Álvaro Antonio Rosales Gaddar coordinador de la Asamblea del Pueblo Originario de Xoco fue detenido después de tres días de protestas en contra de las obras que se desarrollan en esa colonia para la construcción del megaproyecto urbano conocido como Mítikah; sin embargo, sus compañeros aseguran que no existe un delito para su detención
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos : Especial
CIUDAD DE MÉXICO.- Álvaro Rosales fue detenido alrededor de las 11:45 de la mañana de este viernes 30 de julio por oponerse a las obras que se realizan en la calle de Real de Mayorazgo, en la colonia Xoco, de la alcaldía Benito Juárez. Estas obras son parte del complejo urbano Mítikah que está construyendo la empresa Fibra UNO. El proyecto, aprobado durante la administración de Miguel Ángel Mancera, es rechazado por los vecinos de Xoco, porque, acusan, no es sostenible.
Cabe recordar que Mítikah es un megaproyecto urbano que integra una torre residencial de lujo de 65 pisos (supuestamente la más alta de Latinoamérica), una plaza comercial, un hospital, una torre de 11 pisos de consultorios médicos así como otras torres residenciales y de oficinas.
El delito que le imputan a Álvaro es por una supuesta “Tentativa de Extorsión”, informó René Rivas Valladares miembro del la Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco. “Ante esta ignominiosa y por demás infame fabricación de delitos, condenamos categóricamente el intento de criminalizar la protesta social; intentar intimidar y amedrentar la organización vecinal por sus acciones de defensa ante los arbitrarios e ilegales despojos de su territorio como Pueblo Originario de Xoco”, expresó en un mensaje. Horas después, Álvaro fue puesto en libertad.
Desde hace tres días diferentes trabajadores comenzaron a excavar pequeños hoyos en la esquina de la calle Real de Mayorazgo con Avenida Universidad. Los vecinos, Álvaro entre ellos, se opusieron. René no sabe si los trabajadores son de la obra o de algún otro tipo de dependencia gubernamental, pero es difícil saberlo:
“Es que no se acreditan, no se apersonan, no se identifican, no están uniformados, no anuncian para qué van a hacer las obras. Por eso Álvaro, integrante de las Comisiones de Participación Comunitaria de la colonia, y bajo esa calidad se acercó a impedir los trabajos, pero hoy llegaron las patrullas, lo esposaron y se lo llevaron”.
René Rivas
“No hay delito qué perseguir”, asegura René Rivas en una entrevista por teléfono. “Habría si fuera un grupo de varias personas, de común acuerdo, procuren impedir la realización de obras públicas o que estén destinadas a un servicio público, mandadas a hacer por autoridad, entonces podría enfrentar de 3 meses a un año a la cárcel”. Sin embargo, ese no es el delito que se le imputa a Álvaro.
La tarde de la detención de Álvaro, la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México emitió un comunicado en el que señala que las obras que se realizan en avenida Universidad y las calles de Real de Mayorazgo y Mayorazgo de la Higuera, corresponden a las medidas de integración urbana establecidas en el 2009 por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Entre ellas se incluye la perforación de un pozo que será administrado por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México y abastecerá a la red de agua potable de la zona; la ampliación de vialidades en Mayorazgo de la Higuera, Puente de Xoco y Real de Mayorazgo; así como la implementación de un paso a desnivel y el establecimiento de un espacio público arbolado en Real de Mayorazgo.
A pesar de que estas obras cuentan como medidas de integración del megaproyecto, los habitantes de la zona consideran que solo beneficiarán al megaproyecto de Mítikah.
Según la Sedema, las autorizaciones en materia ambiental para estas obras han incorporado y contemplan las opiniones y necesidades de las y los habitantes de Xoco, recuperadas a través de un proceso continuo de socialización y consulta con vecinos y representantes de Xoco.
Estos vecinos y representantes con los que la empresa y el gobierno de la Ciudad de México han mantenido procesos de socialización y consulta no son reconocidos por los habitantes de la colonia.
“Es un grupo que mandaron a hacer los de Mítikah junto con el gobierno. Solicitaron a la constructora que generara un concejo vecinal de 15 integrantes, de esos solo 5 son personas que viven en el pueblo de Xoco y los demás son representantes de la constructora. Resulta que empezaron a ser ellos los que decidían el futuro del pueblo, por eso nos levantamos de las mesas de negociación”, cuenta René al respecto.
En el pueblo ya se cuenta con una Comisión de Participación Comunitaria, una Copaco, reglamentada por el Instituto Electoral de la Ciudad de México, además de una asamblea del pueblo, por lo que los vecinos acusan que la empresa y el gobierno crearon ese grupo a modo.
Hace dos años los obreros de Mítikah talaron todos los árboles de Real de Mayorazgo sin los permisos necesarios, en el proceso cortaron más de 56 árboles, por lo que se les impuso una multa millonaria. Desde ese momento, la gente de Xoco se empezó a reunir y a organizar para defenderse en contra de la construcción del proyecto.
A partir de entonces, el gobierno intentó iniciar una mesa de trabajo junto con ellos y la empresa constructora, pero ante la creación de comités vecinales a modo, los vecinos organizados de Xoco se levantaron de la negociación.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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