En México, urge hablar de la importancia de los pueblos indígenas en su historia y deconstruir el lenguaje colonizador que se impregnó durante 500 años. El cine contribuye a fortalecer la identidad de las poblaciones indígenas y a reivindicar el uso de su lengua
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El cine puede contribuir a fortalecer la identidad cultural de las poblaciones indígenas y reivindicar el uso de su lengua materna sin que esto se convierta en folclorismo sino que aporte a la construcción de una identidad plurinacional que mucho nos hace falta. Este proceso debe de acompañarse con las escuelas de cine nacional y la formación de cineastas indígenas para que sean ellos los que escriban el guion y dirijan la historia.
En el Coloquio Arte Indígena y dialogo Cultural, La Independencia y la Revolución Mexicana, desde la memoria estética, que se realizó en Pátzcuaro, Michoacán, en el marco del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas 2010, platiqué con Juan Mora Catlett, director de la película Eréndira Ikikunari, en Pátzcuaro, Michoacán quien afirmó que el cine es el espacio ideal para revalorar las lenguas maternas.
Mora Catlett dijo en ese encuentro que las nuevas tecnologías son herramientas que nos va ayudar a reconstruir el pasado de los pueblos indígenas sin que esto se convierta en un lenguaje estereotipados como se ha usado para menospreciar las lenguas y las culturas del México prehispánico. “El rescate de la cultura y fortalecimiento de las lenguas maternas, a través del cine debe de ser un proyecto que los propios indígenas deben de retomar para construir propuesta innovadora en las artes”, lanzó.
Eréndira Ikikunari se estrenó en 2007, es una película de acción que narra episodio de la conquista de México, además dignifica el papel de la mujer que defiende a su pueblo que está acorralado y la invasión de su tierra se armó de valor, para luchar por el decoro de los P’urhépecha. Alma valiente que mueve su espíritu, hasta alcanzar la dignidad y el respeto. La historia contiene materia prima de la tragedia: es una figura importante durante la invasión de los españoles, en la que Juan Mora Catlett recurrió a animaciones inspiradas en códices y lenguaje purépecha, mismo que es manejado por actores michoacanos.
Dos años después que Eréndira Ikikunari fue llevada a la pantalla grande, se estrenó Espiral, un largometraje mexicano del cineasta oaxaqueño Jorge Pérez Solano que narra la historia de dos mujeres que rompen con las tradiciones de su comunidad por la migración. Lo cierto es que esta ópera prima no recurre a las lenguas indígenas, pero al cierre termina con la intervención de Pasatono orquesta, con la pieza Ama Kakui kundui ñuu yui en lengua tu’un savi.
El año pasado Uriel López España estrenó su documental Tu’un Savi en el cual registra la pérdida de la lengua materna de su abuela habla, que sus papás ya no le enseñaron. Retrata uno de los problemas que enfrentan los migrantes en las ciudades, donde los adultos no enseñan su lengua a sus hijos para evitar que sean discriminados.
Del 5 al 14 de este mes se estrenó en el Festival de Cine de Miami Nudo mixteco, que busca obtener el premio Warner Media de Largometraje Iberoamericano. La directora, Ángeles Cruz, expone la lucha de las mujeres indígenas por el derecho al gozo y a la sexualidad en libertad.
Así las cosas, en México, urge hablar de la importancia de los pueblos indígenas en su historia, que tienen que tejer los propios hablantes de lengua materna, para deconstruir el lenguaje colonizador que se impregnó durante 500 años.
Dignificar las culturas de México moderno tienen que partir de las aportaciones de cada cultura como los Mayas, Na savi, Me’phaa, Nahua… Porque en cada lengua y cada nación que conforma este nacionalismo colonizador están los pueblos que durante años han protegido con su propia vida el pasado de lo que ahora son partes.
Si el cine no es capaz de retomar las lenguas maternas para contar la otra historia, corremos el riesgo de volver al folclorismo como la que enarboló la actriz María Elena Velasco Fragossi que solo ridiculizó a los indígenas en sus trilladas películas de la “India María”.
Así como lo dijo Mora Catlett: «No se trata de ridiculizar a los pueblos como lo hizo Mel Gibson, quien en lugar de elevar a los mayas como grandes matemáticos de Mesoamérica, los trató como salvajes, e ignorante, porque en la película lo exhibió como miedoso al eclipse del sol, cuando ellos manejaban a la perfección la astronomía, ya sabían que la tierra giraba alrededor del sol, cuando en Europa mantenían la tesis de que la tierra es plana, que contradicción, el dilema está aquí o fortalecemos la identidad cultural o estereotipamos a los indígenas”.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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