Si un extranjero visitara México en los próximos días, seguramente se preguntaría: ¿por qué los simpatizantes del presidente están juntando firmas para revocarle el mandato… y por qué sus opositores y detractores no?
Twitter: @chamanesco
Este lunes, 1 de noviembre, comienza el periodo de recolección de firmas en apoyo del proceso de revocación de mandato, un ejercicio de democracia directa previsto en la Constitución para que la ciudadanía pueda remover a un presidente electo democráticamente ante la pérdida de confianza en su gestión.
Además de lo inédito de este ejercicio, que por primera vez se llevaría a cabo en México, llama la atención que quienes lo están promoviendo no sean los críticos, opositores y detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino sus simpatizantes.
Y, por si fuera poco, la orden de promover esta consulta viene directamente del propio presidente, empeñado en que el pueblo lo confirme para seguir gobernando hasta 2024.
Es por ello que, forzando una interpretación del artículo 35 constitucional, los dirigentes de MORENA han dejado de hablar de “revocación de mandato”, y han iniciado una campaña en pro de la “ratificación de mandato”.
Según pudo verse en la discusión que tuvieron los representantes de los partidos el pasado viernes en el Consejo General del INE, esto no es sólo una simple cuestión semántica.
MORENA y López Obrador quieren que millones de personas salgan a votar en marzo del 2022 para refrendar su triunfo de 2018, movilizar a su gente y mantener activos los engranes de la maquinaria electoral que han venido construyendo en lo que va del sexenio.
Su argumento es que “el pueblo pone, el pueblo quita… y el pueblo ratifica”.
La oposición (PAN, PRI y PRD) tomaron la decisión de hacerle el vacío al proceso y se preparan para inhibir la participación de la ciudadanía en un ejercicio que consideran propagandístico, absurdo, ilógico… y muy caro.
De acuerdo con las estimaciones del INE, para que la Revocación de Mandato pueda llevarse a cabo con toda la formalidad, legalidad, amplitud, rigor técnico y certeza de un proceso electoral ordinario, se requiere un gasto de más de 3 mil 800 millones de pesos.
Millones de pesos del erario que han comenzado a gastarse, aún antes de que se sepa si los promotores reunirán las firmas necesarias para que pueda convocarse la Revocación de Mandato, pues muchas de las actividades necesarias para instalar 160 mil urnas en marzo, imprimir más de 93 millones de boletas y capacitar a miles de funcionarios de casilla requieren iniciarse con antelación.
De acuerdo con el INE, ya se han erogado más de 50 millones de pesos en dichos preparativos.
En las próximas semanas, cuando se discuta y apruebe el Presupuesto de Egresos de la Federación, la Cámara de Diputados (con mayoría de Morena y sus aliados) decidirá si aprueba la partida solicitada por el INE para este proceso.
Hoy por hoy, la cuestión es si los promotores registrados y autorizados por el INE para recabar firmas lograrán su cometido: captar al menos 2 millones 758 mil 277 apoyos ciudadanos, equivalentes al 3 por ciento de la Lista Nominal de Electores.
Para ello, más de 24 mil organizaciones y personas físicas se registraron como promotores de la Revocación de Mandato ante el INE, que finalmente otorgó el consentimiento a 22 mil 419 que cumplieron con todos los requisitos. Casi todos los promotores son afines a la 4T, aunque según reportes de prensa, también hay promotores pertenecientes al Frente Nacional Anti-AMLO (FRENA).
En principio, si se hace una simple división, podría decirse que, si cada uno de los 22 mil 419 promotores autorizados captara solamente 123 firmas, se llegaría a la cifra requerida.
Pero las firmas deberán corresponder al 3 por ciento del listado nominal de al menos 17 entidades, por lo que la cantidad de apoyos varía según la población de cada entidad.
Por ejemplificar con las entidades gobernadas por MORENA: en la Ciudad de México, con un padrón de más de 7.5 millones de votantes, se requieren 227 mil 868 firmas; en Veracruz, 176 mil; en Puebla, 139 mil; en Chiapas, 112 mil o en Michoacán, 105 mil; mientras que estados más pequeños requieren menos apoyos, como Campeche, 19 mil 637, o Colima, 16 mil 473 firmas.
Los promotores contarán con un mes y medio para captar los apoyos ciudadanos, ya sea mediante una aplicación electrónica desarrollada por el INE o a través de formatos de papel en 204 municipios de alta marginación.
El uso del papel también ha generado polémica, pues MORENA insiste en que éste se utilice en todo el país para que de manera indistinta sus promotores puedan captar firmas en papel o en la App, y el INE ha argumentado que el método electrónico es más eficiente y seguro, pues garantiza que quien otorgó el apoyo realmente lo hizo de manera voluntaria, consciente y deliberada.
El año pasado, cuando el INE revisó más de 2.7 millones de firmas entregadas en papel por los promotores de la Consulta Popular para el supuesto “juicio a expresidentes”, detectó irregularidades diversas, como la entrega de firmas falsas, duplicadas, involuntarias e incluso 5 mil apoyos correspondientes a personas dadas de baja de la Lista Nominal por defunción.
No son nuevas las artimañas para fingir apoyos ciudadanos a un ejercicio de esta naturaleza, ni exclusivos de un actor político: en 2018, el INE encontró que Margarita Zavala, Jaime Rodríguez “El Bronco” y Armando Ríos Piter trataron de engañar al INE entregando miles de apoyos falsos para registrar sus candidaturas “independientes” a la Presidencia de la República.
El uso de la App, según el INE, disminuiría la oportunidad de fraude y facilitaría el cotejo de los apoyos con el Registro Federal de Electores. Pero MORENA asegura que dicho método excluiría a millones de ciudadanos.
Finalmente, el uso generalizado del papel dependerá de una decisión de la Sala Superior del Tribunal Electoral, que este mismo lunes podría sesionar para resolver el diferendo entre el INE y MORENA.
Por lo pronto, 22 mil 409 personas -casi todas ligadas a MORENA- comenzarán hoy a recolectar las firmas para tratar de cumplir con el requisito constitucional de que la Revocación de Mandato sea solicitada por el 3 por ciento de la ciudadanía registrada en el Listado Nominal.
Si un extranjero visitara México en los próximos días y revisara a detalle este proceso, seguramente se preguntaría: ¿por qué los simpatizantes del presidente están juntando firmas para revocarle el mandato… y por qué sus opositores y detractores no?
Periodista desde 1993. Estudió Comunicación en la UNAM y Periodismo en el Máster de El País. Trabajó en Reforma 25 años como reportero y editor de Enfoque y Revista R. Es maestro en la UNAM y la Ibero. Iba a fundar una banda de rock progresivo, pero el periodismo y la política se interpusieron en el camino. Analista político. Subdirector de información en el medio Animal Político.
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