Más de 3 mil militares participaron en la conmemoración de la Revolución Mexicana; como ya es costumbre, el Ejército aprovechó la ocasión para refrendar su apoyo al presidente López Obrador

Texto: Kau Sirenio

Fotos: Alexis de la Cruz

CIUDAD DE MÉXICO.- Con el grito de “viva la revolución” el contingente de los pueblos indígenas avanzó en la columna del desfile conmemorativo del 111 aniversario de la Revolución Mexicana. Miembros de la Fuerzas Armadas Mexicana reconstruyen el paisaje del movimiento revolucionario. 

Las actividades conmemorativas del 20 de noviembre empezaron a las diez de la mañana, después de la escenificación de la revolución mexicana, arrancó el desfile cívico militar. Para la organización de la escena revolucionaria y el desfile participaron tres mil militares, entre niñas, niños y civiles. 

Mientras la banda sinfónica de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) interpretó piezas típicas de la época revolucionaria. Mientras se pintaba el mosaico nacional del paisaje históricos de la revolución mexicana. 

El general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, refrendó el compromiso de las fuerzas armadas mexicana al gobierno federal: “En estos tres años, usted ha depositado su confianza en las fuerzas armadas y en la Guardia Nacional para la seguridad, el progreso de México y el bienestar del pueblo. Para nosotros es un timbre de orgullo poder contribuir a la transformación que se está viviendo”. 

Con el grito de los espectadores que gritaban “viva México” desde las gradas que se instaló frente a la catedral metropolitana, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador retomó: “La revolución es la transformación más popular y profunda que se haya registrado en nuestro país. Tomemos en cuenta que desde la Independencia y todo el siglo XIX, la estructura de dominación colonial permaneció prácticamente inalterable. La justicia social no existía ni en el discurso, tampoco la mayoría de la población participaba en la política, actividad que era reservada para las élites liberales o conservadoras”.  

Después de la ceremonia en donde se entregaron condecoraciones, hombres y mujeres vestidos a la usanza de la época del porfirismo, tomaron la plancha del zócalo de la Ciudad de México. A su elenco agregaron el tren 279 que transportó al Centauro del Norte al combate. 

El personal que engrosó la organización de la fiesta revolucionaria fueron de la SEDENA, policía montada, el cuerpo de caballería de la Defensa Rural del Ejército mexicano y el batallón de protección ambiental de la Guardia Nacional.

La escenificación de la gesta revolucionaria cerró con la voz de la cantante María Inés Ochoa, acompañado del corridista Francisco Ocampo Ramírez, el trío y el ensamble folclórico de la Secretaría de la Defensa Nacional y el Mariachi monumental de las Fuerzas Armadas interpretaron corridos populares de la revolución. 

La compañía de danza de la Escuela Nacional de Danza Folclórica del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), la Asociación Mexicana de Charrería y la Federación Mexicana de Charros ofrecieron un espectáculo musical y bailes de la Revolución Mexicana. 

Una hora después de la recreación de escenas de la Revolución Mexicana, dio inició el desfile en el que lucieron caballos y carros alegóricos representativos de los 32 estados que integran la República mexicana.    

Atrás del contingente de caballería del Ejército mexicano desfilaron delegaciones extranjeras, conformado por ejércitos de Ecuador, Argentina, Guatemala, Italia, Perú y República Dominicana.

Personajes representativos de la Revolución Mexicana, como Álvaro Obregón, Pablo González Garza, Pánfilo Natera, Francisco Villa y Emiliano Zapata recorrió del zócalo de la Ciudad de México a Campos Martes: empezó por 5 de mayo, José María Pino Suárez, el Eje Central Lázaro Cárdenas, Juárez y Paseo de la Reforma. 

El contexto social de México se dibujó con la presencia de los pueblos indígenas que avanzaron con sus trajes típicos y las consignas de siempre, “Zapata vive la lucha sigue”. Los pueblos: Otomí de Estado de México, Hidalgo y Querétaro; los Ñuu Savi (Mixtecos) de Guerrero; los nahuas de Morelos; los Yoremes de Sinaloa; y los Yaquis de Sonora. 

El general de División, Juan Arturo Cordero Gómez, comandante de desfile solicitó al comandante supremo de la Fuerza Armada, Andrés Manuel López Obrador solicitó autorización para iniciar con el desfile conmemorativo por el 111 aniversario de la Revolución mexicana. Después de hora y media el mismo comandante rindió partes de novedades.