La reforma al artículo 2 reconoce lenguas indígenas, como lenguas oficiales de México. Esto es solo “ un avance formal», advierte el investigador Zósimo Hernández. No servirá de mucho si no se resuelven otros asuntos.
Texto y foto: Kau Sirenio
El investigador Zósimo Hernández Ramírez asegura que la reforma al artículo 2 de la Constitución está muy alejada de la realidad de los pueblos indígenas. El Estado mexicano, insiste, sólo busca imponer el español como única lengua del país, lo que significa que no habrá cambios sustanciales en el modelo educativo.
El 18 de noviembre pasado, la Cámara de diputados aprobó la reforma al artículo 2 constitucional para reconocer las lenguas indígenas como idioma oficial en México. Al respecto, Pie de Página entrevistó a Zósimo Hernández Ramírez, quien adverte: “Si no se aprueba esta reforma en la mayoría de los estados, o se tarda mucho, va a dormir el sueño de los justos”.
Luego matiza: La reforma al artículo 2 “es un avance formal». Sin embargo, desde que se promulgó la Ley General de Derechos Lingüísticos en 2003, «no ha pasado nada».
Además, agrega otra crítica al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI): su director. «Lo nombra el Presidente por conveniencia, y los pueblos ni por enterados de lo que pasa con esa institución”.
Hernández Ramírez estudió en la Escuela Nacional de Antropología (ENAH); de ahí se graduó como etnohistoriador con la tesis a La Discriminación Étnica Institucional en Guatemala, el caso de la Educación. Desde esa perspectiva habla de las lenguas maternas. Y habla sin tapujos:
“No hay interés ni conocimiento. Lo que hemos visto del Estado es su capacidad de imponer al español como idioma oficial; y ha contado con muchas herramientas y espacios creados a modo; y con un ejército de profesores, previamente castellanizados y blanqueados por la educación occidental para que entierren de una vez por toda la la identidad lingüística de los pueblos indígenas”.
Zósimo Hernández fue cotraductor de la Constitución Política que hizo el Senado de la República en el año 2010, para el festejo de los 100 años de la Revolución y 200 años de la Independencia de México. Desde esta experiencia, habla de los problemas que enfrentan los pueblos indígenas para que sus lenguas no se queden en el desuso ante modelo educativo que el “Estado mexicano sigue perpetuando en el país”. Añade “No veo que el gobierno asuma la rectoría del Estado y menos garantizar el uso de las lenguas indígenas en al administración pública”.
Hernández Ramírez no solo cuestiona a los funcionarios públicos, sino que toca con el mismo rasero a los “líderes indígenas”. Desde su perspectiva estos liderazgos desplazaron a las autoridades comunitarias indígenas:
“Es necesario tener claro que no es lo mismo hablar de un líder indígena que hablar de una autoridad tradicional; si se desplaza a una autoridad comunitaria por líderes blanqueados es muy preocupante porque se pierde la estructura comunitaria”.
De ahí retoma la crítica hacia los lingüistas indígenas: “Se han vuelto elitistas; se hicieron especialistas en homologar la escritura porque eso es lo que quiere el sistema: hegemonizar, estandarizar la lengua. Pero no han aportado nada relevante para construir una identidad clara en el uso de las lenguas indígenas”.
El exprofesor del programa universitario México Nación Multicultural de la Universidad Nacional Autónoma de México se lanza contra el INALI: “Esos espacios no son de los pueblos ni de sus hablantes. Un ejemplo es que siendo hablante nativo, te tiene que certificar un instituto que no es de los Pueblos Indígenas; [ya que que] su director es nombrado por el Presidente de la República y es a modo, respondiendo más a intereses de grupos creados”.
–Cómo hablante náhuatl y ex catedrático de la UNAM, ¿Crees que las universidades han promovido los derechos lingüísticos con los universitarios indígenas?
–No. Yo creo que han sido pequeñas pinceladas; ni siquiera brochazo; una mancha más. Son como pequeñas pinceladas de lo que a alguien le conviene. Hay un perverso mandato en la UNAM que decide quién pasa y quién no.
Profesor normalista y asesor de una comunidad Maya de Yucatán, Zósimo Hernández recibió el premio Arturo Carrasco Bretón, que otorga la Fundación Romel. Él remata: “Las lenguas indígenas estarán a salvo si desde los hablantes y sus pueblos defienden esa realidad y hacen exigible su observancia a través del rescate, fortalecimiento y progreso de cada idioma materno. De lo contrario, muchos de nosotros no lo practicamos porque da pena hacerlo; y no hay espacios donde hacerlo sin sufrir discriminación y menosprecio”.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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