La filósofa Sayak Valencia analizó el éxodo migrante 2018. De la caravana hondureña, en su paso por Tijuana y a partir de su teoría sobre el “régimen live”, evidencia cómo las imágenes que observamos de la caravana influyeron en la percepción de los migrantes, en la xenofobia mexicana y respondieron a intereses políticos de EU.
Texto: María Ruiz
Foto: Javier García
Sayak Valencia es filósofa fronteriza, durante la Caravana Migrante del 2018 realizó un análisis sobre la percepción de los migrantes después de verse expuestos en los medios, las pantallas y en lo que ella denomina, el «régimen live»:
“Esa experiencia de la frontera es lo que me dio un shock mediático. La producción de la caravana migrante. Me pareció muy fuerte la producción de dos cosas: La amenaza migrante en caravana, (el) cómo se produjo justamente una performance política expandida en la frontera cuando estaban en las elecciones de mediano término en Estados Unidos: para Donald Trump significa su política migratoria diciéndonos “nos están invadiendo” y (dos), cómo eso se produjo a través de algo que yo denomino “régimen live”, la preproducción de la realidad solo para ser televisada.
Además del “miedo a la invasión” Valencia reconoce la creación de otro sujeto político sobre la población de su ciudad:
“Se creó un sujeto político con ideales muy conservadores como si fuera la representación de toda la población de Tijuana y eso no fue así, fue una realidad pre producida para ser difundida en vivo y en directo a través de diversas tecnologías”.
En entrevista, Valencia explica que a lo largo de la historia las imágenes son una forma de redoctrinización de las poblaciones y que esa manipulación tiene su beneficio para unos cuántos:
“Hay una anestesia social con el consumo sobresaturado de imágenes que ya no nos da tiempo de hacer ninguna reflexión. Las imágenes han sido una forma de redoctrinización de las poblaciones”
Durante un conversatorio en España denominado “Democracias fascístas, régimen live y voluntad de muerte en la frontera USA-México”, Valencia explicó su teoría del régimen live:
“El régimen live, tengo varios ejemplos pero este es como un ejemplo muy directo, de cómo se crea un chivo expiatorio para poder reforzar ciertos discursos que yo denomino con necroadministración y política snob, ver morir a la gente en vivo y criminalizarla por su condición de migrante que abrevan el trasfondo de xenofobia para poder justificar medidas de desprotección a nivel político y social para estas poblaciones”.
En otro conversatorio, también en España, explicó cómo está relacionado este régimen con la desensibilización de las personas y cómo eso influye en la manipulación:
“Me di cuenta que esto es como un régimen de gobierno a través de las imágenes, de la desensibilización de la gentrificación emocional. Entonces creo que cuando yo digo sensibilidad regresiva la gente entiende que quiero decir con esto: no solamente son los valores, la ética, la política y las acciones sino también un régimen que trabaja con lo emocional pero también con la cuestión de la lectura desde el arte y desde la sensibilidad en el sentido de que hay un consenso sensual y sensorial de que a veces no pasa por la discusión. Y en este sentido, porque no pasó por la discusión, es más fácil exaltar ciertas verdades y apagar otras.”
En el caso de la caravana migrante del 2018 le impresiona lo rápido que se construyó otra realidad: la de la amenaza migrante.
“Me parecía antinómico fue el cómo se construyó un sujeto fascista en quince minutos. Cómo trajeron a los camiones, cómo se empezó a construir esta revuelta de la nada para que se fuera la caravana y cómo esto no está pasando en la realidad. Nosotros estábamos ahí y estábamos viendo la cámara y cómo era complejo el escenario y por supuesto que nos estamos cuestionando quién está produciendo esto y a quién beneficia”
–¿A quién beneficia?
“De alguna manera legitimó lo que vino después con Donald Trump y los campos de concentración que ahora son de detención y que se está manejando de manera privada. Se están separando familias. Están separando el terreno político para que la conciencia social admitiera, o pusiera poca resistencia, a este tipo de cuestiones que iban a ser cada vez más radicales y atroces en contra de los migrantes.”
–¿Cómo podemos ser más críticos respecto al “régimen live”?
“Siempre preguntarnos de dónde viene (la información), qué contexto corresponde y cuál es la finalidad de eso. También es un trabajo de compromiso con lo que consumimos y creo que debe haber una pauta de lectura. Hay guías para identificar fake news y podemos tomar algunos puntos: si esta espectacularizado, si no está argumentando, si está polarizando, qué régimen de valores pertenece es una denuncia real o solamente es para que apoyemos causas. Hay que revisar muy bien qué está pasando con todo el folclor digital y con esto me refiero a memes, videos, otras cosas que son muy difundidas y que evidentemente son las nuevas formas de informar”.
Una de las ventajas de la manipulación, explica Sayak Valencia, es el miedo:
“La gente tiene mucho miedo y se aferra a valores conservadores porque nos han enseñado que el bienestar, la justicia y todas estas cuestiones que nos parecen respetables, los pactos de ética de colaboración y de trabajo se los apropió la derecha, vivimos una vida de derecha porque parece que esa es la única vida posible y esa vida de derecha es a través de una sensibilidad agresiva, no porque la gente sea facha por sí misma, o conservadora, sino porque no hay discurso para armar otros discursos”
Otro de los conceptos que explica la tijuanense es el de “régimen sensible”, éste trabaja con el significado y el significante, éste no siempre es articulable discursivamente porque cuenta con momentos de asignificancia, como las imágenes, eso que está ahí pero no existe, el saber cuándo está pasando pero no sabes qué. Las imágenes apelan a la asignificancia y muchas veces no entran en lo discursivo. Este régimen sensible es utilizado para la manipulación:
“La captura del régimen sensible, para implantae ciertas ideologías,r ciertas creencias, para implantar ciertas actitudes y dirigir a las poblaciones a pensar, actuar, crear de cierta manera me parece que es una de las cosas que tenemos que vigilar, las imágenes no son inocentes”
La filósofa transfeminista recuerda que no solamente hacemos pactos en con las imágenes que vemos, también con los memes que compartimos. Y que esta responsabilidad con el régimen live no es solo de los medios:
“Creo que tenemos que tener muy claro que el diseño de lo política visual en el momento contemporáneo no son solo los medios, no son solo los artistas, no son solo lo periodistas, es un ecosistema en todos los ámbitos que se difumina a través de la visualidad porque es la manera más efectiva de llegar. Yo creo que hay gente que se dedica a la información y conoce los peligros de informar a través del régimen. Habrá personas que incluso teniendo buena fe no sepan que están siendo difuminadores de esta forma de gobernanza visual.
Siempre las fotos son muy importantes, hay trabajo serio detrás de algunas investigaciones y luego también hay trabajo muy veloz, que no tiene seriedad , no porque no tenía intención de tenerla sino que el mismo sistema enmarcado de noticias , como espectacularidad instantaneidad que eleve los rankings, yo creo que habrá gente que tenga conciencia y habrá gente que no.”
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