Más de 120 empleados despedidos sin previo aviso por la empresa de patines Grin Scooter durante la contingencia sanitaria temen que por la emergencia no les paguen su liquidación y presentaron una demanda colectiva ante la Junta de Conciliación y Arbitraje
Texto: Vania Pigeonutt
Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro
Los empleados despedidos de la empresa Grin Scooter continuaron con protestas durante esta semana para exigir liquidaciones justas, ante la decisión sorpresiva de cerrar operaciones, en el contexto de la pandemia del COVID–19 y realizaron una demanda colectiva ante la Junta de Conciliación y Arbitraje para recibir completa su liquidación.
Diego Hernández, del área de operaciones de la empresa de patines eléctricos, explicó que son 15 trabajadores los que firmaron la demanda, aunque ésta podría beneficiar a los más de 120 empleados que fueron despedidos sin previo aviso por la empresa que aún mantiene sus oficinas en la colonia Nonoalco, en la avenida Patriotismo 615.
Varios despedidos han tenido que aceptar los cheques de finiquito que la empresa mexicana de movilidad ofreció, pero que correspondían a sólo el 30% de lo que les tenían que dar. Hernández puso como ejemplo que la gente que ganaba 8 mil pesos al mes tenía que recibir al menos 24 mil más lo de la prima vacacional y la prima dominical; perosólo recibieron 10 mil pesos.
La empresa que opera desde 2019 había tenido dos cierres de operaciones previo a la emergencia por la enfermedad. El primero en abril de 2019 y el segundo en agosto, donde despidió al 70 por ciento de su plantilla laboral.
Los inconformes decidieron cerrar de nueva cuenta la avenida Patriotismo dos días seguidos esta semana: lunes y martes, colocaron los patines verdes sobre la avenida, hasta completar el trámite legal, cuyo aviso pegaron en la puerta de las oficinas. Allí quedó pegada la demanda colectiva, explicó, Diego Hernández y los representantes legales tienen la obligación de acudir el viernes a la Junta local.
“Fueron dos abogadas, una de conciliación y una de derechos humanos. No nos queda más que esperar a que vayan el viernes. Que el personal de Grin nos haga una contrapropuesta. Es una incertidumbre, no tenemos seguro de que asistan a la Junta, que alguien se presente el viernes, cuando es la cita”, cuenta Diego.
Dice que si no se presentan, se hace un segundo citatorio, se les hace una multa y ese dinero va para los trabajadores por el tiempo y dinero invertido en la exigencia de que les hagan pagos conforme a la ley. Caso por caso, dependiendo las funciones que realizaba cada empleado dentro de Grin Scooter.
“Un problema es la contingencia. Pueden argumentar eso y no ir. Por desgracia hay mucha necesidad y se va desmoronando con los días la exigencia de todos. Algunos por su situación económica tuvieron que aceptar el dinero de Grin para sobrevivir, aunque en realidad es menos del 30 por ciento de todo lo que tienen que dar; un compa que a su esposa la corrieron también en otra empresa, tuvo que aceptar el dinero de Grin para sobrevivir”, detalla.
Para Diego es injusto que Grin Scooter abuse de la necesidad de la gente. La mayoría; sin embargo, se mantiene optimista y está dispuesta a realizar medidas de presión, aún con la contingencia, hasta que la empresa pague al menos lo justo, porque de por sí ya fue injusto, denuncia, que los dejaran sin trabajo repentinamente.
“Nos mantenemos optimistas y unidos. Se les va a seguir chingando, tampoco van a estar tan tranquilos. Vamos a mantenernos optimistas, quizá iremos cada siete días, turnándonos, buscaremos otras formas: por ejemplo pensamos en llevarnos unos patines, pero dejar una evidencia de que no nos los estamos llevando así, activarle el GPS, hasta que nos den respuesta y pago completo”.
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