Hospital General: 115 años a prueba

18 abril, 2020

Este hospital ha salvado más vidas que todas la iglesias juntas. Es el segundo más grande del continente y un emblema de logros en la historia de la medicina en México. En el aniversario de su inauguración, enfrenta el reto de la covid-19

@ignaciodealba

La construcción del Hospital General de México se hizo a las afueras de la Ciudad de México para evitar que se convirtiera en una zona de contagios y enfermedades. Estamos hablando de 1905, cuando el río de la Piedad era un río y no un arroyo vehicular.  

Parte de la decisión de construir el hospital en ese sitio se debe a la hipótesis del doctor Manuel Pasalagua, quien en su tesis concluyó: “la situación de un hospital en una ciudad debe ser en un punto lateral a la dirección de los vientos predominantes… para que no reciba las miasmas y productos morbosos que salgan del hospital”.

La construcción estuvo a cargo del doctor Eduardo Liceaga —prominente personaje de la medicina en México y entonces director del modernísimo Consejo de Salubridad— y el ingeniero Roberto Gayol. Entre los dos supervisaron el complejo de edificios, inspirados por el Hospital Debrousse de Lyon, Francia. 

Eran los últimos años del porfiriato, cuando Liceaga propuso la construcción de un hospital que remplazara al sanatorio de San Andrés, que funcionaba más allá de sus capacidades y con instalaciones del siglo XVII. El viejo edificio se ubicaba en la calle de Tacuba, en el Centro Histórico, donde ahora se encuentra el Museo Nacional de Arte.  

Así que el doctor Liceaga se dio vuelo con la construcción de lo que él llamó Hospital General de México. Buena parte de los terrenos fueron donados por Pedro Serrano y otros fueron adquiridos por el gobierno. El hospital tendría 124 mil 295 metros cuadrados, incluidos jardines y corredores. 

Liceaga también ayudó con el diseño de la colonia Doctores, en el pueblo de La Piedad, y a cada calle le puso arbitrariamente el nombre de un amigo suyo. Ésta fue la primera colonia en tener una urbanización moderna: Antes de levantar las casas se construyó el drenaje y el alumbrado público. 

Parte de la carrera del doctor Liceaga estuvo consagrada a combatir epidemias y enfermedades contagiosas. Por ejemplo, se dice que recibió de manos del propio Luis Pasteur la vacuna contra la rabia. También combatió la epidemia del tifo de 1886 y la epidemia de peste bubónica en Mazatlán, que pudo ser erradicada después de tres años.

El Hospital General de México fue inaugurado el 5 de febrero de 1905. Al acto acudió Porfirio Díaz y la élite política de la época. También asistió el escritor Amado Nervo, quien dedicó una oda a la nueva construcción:

“Amigo mío desheredado,

hermano mío desconsolado:

ya tienes casa, ya tienes pan;

entra, si sufres, a esta guarida;

verás la limpia mesa servida,

todos los labios te sonreirán.

La vida es dura; mas aun existe

quien al enfermo refugio da,

y a los desnudos arropa y viste…

Amigo mío, ya no estés triste;

hermano mío, no llores ya.

Hoy se inaugura tu noble y raro

alcázar; míralo: ¡es para ti!”

Con el tiempo el hospital ha tenido diversas modificaciones. Poco hay del proyecto original de Liceaga. Desde los años 50 se ha construido en vertical, para aumentar su capacidad.

Uno de las historias más dramáticas del terremoto de 1985 fue en el Hospital General, cuando el área de ginecología y la residencia de médicos se derrumbaron. Murieron 295 personas, entre pacientes, doctores, camilleros y enfermeras. También fueron rescatados 129 personas, entre ellos 7 bebés, que se convirtieron en un símbolo de la esperanza en aquel momento.

Hoy en día es el hospital con mayor número de camas del país (con más de mil). Tiene 38 áreas de especialidades, y un cuerpo médico formado por 680 doctores y 2 mil enfermeras. Incluso tiene un museo de patología con un acervo de rarezas medicas único en el mundo. 

Unos 4 mil pacientes acuden a este lugar todos los días. La gente mayoría proviene de la Ciudad de México y de comunidades pobres del país

Este 2020, el centro hospitalario más grande el país cumple 115 años de haber sido inaugurado. En su sala de espera hace fila la primera pandemia global.

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).