En 1942, Walt Disney visitó México. Fue a la Basílica de Guadalupe, tuvo reuniones con personajes como Diego Rivera y fue condecorado por el gobierno mexicano. No se sabía, pero el empresario era un agente en activo del gobierno estadounidense
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Walt Disney no llegó a México para comer pipián. El conocido empresario visitó el país como parte de una gira por del continente con la idea de convencer a sus líderes de alinearse a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
Walt Disney logró hacerse con sus animaciones de un imperio del entretenimiento. Pero además de producir programas de televisión, películas, y abrir parques de diversiones, el empresario tuvo una faceta política importante, aunque no muy conocida. Fue de los primeros personajes en entender que los valores patrióticos norteamericanos se podían transmitir a través de dibujos animados y películas.
Hollywood, más que un centro de creación artística, se formó como el centro propagandístico de Estados Unidos. Algunos de sus empresarios se concibieron a sí mismos como agentes políticos activos. Y lo eran… Según una publicación de The New York Times, Walt Diney fue un miembro activo del FBI, a donde transmitió información secreta desde 1940 hasta el final de su vida, en 1966.
Como miembro activo denunció ante el FBI a personas de la industria del cine que fueran, supuestamente, comunistas. También logró que el gobierno de Estados Unidos interviniera en varias películas, censurando guiones.
El doble papel de empresario y agente también le ayudó a financiar algunas de sus películas. Por ejemplo, la cinta de Bambi se financió gracias a las grabaciones de instrucción para militares y cintas patrióticas como El Rostro del Furer y Victoria mediante el poder aéreo. Otras películas como Cenicienta y Blanca Nieves también se filmaron cuando era agente activo.
Una de las amistades más cercanas de Walt fue J. Edgar Hoover, fundador del FBI y un apasionado anticomunista.
El creador de Mickey Mouse fue también director de la Alianza Cinematográfica para la Preservación de los Ideales Americanos, que agrupó a personajes del cine y la política, quienes hicieron una campaña abierta contra sindicatos, comunistas y judíos. El conservadurismo estadounidense hizo una férrea defensa de lo que ellos llamaban american way of life.
Pero las actividades de Walt no se redujeron a lo que pasaba en el mundo del entretenimiento en Estados Unidos. En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, el empresario viajó por el continente para reunirse con varios líderes y convocarlos a unirse a los aliados de Estados Unidos.
El 9 de diciembre de 1942, Disney llegó a la capital mexicana con la idea de seducir al presidente Manuel Ávila Camacho para que se uniera a los intereses de Estados Unidos en la lucha contra las potencias del Eje. Ya gozaba de fama internacional, al fin y al cabo, sus películas para niños habían revolucionado la industria del cine.
Walt fue recibido en México como Embajador de la Buena Voluntad. Incluso Ávila Camacho, le dio en 1943 la Orden del Águila Azteca, la máxima distinción que puede recibir un extranjero por parte del gobierno mexicano. Esa fue la primera vez que se entregó la distinción.
La tarea encomendada por el gobierno de Franklin D. Roosvelt, también era convencer a las autoridades mexicanas que no le vendieran petróleo a los enemigos de Estados Unidos.
Walt se hospedó en el Hotel Reforma, ubicado entre las avenidas Reforma y Sullivan. Era uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Ahí, el empresario recibió a Diego Rivera y Dolores del Río, entre otros.
Disney no sólo se dedicó a hacer política y a visitar la Basílica de Guadalupe. También viajó por México con parte de su equipo creativo y un par de años después, realizó Los Tres Caballeros, una película de animación que retoma parte del folclor mexicano.
Después de México, Disney visitó Brasil, Argentina y Chile. En esos años, Latinoamérica recibió a otros embajadores culturales de Estados Unidos.
Curiosamente el Escuadrón 201, de pilotos mexicanos que participaron en la Segunda Guerra Mundial, en operación en el Océano Pacífico adoptó al personaje de Walt Disney «Pancho Pistolas» -de Los Tres Caballeros– para decorar sus aeronaves.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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