La historia de discriminación racial en la Secretaría de Relaciones Exteriores es larga y se remonta en la época en que esta institución otorgaba denominaciones de Asociaciones Civiles.
Tw @kausirenio
Hace dos meses, Iván de la Cruz hizo su cita vía internet para realizar el trámite de su credencial de elector ante el Instituto Nacional Electoral. Sin embargo, éste órgano le negó el derecho a una credencial que le sirviera para identificación, porque no presentó dos testigos y comprobante de domicilio vigente.
Ante la falta de un documento que acredite su identidad, Iván de la Cruz buscó tramitar su pasaporte ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). La cita electrónica para el trámite quedó programado para la delegación Cuajimalpa, del centro comercial Santa Fe.
Así que el joven, que cumplió los 18 años el 3 de noviembre, se presentó con el pago de aranceles para pasaporte, hoja de cita y certificado de bachillerato, documento que el novel ciudadano ingresó en la plataforma electrónica como identificación porque no contaba con el INE que días antes le habían negado.
Cuando le tocó su turno para entregar los requisitos, la recepcionista que coteja los documentos le dijo a bocajarro: “Tienes que presentar tu credencial de elector o de lo contrario no podrás hacer el trámite”.
En el intercambio de palabras, Iván contestó: “Cumplí los 18 años el 3 de noviembre y el INE no me dio la credencial por eso pagué el pasaporte porque necesito un documento de identificación”.
Por más que el joven le explicó a la mujer, ésta se mostró renuente y empezó a pedir documentos que la plataforma considera como oficiales: Cédula o título profesional, cartilla de Servicio Militar Nacional (SMN). “Señorita, no puedo tener la cartilla de Servicio militar porque apenas cumplí los 18 años, y volvemos a lo mismo: si no tengo el INE que ustedes me piden, no podré tener dicha cartilla”.
Iván tardó explicando, pero ella no cedió ante el reclamo del solicitante.El muchacho pidió una hoja para elaborar su queja, le entregaron el formato pero la mujer se negó identificarse para que su nombre se incluyera en la denuncia.
El mismo día, Iván presentó su queja vía electrónica ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pero la respuesta no ha llegado y el joven sigue sin un documento de identificación oficial.
La historia de Iván es la de muchos indígenas en México. Él es un joven migrante que salió de una comunidad indígenas de la Costa de Guerrero para buscar ingresar en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde aspira estudiar Ciencias de la Comunicación. Pero la burocracia mexicana le ha negado el derecho de tener una identidad para realizar cualquier tipo de trámite o buscar trabajo.
Así las cosas, aunque Iván nunca se identificó como indígena, sin embargo no pudo convencer a los funcionarios del INE y SRE para que le entregará credencial de elector o pasaporte. Ahora es indocumentado en su país, por el hecho de ser joven.
La discriminación por edad, identidad sexual, lengua, origen étnico, religión y color de la piel es muy recurrente en México y no se diga en las instituciones de seguridad nacional, como el Ejército, la Marina, la Guardia nacional, policías estatales y municipales que se ensañan con los indígenas migrantes de los estados del sur como Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Por el color de la piel o la forma de hablar los ponen a entonar el himno nacional mexicano y si no lo saben los deportan a países centroamericanos.
Todavía recuerdo cuando presencié en un retén militar en Sonora, cuando los soldados se mofaron de los jornaleros indígenas que viajaban al corte de tomate en los campos agrícolas en San Quintín, porque no tenían identificación oficial.
La historia de discriminación racial en la SRE es larga y se remonta en la época en que esta institución otorgaba denominaciones de Asociaciones Civiles. L as víctimas son indígenas en su mayoría, porque osaban a inscribir su organización con nombre en lengua indígena. Como los burócratas desconocen que este país tiene más de 68 lenguas indígenas agrupada en once familia lingüísticas, terminaban por negar el registro.
La experiencia de Iván de la Cruz en el INE SRE, así como la burlas que tuvieron que sortear los jornaleros indígenas en el desierto de Sonora por miembros del Ejército mexicano son hechos que deben de investigarse y sancionar a los responsables, De lo contrario, será muy difícil desterrar la discriminación en este país que está por cumplir los 500 años de implantación de genocidio y exclusión de los más primeros de esta nación. Los pueblos indígenas.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona