Hacinadas, en medio de la emergencia sanitaria por el COVID-19 y con las fronteras cerradas, las personas migrantes retenidas en México no pueden ser repatriadas. Este martes, un hombre de origen guatemalteco murió en un incendio durante una protesta en la estación migratoria de Tenosique, Tabasco. Su hijo acusa que un elemento de seguridad le impidió rescatarlo
Texto: Redacción Pie de Página, con información de Isabel Mateos y Vania Pigeonutt
Foto: Isabel Mateos / Cuartoscuro
TENOSIQUE, TABASCO.- José Gerardo Macajuela Mayé, un joven proveniente de Guatemala que busca asilo humanitario fuera de su país, asegura que él habría rescatado a su padre de morir ahogado por el humo en la estación migratoria de Tenosique, pero un elemento de seguridad, presuntamente de la Guardia Nacional, no se lo permitió.
El joven explica, vía telefónica, que el guardia le impidió entrar al área donde se encontraba su padre, luego de que personas en tránsito retenidas provocaron un incendio para demandar su repatriación y en protesta por el hacinamiento y el cúmulo de días que permanecen en las instalaciones migratorias.
“Cuando ya estábamos llenos de humo, mi papá me dijo: ‘ve y saca a las mujeres’. Yo fui a sacarlas como pude y las llevé donde había aire bueno. Quise regresar, sólo que el Guardia Nacional, creo que era, ya no me dejó entrar. Me dijo que si yo me pasaba de esa línea, él me golpeaba. Yo lo quería rescatar. Yo hubiera podido salvar a mi papá si me hubieran dejado entrar”, relata el joven.
Además de la muerte del papá de José Eduardo, por asfixia, 14 personas más resultaron intoxicadas por respirar el humo. Tres de ellas aún están hospitalizadas.
El Instituto Nacional de MIgración informó que un grupo de hombres retenidos en la estación «incendió colchonetas “como modo de presión para exigir el retorno a su país de origen”.
Las autoridades dijeron que durante el incendio 27 personas migrantes abandonaron la estación. El lugar fue desalojado y las personas que estaban ahí fueron trasladadas a albergues.
José Eduardo viajó a México con su esposa, su mamá, su papá y su tío desde El Progreso Guastatoya. Solicitan asilo humanitario porque fueron víctimas de extorsión en su país.
Como José Gerardo y su familia, otras personas esperan al menos ser deportadas. Sin embargo, las fronteras de países como El Salvador, Guatemala y Honduras permanecen cerradas como una medida para intentar contener la expansión de la pandemia de coronavirus que sigue creciendo.
José Eduardo acusa que un agente de Migración incitó a las personas retenidas a iniciar el incendio. Ésa era la única forma en que los podía dejar salir.
“Como desde las cinco de la tarde, cuando empezaron los que se querían deportar, empezaron a hacer motín, a patear las rejas, y todo. Llegó Migración y dijo: ‘¿saben cómo los puedo dejar salir?, quemen los colchones’, dijo, ‘y automáticamente yo abro las puertas para que salgan’. Pero a la hora, cuando ya vio demasiado humo, no abría rápido las puertas. Él se tardó mucho en abrir las puertas, por eso fue que nos asfixiamos bastante. Si él hubiera abierto las puertas yo sé que hubiéramos podido salir”, asegura.
Sin dar más datos, el INAMI informó: “los presuntos culpables fueron puestos a disposición de la autoridad correspondiente, para deslindar responsabilidades”.
De acuerdo con el testimonio de José Gerardo, pese a la emergencia sanitaria por el COVID-19, en la estación de Tenosique había alrededor 80 personas, cuando su capacidad máxima es de 50.
“Ahí metían demasiada gente. Había muchas personas y estaban desesperados”. señala. «Cuando vi el humo y que no salía mi papá, vi la manera y no me dejaron entrar, sólo vi que mi tío venía, no podía ni respirar, andaba todo mareado. Yo le grité, ya había respirado mucho humo, no aguantaba mucho. Cuando lo sacaron venía con vida, pero por la atención médica que no se la dieron rápido murió”, denuncia.
Unos 10 adolescentes tumbaron la puerta para poder sali en medio del humo. Uno de los jóvenes, que viaja desde Honduras con su hermano, acusa que la policía no los ayudó durante el incendio.
“Vimos humo de la celda de mayores que salió. Rompimos la puerta porque la policía no nos abrió para poder salir y librarnos de la muerte. Ahorita andamos en la calle, sanos y salvos. Teníamos 23 días detenidos. La razón, dicen, que no nos deportan porque está cerrada la frontera, Honduras no da la obligación de que nos deporten ahorita”.
Roberto Toruño, de Nicaragua, narra vía telefónica que el incendio es el segundo que ocurre en una estación migratoria en la última semana. Dos días del incendio en Tenosique, afirma, pasó algo similar en la estación migratoria de Villahermosa, donde personas retenidas provocaron un incendio con la intención de que las regresaran a sus países de origen.
“El cónsul y Migración de allá les explicaron que por cuestiones del cierre de fronteras no podrían deportarlos y ellos exigían y exigían hasta que quemaron todo la ropa todo lo que se pudo…”, afirma Roberto.
Relata que de Villahermosa a Tenosique 34 personas fueron traladadas. Les dijeron que llegaban a un lugar más seguro. Sin embargo, el hacinamiento lo vuelve insegur: “Les estoy comentando a la oficial que es muy peligroso, muy pequeño”.
El testigo acusa que durante el incendio, tanto agentes de la Guardia Nacional como de Migración tomaban fotos y videos en lugar de auxiliarlos.
“Es una gran falta de respeto que hicieron en lugar de acordonar el lugar se pusieron solamente a grabar y tomar fotos».
Roberto reconoce que las autoridades de la estación les explicaron a las a quienes exigían ser repatriados que las medidas tomadas por los distintos gobiernos complican el retorno a sus países.
“La directora de acá fue muy educada y muy consciente con todo lo que pasó realmente. Les explicó pero ellos no supieron entender la magnitud de lo que está pasando con el tema del coronavirus. Tanto en Villahermosa como acá se les explicó, pero ellos no captan el mensaje de que las fronteras están cerradas. Lo mismo que pasó acá en el incendio espero acá pasó acá.
Tanto Honduras, como Guatemala y El Salvador mantienen cerradas sus fronteras como una medida para combatir la propagación del coronavirus.
La 72, organización defensora de los derechos de los migrantes, exigió al Inami que realice una investigación para dar con los responsables a nivel interno.
«Según testigos, poco antes de las 20:00 horas un grupo muy reducido de migrantes inició una acción de protesta en el área de varones para denunciar la falta de respuestas ante la imposibilidad de regresar a sus países, el prolongado encierro y las condiciones de extremo hacinamiento, que ponen seriamente en riesgo la vida de las personas detenidas frente a la contingencia por Coronavirus”.
La 72 señala en su boletín que, varios testimonios recabados en el terreno demuestran la inacción e incapacidad de los agentes migratorios, Guardia Nacional y Policía Estatal para manejar la situación.
“Se negaron a abrir las celdas para facilitar la evacuación de hombres, mujeres y niños; los detuvieron en la entrada principal, cerrando y poniendo candados, para evitar su huida; incluso alguna familia con niños reportó como un guardia nacional amenazó con golpearles si intentaban salir. No hubo más pérdida de vidas gracias a la intervención de algunos migrantes que forzaron puertas y se arriesgaron en auxiliar a los heridos”, denuncian.
Para La 72 es cuestionable que la CNDH no haya desplazado a sus visitadores a documentar lo que sucedió en la estación migratoria, a pesar de que se le solicitó su apoyo. Tampoco hubo respuesta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos o de Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado.
El INM también ha sido omiso a llamados de la CNDH y organizaciones de derechos humanos que exigieron acciones para evitar hacinamiento y contagio masivo de coronavirus en personas migrantes.
“La muerte sucedida anoche en la Estación Migratoria de Tenosique es responsabilidad directa del INM y de su máximo responsable Francisco Garduño Yañez, quienes no quisieron atender la raíz de las protestas en las Estaciones Migratorias de Tapachula y Villahermosa de la última semana, y que ya hacían presagiar una posible tragedia”, denuncia en el comunicado.
Asimismo exige que, en el contexto de la pandemia, cesen las detenciones de personas migrantes y libere a las personas detenidas en las Estaciones Migratorias y garantice el retorno seguro de aquellas que deseen regresar.
No podemos seguir haciendo el trabajo que le corresponde al estado.
En medio de la contingencia por el COVID-19, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) demandó que las personas que solicitan asilo no permanecan retenidas en estaciones migatorias.
La agencia se mostró preocupada por un brote de la pandemia dentro de los centros, por lo que en este contexto, recomienda considerar la reducción de población detenida.
ACNUR informó que gestionó el traslado de 42 solicitantes de asilo a un albergue, desde donde podrán continuar su procedimiento ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
Las Agencias consideran que en el actual contexto por la pandemia de COVID-19, es primordial que todas las instituciones dedicadas a la seguridad de las personas actúen en línea con los más altos estándares de derechos humanos, lo cual ayudará a limitar el riesgo de contagios.
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