Víctor Toledo es el segundo secretario de Medio Ambiente en la administración de Andrés Manuel López Obrador; en 15 meses al frente de la dependencia. Su paso por la Semarnat generó tensiones incluso dentro del mismo gabinete. Aquí, un recuento
Texto: José Ignacio De Alba
Foto: Semarnat
La primera secretaria de Medio Ambiente del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Josefa González Blanco, renunció antes de cumplir 6 meses en un cargo en el que hizo muy poco, después de que ordenó que un avión comercial retrasara su salida para que ella lo pudiera abordar.
Dos días después, el 27 de mayo, el presidente nombró a un perfil radicalmente diferente: Víctor Toledo, un ambientalista de izquierda ligado a movimientos sociales y abiertamente opuesto a los transgénicos, a la minería a cielo abierto y a los proyectos de desarrollo.
La secretaría tomó relevancia frente a otras dependencias: 17 organizaciones no gubernamentales aplaudieron su designación y lo definieron como un buen aliado de causas ambientalistas: “ha destacado como crítico a un sistema que depreda los bienes naturales”.
“Somos los encargados de la Cuarta Transformación para defender la vida y garantizar el derecho humano de todos los mexicanos, especialmente de los más desfavorecidos, a un ambiente sano y digno», dijo el nuevo secretario.
Quince meses después, el impulso se apagó. Este lunes, al interior del gabinete federal se informó de la salida de Toledo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Aunque no hubo confirmación oficial, integrantes de su equipo confirmaron a Pie de Página la inminente salida por motivos de salud.
En poco más de un año que duró la gestión de Toledo se promovió la agroecología, y la disminución del uso de semillas transgénicas. También dio protagonismo a los pueblos indígenas, a quienes calificó como los mejores protectores del medio ambiente: “El mejor ejemplo es que las mayores porciones que todavía quedan de selvas tropicales coinciden con los territorios de los pueblos indígenas”.
Uno de los primeros objetivos de Semarnat fue la supervisión de la industria minera. El funcionario aseguró en diciembre de 2019: “el mayor número de conflictos ambientales en el país se deben a la minería”.
Pero tan pronto como Toledo encontró aliados, encontró opositores. Como Grupo México, una de las empresas mineras más grandes del país, dirigida por el magnate Germán Larrea. El nuevo titular de Semarnat expuso en los primeros meses de su cargo que la secretaría estaba revisando 22 accidentes ambientales que involucraban a la compañía, entre ellos el desastre ambiental más grave en la historia de México ocurrido en 2014.
En conferencia Toledo aseguró “la Semarnat tendría la capacidad legal para la suspensión de la industria”, además aseguró que el daño ambiental provocado por Grupo México “es una situación inadmisible”.
Según el propio Toledo, la Semarnat bajo su dirección trabajó en dos direcciones. La primera, en la toma de decisiones a partir de “información científica”, y en segundo lugar, “el permanente diálogo con los ciudadanos”.
En marzo de este año la Semarnat jugó un papel determinante en la consulta de la empresa Constellation Brands, un conflicto ambiental en el que ciudadanos pedían que no se instalara una cervecera en Mexicali, Baja California, debido a la escasez de agua en la región.
El propio Toledo asistió a pláticas con organizaciones de la zona. Ese mes, después de una consulta pública hecha por la Secretaría de Gobernación, el proyecto fue cancelado. En su momento, Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, dijo sobre Toledo: “Rasputín de López Obrador. Sus consejos llevaron al presidente a ignorar las voces moderadas del gobierno y realizar la absurda consulta que derivó en la cancelación de Constellation Brands”.
Uno de los proyectos más importantes del sexenio será la construcción del Tren Maya, que recorrerá mil 500 kilómetros de vía por la península de Yucatán. Ahí la Semarnat se posicionó sobre la realización de la obra “no daremos autorizaciones en fast track”.
El secretario pidió a los pueblos de la región “manifestarse” y ser “vigilantes” del proyecto. Toledo promovió las consultas y las mesas de trabajo con poblaciones de los estados por donde pasará el Tren Maya. En una conferencia virtual que se realizó el 1 de agosto de este año dijo:
“Donde la sociedad es débil, donde no se organizan, cualquier proyecto del gobierno va a entrar de manera destructiva. Nosotros apostamos por el empoderamiento de la gente”.
Pero también negó que tanto el Tren Maya y el Transístmico sean proyectos neoliberales y aseguró que respetan la voluntad de los pueblos. En un foro realizado previo a la pandemia pidió madurez a quienes se oponen para no caer en el «negacionismo simple». Y evitó el diálogo con otros expositores, después de su ponencia, dejó la mesa.
En agosto de este año el distanciamiento de Toledo con la parte más corporativa del gabinete quedó exhibida. Un audio que alguien filtró, aparentemente de su equipo, donde el secretario platica en confianza con su círculo cercano, dejó expuestas las diferencias internas del gobierno en turno.
“No estamos en un gobierno totalmente del lado nuestro, adentro hay contradicciones muy fuertes y yo la verdad es que veo muy difícil, no debemos idealizar la 4T”, dijo a sus colaboradores.
En el mismo audio Toledo aseguró sobre el empresario Alfonso Romo, jefe de la oficina de presidencia:
“Alfonso Romo, que ha adquirido enorme centrabilidad y poder dentro del gobierno, dado por el presidente, es el operador principal para bloquear todo lo que efectivamente sea, digamos, en la línea de lo ambiental, de la transición energética, de la agroecología, todo el tiempo”.
Incluso Toledo relata que Romo hizo una reunión a donde asistieron él y el empresario Germán Larrea. La idea era que la Semarnat dejara de “presionar” a la compañía minera.
El funcionario asegura que el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, y la Semarnat tienen un conflicto. Porque el equipo de Toledo promueve la agroecología, mientras que Villalobos aboga por el agronegocio, “tratan de imponer, digamos, toda la visión que impera en el mundo para las grandes corporaciones”, dijo.
Tambíén, Toledo criticó el actual proyecto de gobierno: “efectivamente la 4T, como tal, como un conjunto claro y acabados de objetivos, no existe”.
En noviembre de 2019, la Semarnat impidió la importación de un cargamento de mil toneladas del glifosato, un herbicida prohibido en varios países porque provoca cáncer, pero que es muy eficiente para la producción. El argumento del “principio precautorio”, una figura legal que aduce que, ante el desconocimiento del potencial riesgo de una práctica, ésta se debe suspender hasta determinar el peligro que representa.
Desde entonces, la dependencias ha suspendido las importaciones y ha planteado la eliminación de su uso en 2024. Eso no sólo le generó conflictos al interior del gabinete. También provocó una serie de reclamos de distintas embajadas al gobierno de México.
Eso, dicen colaboradores consultados, fue lo que rompió la liga.
Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).
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