3 julio, 2020
La reciente detención, liberación y recaptura de José Ángel Casarrubias Salgado, el ‘Mochomo’, generan emociones, pero también suspicacias entre los padres de los 43 normalistas. Uno de ellos, Antonio Tizapa, advierte: siempre exigieron que se investigara a Tomás Zerón de Lucio, ex director de la Agencia de Investigación Criminal.
Texto y fotos: Heriberto Paredes
Nueva York.- Antonio Tizapa tiene poco más de 50 años, lleva varios años viviendo en Brooklyn, uno de los distritos de la Ciudad de Nueva York con mayor presencia de comunidades latinoamericanas. “Muchos de los que estamos acá no estamos por gusto, somos desplazados económicos y siempre lo he dicho”, afirma. Es padre de Jorge Antonio Tizapa Legideño, uno de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa que fueron desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Tizapa es corredor, y a lo largo de estos años ha organizado varias carreras y ha participado en otras tantas en varias ciudades de Estados Unidos. A través del atletismo ha llevado la lucha por encontrar a los estudiantes a muchos rincones, se ha vuelto un corredor de buen corazón, como se autodefine.
¿Qué piensa de la detención de José Ángel Casarrubias, el ‘Mochomo’ y de la orden de aprehensión en contra de Tomás Zerón?
Con referencia a la detención de esta figura, se trata de una red de delincuentes de la que nosotros no teníamos conocimiento al principio de todo esto. Espero que no sea una cortina de humo como lo han hecho los gobiernos pasados.
La detención de este líder criminal, se da poco después del ataque contra Omar García Harfuch, que también tuvo que ver en el caso Ayotzinapa. ¿Por qué pasó, que con el atentado de Omar rápidamente dieron con las cámaras, y en nuestro caso no? ¿Qué pasó con las grabaciones de las cámaras que grabaron lo que les pasó a nuestros hijos?
Esperemos que realmente se aporte mucha información y podamos saber el paradero de nuestros hijos. Desde un principio, yo he exigido la detención de Tomás Zerón de Lucio, Jesús Murillo Karam y Enrique Peña Nieto, entre muchas personas más.
Incluso, aquel día de la “verdad histórica”, cuando Murillo Karam fue a dar la información de nuestros hijos, unas horas antes estuvo con las madres y padres de Ayotzinapa, en Chilpancingo, en el hangar de Chilpancingo, y supuestamente este señor no iba a decir absolutamente nada sobre la investigación. Cuando nos dimos cuenta de lo que dijo, fue un dolor tan grande, hasta la fecha, gracias a los medios masivos que llegan a los últimos rincones del pueblo mexicano, incluso hasta acá, como Univisión, Galavisión y Tele Mundo, yo me he encontrado con personas se han quedado con esa imagen y con esas palabras que emitieron estos funcionarios.
La detención de estas personas, repito, esperemos que dé realmente resultados. Aquí, desde el principio, cuando me preguntaban por Zerón y Murillo Karam, yo siempre les dije que era una mentira lo de la “verdad histórica”. Lo primero que deben hacer es detener a Zerón y a Murillo Karam, claro, también a Enrique Peña Nieto, y a de ahí vienen los demás, autores tanto materiales como intelectuales, miembros de la policía municipal, y los militares, que son los que van al frente. Con esos tres vamos a empezar de arriba hacia abajo para que nos digan dónde realmente están nuestros hijos. Ellos lo saben.
¿Usted cree que el gobierno mexicano actual, con toda la presión social, política y económica que tiene, tenga la posibilidad, las capacidades y la voluntad para realmente investigar de fondo?
Capacidad la hay, la voluntad creo que la hay, pero una cosa muy importante son los hechos. Tienes la voluntad, debes de ejecutar la acción, debes de ejecutar esa voluntad, porque si hay voluntad y no hay una manera de ejecutarla, simplemente se queda. Lo importante son los hechos.
Esperemos que el actual gobierno actúe como debe ser y se apegue a las leyes. La verdad creo que así vamos a saber el verdadero paradero de nuestros hijos. Lo he dicho con Peña Nieto, cómo es posible que haya encontrado al ‘Chapo Guzmán’ en tres meses y para ese entonces nuestros hijos tenían poco más de 1 año. No es posible que no haya encontrado a 43 estudiantes. Peña Nieto dijo que tenía la tecnología para encontrar a personas debajo de la tierra, ‘estamos buscando a nuestros hijos vivos, no muertos’, le dije.
Con esa tecnología podemos ubicar a las personas en un dos por tres. Estamos en el siglo XXI, donde ahora mismo están escuchando lo que estamos diciendo y saben a dónde vamos, saben lo que decimos, saben cómo llegar a nosotros, así de fácil está con esta tecnología.
Es difícil todo lo que ha pasado a 69 meses. Con el nuevo gobierno, cuando vino a Nueva York el señor Obrador, fue un encuentro que no se esperaba entre él y yo. Primero le dije quién era yo, y de ahí salió aquello de que yo ‘le preguntara a Enrique Peña Nieto y a los militares’ y no a él, pero la exigencia siempre ha sido la investigación a todos los responsables. A Obrador siempre se lo he mandado decir, incluso con el cónsul y todo esto ha venido arrastrando la presión internacional.
Cuando vino López Obrador quisieron acercarse a mi. Yo no estoy con eso, para que se tomen una foto y digan, el padre de Ayotzinapa que está en Nueva York está con Obrador. Muchas personas seguidoras de él me atacaron en las redes. Pero no he querido seguir por ese camino porque lo que me interesa es mi hijo y Obrador es el presidente, él debe hacer valer las leyes, así que esperemos que no haya un acuerdo de Peña Nieto con Obrador para no ser detenido.
–Justo ahora que se emitió por fin la orden de aprehensión a Tomás Zerón, me queda claro que ellos tendrían que estar en la cárcel desde el día en que Murillo Karam se paró ahí y dio su versión, pero me gustaría que nos dijera, para usted, si tuviéramos que describir sus crímenes ¿cómo describiría los crímenes que estos altos funcionarios cometieron?
El simple hecho de hacer todo lo que hicieron, de dar esa novela barata a nivel internacional. Primero, ¿de quién fue la idea de hacer esa “verdad histórica”? Sabemos que México es número uno en producir novelas. Quisieron hacer algo con nuestros hijos y con sus familias, saben de dónde somos, de dónde venimos, que somos personas muy humildes. Entonces dijeron, ‘vamos a inventar esto y ya con eso nos sacamos esa presión y ahí muere todo’, pero no.
Peña Nieto ofreció dinero que ningún papá y ninguna mamá aceptaron a cambio de un silencio, a cambio de un hijo. Eso no va a pasar. Yo lo digo porque lo he vivido, con personas que a veces he conocido, ‘usted es el papá de uno de uno de los muchachos que mataron en…’ ‘No, usted está mal informado’. Desde ahí se está cometiendo un crimen, por el simple hecho de haber inventado la “verdad histórica”, ellos deberían estar en la cárcel.
Seguro que debe de haber más crímenes, como políticos, como funcionarios. Son así. Qué pasó con Atenco y Peña Nieto, y sin embargo lo hicieron presidente.
Ellos deben ser detenidos y decir dónde están nuestros hijos, porque ellos saben. Ellos no participaron materialmente, pero están ocultando lo que realmente pasó.
Don Antonio, usted ha convertido el deporte en una de sus trincheras de lucha, para dar a conocer lo que pasó en Ayotzinapa. ¿Cómo ha sido este proceso de correr llevando la bandera de todas las familias de los 43 estudiantes?
Aquel día [26 de septiembre de 2014] como a las 10 de la mañana mi hija me manda un mensaje diciendo que había problemas en Ayotzinapa. ‘Suele pasar’, dije. En ocasiones a principios de año escolar suele pasar la represión de los policías, pero nunca me imaginé esto. No sabíamos dónde había sido esa represión. Al día siguiente nos dimos cuenta de que fue en Iguala y de que les pasó esto.
Ha sido muy difícil todo, prácticamente no sabes qué hacer. Anduve como 3 días con temperatura por tanto pensar qué hacer. Luego, ya más ubicado, todo fue muy difícil. Cuando vieron llegar al último autobús y ver papás y mamás, esperando a que su hijo descendiera de ese autobús. Tú como padre, tú como madre, ves que tu hijo no baja, te entra una impotencia muy grande, un coraje muy grande y solo, aquí en Nueva York, en esta gran urbe sin poder hacer nada. ¿Qué haces, te vas, no te vas? Tu mente es un caos y lo que hacía era comunicarme, después del trabajo, comunicarme, y luego iba a correr al parque.
Los árboles han sido testigos, allá en Prospect Park. El parque me abrazó. Luego imprimí una playera blanca con letras amarillas, que llevaban Ayotzinapa y el 43 y mis compañeros no sabían nada, de ahí me dijeron que porqué no hacíamos un club y para eso ya había pasado un mes, dos meses; no quería hacerlo porque pensamos que iban a regresar pronto. Conozco, más o menos, Iguala. Tal vez los muchachos se fueron para el cerro, van buscando un pueblo, llegan a ese pueblo y esa era la idea que teníamos, en dos semanas tal vez ya los tengamos acá. Pero no hemos sabido más y me vi en la necesidad de hacer esta protesta silenciosa con las piernas y el corazón.
Tenía un montón de playeras deportivas, las imprimí para compañeros de Puebla y del Estado de México, fui regalando y regalando, luego quisimos algo más nuestro. Elegí la playera verde, yo le di un gran significado: es verde porque es mucha esperanza; la bandera y la tortuga de Ayotzinapa, entonces son tres cosas, por eso el gran significado del color verde.
Es así como empezó esta revolución de conciencias, sin utilizar armas, más que las piernas con el corazón. Las personas que están alrededor mío y que abrazan a los papás y mamás son personas muy solidarias. Hemos organizado dos carreras oficiales de nosotros y participado en varios maratones, es algo que nos ha llevado a otro nivel, a que nos vean en más de 25 países, para que se vea la realidad de lo que está pasando en México.
No sólo hablamos por nuestros hijos, también hablamos por las diferentes injusticias que tenemos en nuestro país. Somos el único club que hace estas cosas, a los compañeros les da mucho gusto. No somos corredores amateurs, creo que somos corredores de buen corazón y hacemos más que los corredores profesionales.
Fotógrafo y periodista independiente residente en México con conexiones en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Cuba, Brasil, Haití y Estados Unidos.
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