La muerte del tercer jefe de Estado en un país africano llama la atención sobre el subregistro en ese continente. En Europa ya se extiende la tercera ola dela pandemia, pero miles de personas protestan por nuevos confinamientos. Este es un panorama de lo más relevante de la semana de covid-19 en el mundo
Texto: Tedacción, con informaicón de El País, DW, El confidencial, France24, Infobae, TNT Español, The Lancet
Foto: Facebook
Tanzania despertó este jueves con la muerte de John J. P. Magufuli, su presidente durante los últimos cinco años. Magufuli, de 61 años, murió en Dar es-Salam, capital económica del país, a consecuencia de problemas cardiacos, según informó la vicepresidenta Samia Suluhu, en un mensaje televisado. Durante los últimos 18 días, el mandatario tanzano no había aparecido públicamente, y hace una semana, el líder opositor Tundu Lissu, exiliado en Bélgica, aseguró que Magufuli se había contagiado decovid-19. Desde finales de abril de 2020, Tanzania no publica ninguna cifra oficial de la enfermedad; el registro quedó estancado en 509 contagios y 21 fallecimientos (en un país de más de 60 millones de habitantes), mientras que en junio, Magufuli declaró superada la pandemia en el país gracias a una intervención divina.
Magufuli es el segundo jefe de Estado africano negacionista de covid-19 que muere envuelto en sospechas de covid. El primero fue el burundés Pierre Nkurunziza, quien llegó a declarar que Dios había «despejado el coronavirus del cielo de Burundi». Pero el 8 de junio de 2020, Nkurunziza falleció por un «paro cardiaco», según la versión oficial, aunque medios locales publicaron que habría sido por coronavirus debido a que esposa había dado positivo de covid y en aquel momento recibía atención en un hospital de Nairobi. El registro oficial de Burundi, un país con 12 millones de habitantes, es de 2 mil 563 personas contagiadas y tres fallecimientos.
Pero no sólo han muerto presidentes negacionistas. El 14 de diciembre, el primer ministro de Esuatini (antigua Suazilandia), Ambrose Dlamini, de 52 años, murió tras contraer coronavirus. El primer ministro había sido trasladado el a la vecina Sudáfrica «para acelerar su recuperación». Esuatini es un pequeño país donde se mantiene la última monarquía absoluta de África, y a diferencia de Tanzania y Burundi, si tiene un registro alto de fallecimientos: 569 por cada millón de habitantes.
Europa enfrenta su tercera ola de covid-19. El aumento de los contagios ya tiene a los hospitales al borde del colapso en Francia. Además el viejo continente se enfrenta a las nuevas variantes del coronavirus, mucho más contagiosas que la original.
EnAlemania, el ministro de Salud Jens Spahn advirtió este viernes a la ciudadanía que la tercera ola de contagios por SARS-CoV-2 es una realidad y no será posible detenerla a través de las vacunas. En tanto que el vicepresidente del Instituto Robert Koch, Lars Schaade, dijo que en Semana Santa habrá niveles de infecciones similares a los de Navidad, y que cada vez los pacientes son más jóvenes.
Más de un millar de personas participaron la tarde del sábado en una manifestación en Montreal, Canadá, contra las medidas restrictivas contra covid-19. Al grito de «¡Libertad!», los manifestantes marcharon por las calles de la metrópoli para denunciar las medidas implementadas contra la propagación del virus en Quebec, una de las provincias más afectadas de Canadá.
También hubo protestas en Inglaterra, Alemania y los Países Bajos. En Londres, miles de personas se reunieron en Hyde Park e iniciaron una marcha en Londres. Aunque son prohibidas las manifestaciones por las medidas de covid-19, hubo enfrentamientos ocasionales entre la policía y los manifestantes. Y fueron detenidas 33 personas
¿Las vacunas contra el covid-19 protegen contra la infección o previenen los casos graves de la enfermedad? Esta pregunta ha suscitado numerosos debates entre la comunidad científica en las últimas semanas. Por lo que se sabe hasta ahora, las vacunas ya aprobadas en varios países tienen una buena efectividad en la prevención de cuadros de covid-19 con síntomas. Pero eso no quiere decir que sus beneficios se limiten a esto: la experiencia en el mundo real, en las campañas de inmunización más avanzadas en algunos países, indica que las dosis que se utilizan actualmente traen otros beneficios en la lucha contra la pandemia.
El escritor estadounidense John Hollis, de 54 años, pensó que iba a contraer la covid-19 cuando un amigo con el que compartía casa se infectó y enfermó gravemente en abril de 2020. En julio, Hollis mencionó esa convivencia en una conversación con el médico Lance Liotta, profesor de la Universidad George Mason. Liotta, quien investiga formas de combatir el coronavirus, invitó a Hollis a participar como voluntario en un estudio científico sobre el virus que se estaba desarrollando en la universidad.
Hollis descubrió que no sólo había contraído la covid-19, sino que su cuerpo tenía superanticuerpos que le hacían permanentemente inmune a la enfermedad, es decir, que los virus entraban en su cuerpo, pero no lograban infectar sus células y hacerle enfermar. Los científicos están estudiando estos superanticuerpos de Hollis y de algunos otros pacientes como él con la esperanza de aprender a mejorar las vacunas contra la enfermedad.
La mayoría de las personas que han tenido covid-19 están protegidas para contraerlo nuevamente al menos seis meses. Pero un estudio a gran escala que tomó como base la cepa original del SARS-CoV-2, publicado en The Lancet, muestra que las personas mayores de 65 años son más propensas a tener una reinfección
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