23 julio, 2020
La plataforma pública de análisis de información y datos sobre el estado económico del país, desarrollada por la Secretaría de Economía y el INEGI, busca ayudar a gobiernos locales, emprendedores, inversionistas en sus tomas de decisiones
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: María Ruiz
Data México, la nueva plataforma en línea de la Secretaría de Economía se aparece como un tipo de oráculo de la ciencia de datos que es capaz de responder preguntas sobre la realidad socioeconómica del país de forma rápida, con información digerida y puesta a disposición en trocitos informativos en una página de internet.
Nada de la información que presenta la plataforma -presentada este martes por el INEGI y Economía- es nuevo, lo distinto está en cómo lo hace. En un clic, uno puede saber que en México hay un millón 136 mil 817 establecimientos que se dedican a la manufactura, que emplea a 8 mil 520 personas y que sus trabajadores ganan, en promedio mensual, 4 mil 600 pesos, y así con todas las industrias del país.
Un par de clics más y uno se entera de que, a pesar de que en Nuevo León y Tamaulipas hay más gente que trabaja para estas industrias, en el Estado de México están mejor pagados. Lo que ofrece la plataforma no es solo poner a disposición datos, como un repositorio, sino una forma de navegar esos datos que ya existen, que van desde la Encuesta Nacional de Empleo, el censo del INEGI, los repositorios de la propia Secretaría de Economía, hasta datos sobre las universidades (públicas y privadas del país).
Con la plataforma uno puede encontrar dónde está el mayor desarrollo de un grupo de empresas de dispositivos médicos, las cadenas logísticas de esas empresas, quiénes son sus abastecedores y a quiénes les venden, explica Lorena Vignau, directora de ciencia de datos de la Unidad de Inteligencia Ecomómica de la Secretaría de Economía, parte del equipo que desarrolló la plataforma
La plataforma, según cuentan los funcionarios, es apta para todo público y muchos estudiantes de preparatoria y profesionistas encontrarán un uso amplio de ella, aunque de momento, los primeros cursos de uso están enfocados a servidores públicos de las secretarías de Economía de los estados
“La Secretaría va empezar a dar webinars para todo tipo de actores. Primero con decision makers, como los Sedecos (los encargados de las Secretarías de Desarrollo Económico de las entidades), que aprendan a usarla y que ellos en poco tiempo se familiaricen”, dice Lorena Vignau.
“Después estamos planeando otros con académicos, con gente de las embajadas de México en el mundo, con ellos va a haber mucho trabajo. A ellos les pasa que llegan de las empresas a preguntar: yo quiero invertir, pero ¿dónde lo hago? O ellos mismos nos dicen cosas como: tengo un empresario en Corea que quiere invertir en el sur del país, ¿qué le digo, en qué le recomiendo?”.
Ahí entra la plataforma, que muestra información que obtiene de analizar y cruzar otras bases de datos para responder preguntas de ese tipo. “Tienes que poner una fábrica de hule, muy bien, te pones a navegar en la plataforma y encuentras una zona del país idónea”, ejemplifica la funcionaria.
¿Siendo así de buena, se le podría dirigir el curso de la inversión en el país? “No literalmente”, ataja la directora de ciencia de datos. “Supongamos que te arroja esa zona, pero ahí hay mucha contaminación del aire, eso no lo sabe la plataforma, entonces una fábrica de hule no es la mejor opción. No sabe, tampoco de otras cosas como legislación, o conocimiento propio de la región. Te da línea de hacia dónde puedes ir, pero esto necesita criterio. No va a reemplazar a un gobernador”.
Cuando desarrolladores, funcionarios y otros involucrados hablan de Data México, hay un término que no termina de explicarse. La complejidad económica. El lunes, cuando la secretaria de Economía, Graciela Márquez, anunció la plataforma, mencionó algo al respecto:
“Es una idea que les podría decir que tenía Adam Smith –una de las figuras claves de la economía clásica– en el siglo XVIII. Él las llamaba encadenamientos. Otros le han llamado análisis de insumo-producto. Ésta es la vanguardia de la complejidad económica, que nos ayuda a encontrar oportunidades de desarrollo a través de una herramienta como ésta, que queremos que la usen todos”
Hasta hace unos años, la complejidad económica tuvo un amplio desarrollo de la mano de César Hidalgo, un físico especializado en la ciencia de datos que desarrolló el Índice de Complejidad de Económica, una fórmula matricial que se puede usar para estimar el potencial de crecimiento de diferentes economías.
Este índice es una aproximación a una de las dudas irresueltas del último siglo: cómo convertir un país pobre en uno rico, apunta al respecto una nota del New York Times, publicada en 2011. En ese entonces, César Hidalgo, junto con su colega Alex Simões se encontraban desarrollando, en el laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT, el Observatorio de Complejidad Económica.
A partir de su trabajo académico, Hidalgo desarrolló una empresa de ciencia de datos que fue contratada para desarrollar DataUSA en 2016, una plataforma muy parecida a la que acaba de estrenar la Secretaría de Economía, misma que se suma a una colección de otras plataformas como Data Colombia, Data Corea y DataViva, desarrollado para el estado brasileño de Minas Gerais.
“El chiste es ver cuáles son las capacidades que existen en una región comparadas con las de otra” , explica Lorena Vignau. “Como lo decía la secretaria en la conferencia, la idea viene desde hace mucho tiempo, lo que es muy nuevo es la forma en la que ahorita se está abordando el tema”.
“Si en una región saben qué proceso se necesita para desarrollar un tipo de vacuna, por ejemplo, tener lo necesario para hacer otro tipo de vacuna no es tan difícil. En cambio, si en otra región se especializan en el cultivo de frutas, va a ser más difícil”, añade.
Según este tipo de análisis las regiones donde fabrican microchips, vacunas o productos que implican procesos más complejos, tienen una alta correlación con el producto interno y con el bienestar social.
“La idea no es empujar a todos hacia el mismo lugar –que todos produzcan vacunas o microchips– no es por ahí”, apunta la directora de ciencia de datos. “La idea es cómo crear más capacidades de diferentes regiones con diferentes industrias. Si haces silvicultura, no estás tan lejos de poder hacer muebles y de comercializarlos. Eso hace que entre más dinero, que haya más flujo e intercambio de capacidades. Esa es la idea. No se trata de que todos vayamos a fabricar carros y aviones”.
Ademá, pretende ser una herramienta clave en el desarrollo económico para diferentes regiones del país, descata Luis Godoy, director general de la Unidad de Inteligencia Económica Global (UIEG) de la Secretaría de Economía. “La plataforma contribuye a una agenda mucho más amplia de ciencia de datos que estuvo rezagada por muchos años: la agenda de datos abiertos, que es primordial. Los sitios que se tienen publicados no eran suficientes para conectar la información con sus usuarios”, asegura.
A pesar de agregar una gran cantidad de datos abiertos de México, aún falta añadir a la plataforma otras bases de información de relevancia para la complejidad económica. Tampoco integra los datos de los programas de Bienestar del gobierno de federal.
“Estamos haciendo un gran esfuerzo activo de incorporar datos que pertenezcan a la administración pública. Queremos que se integren datos del IMSS, del Infonavit, de órganos autónomos como el INAI o la Cofece. Otra es que se incorporen datos menos heterodoxos, de la iniciativa privada, e incluso de la industria farmacéutica”, dice al respecto el director de la UIEG.
Ingresa aquí a la plataforma DATA MÉXICO.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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