16 junio, 2020
En una carta entregada en Palacio Nacional, trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia advirtieron que la reducción de recursos decretada por el presidente pone en riesgo el patrimonio cultural que custodia el instituto
Texto: Redacción Pie de Página
Fotos: Carlos Marí
La reducción del 75 por ciento de recursos al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dispuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador “pone en peligro el patrimonio cultural, advirtieron investigadores.
Trabajadores del instituto informaron que no puede seguir realizando cabalmente su trabajo de mantenimiento constante y una custodia efectiva para evitar los sitios arqueológicos se dañen o deterioren.
Así lo señalaron los integrantes del Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (SNPICD-INAH) en una videoconferencia.
El secretario general de ese sindicato de académicos, Gustavo Ramírez Castilla, expuso que originalmente el área de investigación del INAH contaba con un presupuesto de 155 millones de pesos para el 2020, y con el ajuste gibernamental fue resultó el área sensiblemente afectada.
“Con el recorte del por ciento, sólo hay 15 millones de pesos disponibles para la investigación, con lo cual dificulta su operatividad y le despoja de su razón de ser, de su objeto social que es la investigación, conservación, protección y difusión de los monumentos y la solución a problemas sociales del país”, recalcó.
La organización planteó al presidente López Obrador y al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que al INAH se le otorgue un trato presupuestal como de institución científica básica y aplicada y, en consecuencia, reciba el mismo trato que se le dio al Conacyt.
Ramírez Castilla recordó que el INAH efectúa investigaciones antropológicas, históricas y paleontológicas.
“Los directivos del sector (encabezados por el director general Diego Prieto Hernández) no han afrontado la problemática solicitando la no aplicación del recorte presupuestal al Instituto Nacional de Antropología e Historia”, explicó.
Los integrantes del sindicato entregaron su petición en una carta en Palacio Nacional.
“Nuestros antropólogos sociales y etnólogos investigan la composición social y la diversidad, así como la conformación de la memoria histórica e identidad cultural del país. Además, han aportado a la fundamentación y mejora de las políticas sociales y económicas aplicadas a las comunidades rurales, a los mercados, la salud y la educación, haciéndolas más congruentes a los usos y costumbres locales.
“Nuestros historiadores y etnohistoriadores han contribuido a la organización de archivos y documentos que han sido sustento para la conformación de la historia nacional y regional. Nuestros lingüistas traducen textos legales, juicios orales y libros de texto, para los pueblos originarios de nuestro país, además de trabajar para el rescate de lenguas en peligro de extinción. Nuestros antropólogos físicos han hecho invaluables estudios sobre distintos grupos de la población mexicana en cuanto a desnutrición, alimentación”, exponen.
El INAH, señalaron, maneja 194 zonas arqueológicas, algunas de ellas consideradas como patrimonio mundial, además de 162 museos, y 515 monumentos históricos.
Por este patrimonio, destacaron, que el trabajo del Instituto se transforma en una gran aportación económica que, en conjunto, para el año 2018 aportó el 8.7% del PIB, es decir 1,221 billones de pesos, de los cuales “el Instituto sólo recibió para el 2019, tres mil 900 millones de pesos”.
Al ser cuestionado por Pie de Página sobre los proyectos de salvamento y rescate arqueológico del INAH que serían aplazados o truncos, el representante de los académicos de ese Instituto reflexionó que de antemano existe un problema crónico presupuestal que por muchos años ha ocasionado sea ínfima la cantidad de sitios y monumentos que son descubiertos y que permanecen abandonados.
“Cada año se encuentran cada año se encuentran más sitios y el trabajo de arqueología es inmenso, porque si bien hay que continuar la investigación en 194 zonas, pues no todas se están investigando, apenas son unas cuantas”, comentó.
Daniel Ruíz Cancino, secretario de la organización, expuso que el recorte presupuestal se traduce en proyectos de campo truncos, menos gastos operativos, hasta impactar en el pago de salarios a custodios de los sitios arqueológicos.
“Que no haya suficiente personal para vigilar los salvamentos arqueológicos sí puede generar conflictos, porque muchas veces tenemos que llegar a detener una obra y poner en riesgo el cumplimiento de la misma”, refirió.
Lidia Rodríguez, secretaria de Trabajo Externo, informó que el recorte frenaría las restauraciones a monumentos arqueológicos dañados en la Ciudad de México por los dos sismos del 2017.
Ruiz Cancino advirtió el recorte se sumaría a la caída que generará la pandemia del covid-19 en los ingresos por concepto de visitas a los sitios arqueológicos – que anualmente es de 700 a 800 millones de pesos.
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