Este domingo cientos de motociclistas se reunieron para rendir homenaje a las siete personas fallecidas el fin de semana pasado. Bikers proponen más regulación por parte de las autoridades, también piden más conciencia a otros motociclistas
Texto: José Ignacio De Alba
Foto: Rogelio Morales / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Víctor Rangel es aficionado al motociclismo, pero desde hace un par de años él y su shopper de 1600 centímetros cúbicos dejaron de frecuentar la carretera que va de Ciudad de México a Cuernavaca. Cuando se le pregunta por qué, el motero responde que le teme a la imprudencia de otros motociclistas.
El fin de semana pasado un accidente en esa misma carretera dejó siete motociclistas muertos. Algunos videos de ese evento fatal, grabados por los propios aficionados, circularon por las redes sociales. Varias motos deportivas quedaron hechas pedazos, al estrellarse contra un transporte de carga. Pero minutos después, debido a los cierres, otros motociclistas se estrellaron contra coches donde viajaban familias. Según algunos testigos del evento las motocicletas viajaban a exceso de velocidad.
Este domingo cientos de motociclistas se reunieron en la caseta de Tlalpan para rendir homenaje a sus compañeros fallecidos. Para el evento, convocado por redes sociales, asistieron hasta las autoridades. Patrullas de la Guardia Nacional escoltaron las caravanas, también patrullas de tránsito de la Ciudad de México dieron el banderazo de salida.
Al evento también asistieron familiares del accidente fatal del fin de semana pasado. Además, acudieron aficionados del motociclismo, como Leonardo Contreras de 29 años, que se dedica a viajar por el país en motocicleta. Contreras explica que la tarde de este domingo hubo una misa en Tres Marías y se bendijeron varios cascos “la idea fue mostrar que la comunidad de motociclistas es muy grande y que nos apoyamos”.
—¿No te da miedo andar en moto después del accidente del fin de semana pasado?
—No, yo creo que este tipo de accidentes te concientizan.
Víctor Rangel platica que no son raros los percances en esta autopista, frecuentada por muchos vacacionistas. Rangel, de 38 años, explica que la autopista con sus sinuosas curvas es muy atractiva para motociclistas. La calidad de la autopista permite llegar a altas velocidades: “mucha gente va a ponerse a prueba a esta carretera”.
Según las propias autoridades es una de las carreteras con más accidentes en el país. Varios de los choques suceden en un punto medio entre la Ciudad de México y Cuernavaca, un sitio también rodeado por restaurantes.
“Cuando pasas por ahí, hay muchos motociclistas, muchos están tomando, incluso hay gente que están consumiendo drogas, y así circulan”.
Según Rangel cada vez es más fácil adquirir una motocicleta, hay vehículos de bajo costo, incluso hay gente que circula en las autopistas con cilindradas muy bajas y que circulan a velocidades bajas, lo que también provoca accidentes.
“Hay gente que va en motonetas, es una motocicleta que apenas y llega a los 100 kilómetros por hora, un automóvil la puede chocar por atrás”.
—¿En tu experiencia qué medidas se pueden tomar para reducir los accidentes de motos?
—Yo creo que en los accidentes llevan responsabilidad las autoridades y también los motociclistas. Por ejemplo, yo me acuerdo que hubo una temporada en que la Policía Federal era muy estricta con el control de velocidad. Sin embargo, por la cantidad de motocicletas que van cada fin de semana es muy difícil controlar a todos los motociclistas. Yo digo que uno como motociclistas debe ponerse a pensar las consecuencias de manejar a altas velocidad o de ir borracho.
Rangel explica que las motocicletas también pueden ser muy peligrosas porque cualquier persona puede manejarlas, aún sin mucha experiencia.
“Hay gente que aprende a manejar una moto en tres horas, pero eso no significa que tengas las habilidades para ir a altas velocidades te puede llevar años”.
En la mayoría de las entidades del país piden requisitos mínimos para obtener una licencia para conducir motocicletas. En pocos estados, como la Ciudad de México y el Estado de México, se le pide aprobar un curso para poder tener el permiso de conducir.
Rangel también relata que “Otro factor de riesgo que veo es el de querer salir retratados en fotografías. Yo veo muchos de los perfiles de mis amigos y salen haciendo cada maroma sobre la autopista para salir bien en su foto y poderlas subir a las redes sociales”.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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