Para llegar a la elección de autoridades bajo usos y costumbres en Ayutla de los Libres estás comunidades indígenas sobrevivieron al exterminio y acoso del Estado*
Twitter: @kausirenio
Las comunidades indígenas del municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, eligieron a sus autoridades municipales a través del sistema normativo de usos y costumbres el pasado 30 de mayo. Para conseguirlo tuvieron que sobrevivir el exterminio y acoso del estado: primero la Secretaría de Salud (SSA) que esterilizó a 30 na savi; después vino la masacre de 11 campesinos na savi y un estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 7 de junio de 1998.
La violencia en contra de estas comunidades se agudizó desde 1998 cuando el Ejército mexicano incursionó en el Charco, municipio de Ayutla con el pretexto de que en la escuela primaria Caritino Maldonado se encontraba un grupo armado. Lo cierto es que en esa noche estaban en la escuela varios líderes comunitarios y comisarios de las comunidades. Los militares justificaron que eran de un grupo armado.
El 15 de abril de 1998 y el 11 de julio del 2001, 14 hombres Me´phaa (tlapanecos) de El Camalote fueron cooptados por la brigada sanitaria, integrada por el médico general operativo, Ernesto Guzmán León, el promotor médico, Rafael Almazán Solís y la enfermera, Mayra Ramos Benito, quienes prometieron ayudas gubernamentales (una clínica, médico, medicamentos, despensas, ropa, cobijas, vivienda y becas) a cambio de que aceptaran esterilizarse.
No es el único caso. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan documentó otros hechos en las comunidades de La Fátima, Ojo de Agua y Ocotlán. También del municipio de Ayutla de los Libres, otros 16 indígenas na savi (mixtecos) fueron convencidos para practicarse la vasectomía, bajo el mismo método de promesas y engaños.
En febrero y marzo de 2002, soldados del 41 Batallón de Infantería ultrajaron a Inés Fernández Barranca Bejuco y Valentina Rosendo Cantú de Barranca Tecuani, ambas indígena me’phaa. Sus casos llegaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El 13 de febrero de 2009, Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas fueron levantados por tres sujetos con armas largas, quienes llegaron gritando “policía”. Sus cuerpos aparecieron ocho días después con huellas de tortura y tiro de gracia.
Raúl Hernández Abundio fue detenido en un operativo de policías de la Agencia Federal de Investigación el 17 de abril de 2008 y recluido en la cárcel municipal de Ayutla.
A Bernardino García Francisco lo detuvieron soldados del 48 Batallón de Infantería, el 20 de agosto de 2013; después de dos meses también fue aprehendido Arturo Campos Herrera en Chilpancingo. Ambos líderes fundaron la policía comunitaria después de cumplir con las formalidades de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria en la asamblea regional de La Concordia.
Después de El Charco, más de 20 líderes comunitarios han sido asesinados, se ha encarcelado a tres más y 30 fueron esterilizados.
En La Concordia, se hizo la asamblea regional para fundar la policía comunitaria el 20 de diciembre de 2012. Heladio Pedro Morales, dijo en una entrevista con este reportero que desde esa fecha recobraron la seguridad en la región. Que antes, los militares subían cada semana a las comunidades, pero había asaltos y asesinatos a plena luz del día.
Desde que detuvieron a Bernardino y a Arturo, ya no suben, “pero nosotros estamos bien porque hay seguridad que nosotros mismos hemos implementado”, dice entre risas y manoteo mientras sostiene la plática.
Ahora bien, la construcción de un nuevo gobierno avanza, solo que no han logrado romper con las instituciones electorales que les impone la forma de elegir a sus autoridades comunitarias.
La ruta ideal sería que los vecinos de este municipio construyeran su gobierno sin la injerencia de grupos externos en la asamblea comunitaria, como lo es el Instituto Electoral y Participación Ciudadana de Guerrero (IEPC-Gro). Sino que el Concejo de Señores Principales o Concejo de Ancianos para que a partir de ello se defina su identidad cultural y lingüística.
*Este artículo está basado en un reportaje del mismo autor publicado en 2015 con el título Indígenas de Ayutla: en el abandono y hostigados.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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