El aumento de viajes en bicicleta en la ciudad no llegó acompañado de un marco normativo para los ciclistas que sufren un accidente. Si viajo en bici y un carro me golpea, ¿qué puedo hacer? La experiencia de ciclistas incluye historias de terror como ambulancias coyoteras, seguros que se niegan a pagar y la inacción de la policía
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Isabel Briseño
En caso de emergencia, espere lo peor. Es casi el consejo que tanto activistas como ciclistas urbanos dan a otras personas que usan la bicicleta como un medio de transporte. Pareciera que no existe nada mejor. “En el ciclismo urbano sufrimos las mismas fallas estructurales del sistema de justicia, que se viven en todo el país, desde la lentitud hasta la impunidad”, asegura Areli Carreón, activista de Bicitekas, una de las organizaciones ciclistas más importantes de la ciudad.
Para Paola Baz, fundadora de Rauda bicimensajería, la experiencia es que siempre se beneficia al automóvil. “Siempre se ve primero por la propiedad privada, es decir, el carro del conductor. Cuando llegan sus aseguradoras intentan negociar para no seguir con el protocolo de denuncia ante un Ministerio Público y para que no se deslinden responsabilidades”, cuenta. “Yo lo he vivido en carne propia, los policías de tránsito solo llegan a ver, a darte una palmadita y a sobarte las heridas, pero no siguen un protocolo de no dejar ir a los responsables; ellos tampoco saben qué hacer”.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, entre 2018 y 2019, siete de cada diez accidentes de tránsito que involucraron a algún ciclista también incluyeron un automóvil. Sin embargo, solo 8 por ciento de estos accidentes fueron registrados como atropellamientos, mientras que la mayoría (80 por ciento) se consideró como un choque.
Tanto Areli, que es parte de una amplia red de apoyo ciclista, como Paola, que depende de la bicicleta para su trabajo, aseguran que ante la falta de un protocolo ciudadano, entre ellas y sus familiares desarrollaron sistemas de comunicación y cuidado.
En caso de accidente, lo primero es avisar a una persona de confianza o a quien pueda prestar ayuda, además de procurar atención médica necesaria, explica Areli Carreón, de Bicitekas. Mientras que otra estrategia fundamental es mantener contacto con los ciclistas en la calle con otras personas que puedan mantenerse al pendiente del viaje. “Nosotras estamos siempre en comunicación, es una regla. Cualquier percance, se comunica, y tenemos los contactos de emergencia de nuestras mensajeras”, cuenta al respecto Paola.
“Saber qué hacer para defenderse puede ser muy complejo; en términos legales hay mil y una variables de lo que podría pasar, por ejemplo. Nosotros lo que buscamos como asociaciones ciclistas es acompañar, recabar información y que no pase ningún tipo de abusos. Hay una serie de malas prácticas que cuando no tienes esa experiencia, en medio del susto no sabes qué hacer. Es un entorno muy complicado” dice Arely sobre los protocolos que ha diseñado junto con otros ciclistas.
La Red Ciclista MX es una red de apoyo especializada en este tipo de accidentes. Es una cuenta de Twitter como un grupo de Whatsapp. “Llevamos tres años con el chat de apoyo. Normalmente estamos monitoreando las redes sociales para que en cuanto detectemos un incidente, las personas que están cerca, si hay gente en bici, pues que pueda llegar en fa (de inmediato) al lugar. Que se puedan tomar fotos, testimonios y contactar a algún conocido de la persona que sufrió el percance”, dice Arely.
A pesar de que estos grupos hacen un gran esfuerzo para dar acompañamiento a las emergencias, la realidad rebasa sus esfuerzos. De 2018 a 2019, la Secretaría de Seguridad Ciudadana registró 30 mil 758 hechos de tránsito, o accidentes. De ellos mil 227 involucraron a ciclistas; 33 de ellos perdieron la vida.
“En la comunidad ciclista, somos personas muy solidarias. Nosotros nos conocemos porque paseamos juntos y llevamos estos temas de activismo. Somos una comunidad muy activa. A lo largo de los años nos fuimos conociendo en otras actividades. Pero hace tres años esta red se consolidó con el gravísimo atropellamiento de Jocelyn, por una revolvedora de Cemex en Calle 10 y Avenida Revolución”. Casi el 40 por ciento de los accidentes viales en los que murieron ciclistas, el otro actor involucrado fue un camión de carga.
Paola asegura que estos grupos de apoyo ciclista son comunes. Ella pertenece por lo menos a tres, aunque en un momento llegó a estar en el doble. Lo que hacen es dar asistencia inmediata basada en la experiencia. “Es gente que aprendió a la mala, que ya se conocen las mañanas de los policías de tránsito o de las aseguradoras”, cuenta.
“Después de un accidente no tardan en llegar las ambulancias patito”, cuenta. Estas unidades cobran mil pesos por trasladar a un ciclista herido; luego llevan al afectado a un hospiral en el que no lo dejarán ir hasta haber pagado el tratamiento.
Según los datos de accidentes viales de la Secretaría de Seguridad local, a todos los siniestros cilistas asistió algún equipo de asistencia médica. En tres de cuatro, fueron miembros del Equipo de Respuesta de Urgencias Médicas, de la Cruz Roja, o de la Policía Ministerial, en el resto, fueron servicios privados o de aseguradoras que ejercen tretas y engaños como los relatados.
Otro factor de riesgo son las aseguradoras de los automovilistas. “Amenazan, dicen mentiras abiertas, normalmente para beneficiar al automovilista. Pareciera que todos tienen esta cultura de que el auto es la víctima”, cuenta Areli sobre estas experiencias. “Luego en el MP –el Ministerio Público– suceden otro montón de cosas, ahí pueden decir que las heridas necesitan menos de 15 días para recuperarse, entonces cada quien se lleva su golpe, como si las personas fueran lámina de autos. Ocurre también que si en algún momento del altercado, tú te calientas o le dices algo al del coche, se te puede acusar de haber alterado a la otra persona”, dice para colmo.
Ambas recomiendan a los ciclistas informarse al respecto de sus derechos, del reglamento de tránsito y mantener comunicación con alguien de confianza siempre y cuando se esté rodando.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona