranhera
Foto: Olga Valeria Hernández
PUEBLA.- Alchichica es como un cráter salido de la nada lleno de agua cristalina en medio de un árido desierto frío. En la región de Libres-Oriental, en los límites entre Puebla y Veracruz, el impresionante lago está rodeado por unas estructuras orgánicas, como rocas porosas, llamadas estromatolitos.
Este cuerpo de agua es casi único en su tipo. En el mundo hay pocos así —en el estado de Puebla hay seis—, pero su existencia peligra por una serie de factores como la extracción hídrica descontrolada y el cambio climático.
El doctor en Ciencias Javier Alcocer Durand es un investigador de la UNAM con 20 años estudiando el lago de Alchichica. El académico explicó por qué existe un cuerpo de agua tan particular en una zona semidesértica y de clima frío y templado, cerca de Perote.
Estas formaciones se hicieron hace millones de años, cuando el magma incandescente de la tierra ascendió a la superficie; pero en el camino se cruzó con una capa de agua subterránea.
“Lo que sucede normalmente cuando pones a calentar agua es que comienza a aumentar la temperatura y se vaporiza, pero como está bajo de la Tierra, la presión aumenta, como una olla de presión, hasta que llega un momento donde esta es tan grande que se da una explosión y bota la tapa; sale el vapor de agua, gases del magma y es la salida de estos vapores sobrecalentados lo que hace el boquete”, dijo.
Si el agujero que se forma alcanza los mantos freáticos, los reservorios de agua subterránea, el líquido llena el espacio, se forma el lago. Por eso sorprende encontrarse con estos lagos (Alchichica, La Preciosa, Quechulac, Atexcac y Aljojuca en Puebla), con aguas cristalinas y profundas, en medio de lugares desérticos. Alcocer aclaró que el agua que tienen estos lagos no es nueva, sino que viene de la acumulación de miles de años en los mantos freáticos.
Sin embargo, lo más importante que tienen estos lugares son los estromatolitos, formaciones orgánicas de roca porosa, vivientes, donde habitan microorganismos casi iguales a los que dieron origen a la vida en la tierra hace millones de años; Alchichica es de los pocos lugares donde habitan estos microorganismos.
“Son muy importantes porque son los equivalentes modernos de (…) las primeras formas de vida en el planeta. Ahora bien, aquí los encontramos vivos; o sea, son similares a los que dieron origen a la vida en el planeta, pero aquí los tenemos vivitos y coleando”, dijo el especialista.
Y es que Alchichica, explicó el Doctor, sería un equivalente a Parque Jurásico: si pensamos en quienes crecimos admirando a los dinosaurios, investigando todo de ellos, y de repente nos encontramos con el Parque donde están vivos, podríamos decir que Alchichica es algo así, un lugar donde estos microorganismos viven, crecen y se desarrollan.
Un dato curioso, de acuerdo con Alcocer, es que Alchichica dio origen a un proyecto interplanetario: investigaciones recientes descubrieron una estructura muy similar a la del lago con un anillo de estromatolitos a la orilla en Marte, y se especula que el planeta rojo tuvo un cuerpo de agua muy similar al que existe en Puebla.
Pero la riqueza de Alchichica y este grupo de lagos-cráter, conocidos como axalapascos, radica no sólo en estas formaciones, sino en que además de su increíble belleza y rareza, por sí solas hacen un gran servicio ambiental.
Particularmente, Alchichica tiene también especies microendémicas, es decir, que existen sólo en ese lago, como un tipo de ajolote (o ambistoma taylori, la única especie de ajolote que vive en agua salada). Es un sitio que tiene una biodiversidad muy grande concentrada en un cuerpo acuático de apenas dos kilómetros de diámetro.
Un valor que es menos evidente, de acuerdo con el investigador, es que el agua funciona como un amortiguador del cambio climático; además, las estructuras orgánicas que tienen los axalapascos están compuestas de carbonato de calcio y carbonato de magnesio, o sea que toman CO2 de la atmósfera y lo fijan en su estructura, sacándolo de circulación. Esto es importante porque el cambio climático se debe al exceso de emisiones de CO2 a la atmósfera, que retienen la salida de calor del planeta, y por eso estos cuerpos de agua dan un servicio a la propia tierra.
Alchichica también es un punto importante para quienes practican buceo de altura y nadadores extremos, pues es uno de los pocos lagos profundos del país, con 60 metros. Ninguna de estas dos actividades perjudica al lago.
La principal amenaza de la existencia de estos lagos es la falta de recarga de los mantos freáticos. El Doctor Alcocer explicó que al estar rodeados de zonas agrícolas y ganaderas, que cada vez tienen un mayor crecimiento urbano y presencia de industrias, las condiciones para que sigan existiendo los axalapascos peligran.
Esto, porque la fuente principal de agua es subterránea, entonces si se extrae de más y no se recargan las reservas subterráneas, debido a las pocas precipitaciones que tiene ya de por sí esa zona y que se han visto mermadas por el cambio climático, el nivel del agua va bajando. El equipo de la UNAM ya ha comprobado que el nivel general de líquido en Alchichica ha disminuido.
Incluso hay otros dos axalapascos que ya están prácticamente secos: Tepeyahualco y Totolcingo ahora son sólo lagos de temporal, es decir, que están prácticamente secos todo el año porque las reservas de agua se han ido agotando.
Otra amenaza es lo que llega al subsuelo, es decir, si se usan en las zonas agrícolas muchos fertilizantes o plaguicidas, o las aguas residuales llegan directo al subsuelo, las aguas negras y contaminadas pueden eventualmente llegar a los lagos-cráter.
“Este manto entra por un lado y sale por el otro, pero cuando llevas tú fertilizantes, plaguicidas, etcétera, pues vas y los depositas en el agua, esa es una forma como pueden llegar al lago este tipo de contaminantes inorgánicos, orgánicos, microorganismos”.
Alcocer Durand insistió en que el agua es un recurso limitado sobre todo en esa zona, donde hay muy pocas precipitaciones. Aunque hace años hubo una veda para extraer agua, esta pasó a ser una veda controlada y después esto se olvidó.
“Tenemos una dotación de agua en el manto freático que es relativamente grande, pero lo que no se percata la gente es que esa agua se capturó a lo largo de mucho tiempo, estoy hablando de miles y poco más, quizá hasta millones de años, cuando el clima era menos cálido, menos árido, era más lluvioso entonces; entonces fue lloviendo más, se fue percolando y se fue acumulando el agua”.
Como ha crecido el desarrollo agrícola, ganadero e industrial, cada vez se tiene que usar más agua directamente de los mantos freáticos mediante pozos porque hay muy poca agua superficial. Así, cada vez hay más pozos cuyo manejo no está bien controlado pues se dan las concesiones pero no se especifican ni el diámetro ni se regula el volumen de extracción.
“Ahora con el cambio de la agricultura de temporal a agricultura de riego ha incrementado la extracción de agua. Antes los terrenos se regaban en época de lluvias y cosechabas, pero después se implementaron sistemas de riego artificial y puedes obtener dos o tres cosechas al año. Claro, para la economía del sector agrícola es excelente, pero el recurso acuático entra en un déficit muy grande”, explicó.
Cabe destacar que en la región están grandes empresas como criaderos de puercos, pollos y frutillas, las cuales han sido señaladas desde hace al menos tres años por organizaciones de campesinos y ejidatarios de usar tecnologías que alteran el ciclo del agua y evitan las lluvias, y por acaparar agua y extraer más recurso hídrico del que en teoría pueden.
Pese a que el panorama es complicado, todavía hay oportunidad para preservar de manera integral los axalapascos y, en general, el agua. Para el Doctor Alcocer, lo principal es que la gente conozca la importancia de estos lugares y a partir de ahí se apropie de ellos y los defienda.
“Si tienes algo que es único y que además por ser tan único, diferente, y de entrada estéticamente es bellísimo, esto te abre un panorama muy interesante, que es por qué no vamos a hacer uso de este lago, desde el punto de vista que te permita disfrutarlo y conservarlo a la vez”, comentó.
Actualmente él y su equipo de la UNAM están participando en la creación de un Plan de Manejo después de que se designó como Área Natural Protegida la zona que abarca cuatro axalapascos en los llanos de San Juan (Alchichica, Atexcac, Quechulac y La Preciosa), del cual esperan que se desprendan acciones concretas que ayuden a proteger estos espacios y a hacer que su aprovechamiento se dé cuidando el medio ambiente y preservando los cuerpos de agua.
*Esta nota fue realizada por LADO B, integrante de la alianza de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Periodista en constante formación, interesada en cobertura de Derechos Humanos y movimientos sociales. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014
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