Esta familia de Puebla fue de las primeras en responder al llamado revolucionario de Francisco I. Madero. Las hermanas, Carmen y Natalia ayudaron a derrocar al régimen del dictador Porfirio Díaz. Estos son las primeras mártires de la Revolución Mexicana.
@ignaciodealba
Los hermanos Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo Serdán Alatriste, fueron un pilar de la revolución maderista en Puebla. La familia tenía marcado el destino liberal de sus antepasados. Su padre, Manuel Serdán, ayudó a redactar un documento llamado la Ley del Pueblo, en el que se proponía la repartición de tierras a las clases más humildes. El documento, bastante radical y socialista, nunca se llevó a cabo, pero algo de ese espíritu se conservó en la constitución de 1917.
Más notable aún, fue el abuelo materno, Miguel Cástulo Alatriste Castro, que luchó en la intervención estadounidense (1846), gobernador interino de Puebla (1857), aliado liberal en la Guerra de Reforma (1858), y general en la Intervención Francesa (1862), donde fue capturado después de defender su posición en Izúcar de Matamoros. El republicano fue fusilado por el ejército extranjero. En el paredón dijo a los franceses: ”tiren con valor que muero por mi patria”.
La muerte de Miguel Cástulo, conmocionó hasta al gobierno conservador de Maximiliano quien ofreció a su viuda una pensión vitalicia, Josefa Cuesta de Alatriste rechazó la ayuda, en una carta: “personalmente, estimo y agradezco tan patentemente el honor que me concede usted, señor emperador, pero como mexicana permítame que lo decline”. La viuda se rehusó a recibir una pensión de un mal gobierno.
Los nietos del prominente liberal, se enfrentaron a un destino parecido en la Revolución Mexicana.
No se registra mucho sobre la vida de los Serdán. Se sabe que las hermanas, Carmen y Natalia, se hicieron cargo de sus hermanos menores, sobre todo, después de la temprana muerte de su padre. Algunos dirán que Aquiles navegó por el mundo, en su juventud. Carmen y Natalia, estudiaron con las teresianas y se aficionan a la lectura, en la biblioteca del abuelo Miguel Cástulo.
Natalia Serdán se casó con un acaudalado abogado de Puebla, entre los regalos de boda se les dio una casa, ubicada en Portería de Santa Clara (ahora llamada Avenida 6 Oriente) número 4 -Frente al Templo de las Clarisas-, en el Centro Histórico de Puebla. Aquel sitio se convirtió con los años en el cuartel general de la revolución en Puebla.
El esposo de Natalia murió joven, en la casa se instalaron los Serdán, la madre, María del Carmen y sus hermanos. Aquiles y Máximo, pusieron una pequeña zapatería en la parte baja de la casa.
Carmen se dedicó a dar clases de música. Quizá, en ese tiempo fue cuando conoció a la profesora Paulina Maraver, que fundó la Junta Revolucionaria de Mujeres Poblanas. En el porfiriato surgieron un número importante de clubes antirreeleccionistas.
La casa de los Serdán terminó convertida de a poco, en un centro de tertulias y debates políticos. Ahí, llegaron los periódicos libertarios: Regeneración, El Hijo del Ahuizote y Vesper. Carmen, se dedicó a escribir contra el régimen de Porfirio Díaz en varios periódicos, para eso utilizó el pseudónimo de Marcos Serratos. En 1909, la familia funda el Club Antirreeleccionista Luz y Progreso. Francisco I. Madero, llegó a asistir a una de estas reuniones, durante una de las giras por el país.
Cuando Madero lanza el Plan de San Luis, donde llama a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910, contra el régimen de Porfirio Díaz, los Serdán ya estaban preparados. Las hermanas participaron en el trasiego de armas, incluso se utiliza la casa de Portería de Santa Clara como escondite del arsenal, muchos de los fusiles y granadas llegaron ocultos entre los vestidos de las hermanas Serdán.
En ese tiempo Carmen salía en secreto y pegaba en las paredes de las casas proclamas en contra de Porfirio Díaz.
En Puebla la Revolución se adelantó un par de días, porque el gobernador, Nucio Martínez, inició una serie de cateos para desactivar a grupos de revolucionarios. El 18 de enero en la mañana elementos de la policía llegaron a la casa de los Serdán, al verse rodeados la familia decide atacar.
Con fusil en mano, Carmen disparó desde el balcón a los oficiales. También gritó espontáneamente: “mexicanos, no vivan de rodillas, la libertad vale mas que la vida”. En la calle nadie acudió al llamado. Desde otro balcón, Aquiles también hacía frente a los agentes. Desde la azotea varios revolucionarios y Máximo mantuvieron el ataque.
Después de unas horas los agentes logrearon rodear la casa, aniquilar a Máximo y a los revolucionarios que se encontraban en la azotea. Cuando Carmen se dio cuenta de que estaban acabados le pidió a Aquiles que se escondiera bajo la duela del primer piso para que no lo encontraran. Pero en la madrugada, Aquiles tiene un exceso de tos y es descubierto, fue asesinado de un balazo en la cabeza.
Ese día murieron 17 personas, entre policías y gente del partido antirreeleccionista. Estos fueron los primeros muertos de un conflicto que duraría años y que acumularía un saldo de más de 1 millón de muertos.
Las mujeres de la casa fueron arrestadas, Carmen Serdán, también Filomena Del Valle-esposa de Aquiles- y María del Carmen, la madre de los Serdán. Las mujeres fueron llevadas a la penitenciaría del estado y luego estuvieron detenidas en el Real Hospital de San Pedro, ahora convertido en museo de arte.
La única que no estuvo en el enfrentamiento fue Natalia, la mujer alcanzó a salir de la casa, con sus hijos y los de Aquiles, antes de que llegara la policía.
Filomena y Carmen fueron liberadas en 1911, días antes de que el dictador Porfirio Díaz renunciara a la presidencia y huyera a Francia en el Ypiringa. Filomena, inició una demanda contra el gobierno por el asesinato de su esposo. También Natalia comenzó un proceso judicial por los daños que recibió su casa, por parte de la policía.
Carmen vivió en Puebla hasta el asesinato de Francisco I. Madero, en 1913. Con la muerte del apóstol de la democracia la mujer volvió a escribir bajo el seudónimo de Marcos Serratos. Las Serdán se tuvieron que ir a vivir a la Ciudad de México para trabajar y sacar a delante a los hijos de Aquiles y Natalia, vivieron en Tacubaya.
Cada año, Carmen asistió a Puebla el 18 de noviembre a encabezar la ceremonia conmemorativa del levantamiento armado en esa ciudad, hasta que murió en agosto de 1948.
La casa de Puebla de los Serdán aún se conserva, ahora es cede del Museo de la Revolución. Ahí también están los restos de los cuatro hermanos.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona