«Los ataques no cesan, continúan por la tarde, por la noche, en la madrugada», advirtió el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, sobre la situación de los 2 mil 36 indígenas tsotsiles que viven bajo fuego y con riesgo de hambruna
Texto: Yessica Morales / Chiapas Paralelo
Fotos: Aldama #LesQueremosEnCasa / Exposición Virtual y Chiapas Paralelo
TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS.- El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) recibió información urgente y grave de los pobladores como de la comisión permanente de 115 comuneros municipales sobre el riesgo de vida, integridad, seguridad personal y el desplazamiento forzado en comunidades integrantes del pueblo maya tsotsil.
Dichas acciones son realizadas cotidianamente por el grupo de corte paramilitar de Santa Martha, Chenalhó, sin que las autoridades estatales o federales intervengan.
Los últimos ataques, según los testimonios, comenzaron a las 7.23 de la noche de 14 de agosto.
Y no han cesado: El 15 de agosto se intensificaron las agresiones, los pobladores reportaron que el grupo armado había cruzado los límites de Aldama, estando en peligro las comunidades de San Pedro Cotzilnam y Yetón.
Asimismo, comunicaron, que los agresores están divididos en tres grupos armados, ubicados en diferentes posiciones. Los disparos salieron a las 10:50 de la noche, a una casa en la comunidad de Yetón. Se escucharon fuertes detonaciones y atacaron una familia de esa misma comunidad.
Hasta el momento no han tenido información sobre el estado de salud de los habitantes de esa casa.
Las familias que fueron atacadas tuvieron que desplazarse a otra comunidad. Aseguraron que la policía estatal que se encuentra instalada en la comunidad de Tabac, no intervino.
Para el 16 de agosto a las 8:56 de la noche reportaron de nueva cuenta que, el grupo civil armado continúa atacando a las comunidades de Yeton, Ch’ivit y Stzelejpotobtik. La policía estatal tampoco actuó.
El Frayba compartió que «los pobladores dieron a conocer el día de ayer 16 de agosto, a las 9:25 pm que, las personas del grupo armado se encuentran en los diferentes puntos de ataque como son el Puente, K’ante’, Templo, Panteón, Xchuch te’, Vale’tik, Santa Martha y en el punto del Ladrillo (dentro de las 60 hectáreas en disputa), desde donde atacan a las comunidades».
“Los ataques no cesan, continúan por la tarde, por la noche, en la madrugada como fue la situación de agresión en la comunidad de San Pedro Cotzilnam, Aldama; en los puntos de T’ul Vits Santa Martha del municipio de Chenalhó. La acción armada duro desde las 11:30 a 12:14 horas, lo cual ha sido un patrón recurrente”
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas
Otros reportes, realizados a las 12:38 de la mañana del 17 de agosto, ubican agresiones armadas en la comunidad de Coco’, por los grupos armados de Santa Martha, Chenalhó; desde el punto de el Tok’oy Saclum. La comunidad de Stzelejpotobtik sigue siendo atacada por armas de fuego de alto calibre.
Los disparos no cesan a pesar de las solicitudes de intervención que ha realizado el Centro Frayba, junto con los reportes de los 115 representantes de las comunidades de Aldama, ante las autoridades estatales.
La repuesta es la indiferencia, cargada de racismo y discriminación; tanto del gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, como del estatal de Rutilio Escandón Cadenas.
Otro de los patrones es que los ataques persisten y se hacen mayores los fines de semana. Los puntos de agresión son los mismos; el Puente, Tijera Caridad, K’ante’ Templo, empezó a las 2 de la tarde del día 16 de agosto. Y siguen hasta las 12:53 am de la madrugada del 17 de agosto.
“Siguen los disparos en el punto de Chalontik, Tijera Caridad entre Santa Martha en dirección hacia las comunidades de Stzelejpotobtik y Juxton Aldama, registrado a las 1:37 am”
Hasta ahora van al menos 26 ataques con armas de alto calibre, realizados por grupos civiles armados de corte paramilitar que operan en la región y que son procedentes de comunidades de Santa Martha, en el municipio de Chenalhó.
La situación de violencia crea un ambiente de terror a la población de las comunidades señaladas, así como en otras ubicadas en los límites de Aldama y Chenalhó.
Los pobladores insistieron que, con la contingencia por covid-19, aumenta el riesgo de vulnerabilidad en el que se encuentra la mayoría de las mujeres, niños y personas mayores, quienes se ven obligados a refugiarse en las montañas ante los reiterados ataques.
Por ello, urgen al Estado mexicano para que accione las medidas de seguridad y precautorias para evitar hechos que sean de difícil reparación, como el derecho a la vida, seguridad e integridad personal y el escalamiento del desplazamiento forzado. Y que, investigue de manera pronta y adecuada, como sancionar, desarmar y desarticular a los grupos armados de corte paramilitar, responsables de los ataques armados que han provocado desplazamientos forzados en la región Altos.
Son 2 mil 36 indígenas tsotsiles que duermen y despiertan con el temor de sufrir una emboscada, llevan en un cuaderno anotado las veces que les han disparado, durante los últimos meses, desde una montaña colindante con sus tierras, ubicada en Chenalhó.
El 15 de julio, organizaciones humanitarias llevaron un poco de frijol y maíz, porque la hambruna, producto de no poder acceder a sus tierras y cosechar sus alimentos, ya se refleja en sus cuerpos.
Desde el 23 de enero de 2019, ante las denuncias sobre las agresiones de los civiles armados, el gobierno federal se vio obligado a instalar en las comunidades afectadas de Aldama, un destacamento de policías federales, estatales y el ejército mexicano. Las agresiones no se detuvieron con esa medida, los civiles armados continuaron disparando y a la fecha.
Este trabajo fue publicado originalmente en CHIAPAS PARALELO que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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