29 noviembre, 2019
La quinceava Caravana de madres de migrantes centroamericanos desaparecidos está por tres días en la Ciudad de México. Tendrá reuniones con la FGR y la Secretaría de Gobernación para exigir avances sobre las investigaciones de sus hijos
Texto y fotos por Vania Pigeonutt
Los retratos de Marco Antonio Amador Martínez, Edgar Rodolfo Xón Ajamel, Milton Javier Aguilar, Luis Felipe Morales Sales, Eddy Jonatan Patzan Guerra, Jefry Adonis González resaltan en los pechos de madres, hermanos, padres, tíos, de la Caravana de Madres Centroamericanas de Migrantes Desaparecidos. En su treceavo día de búsqueda en México claman: ¡Abran la frontera!
La caravana llegó a una conferencia de prensa en el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos). Ahí hablaron de los últimos 15 años de búsqueda a sus familiares que desaparecen en tránsito por el país, en estados como Tamaulipas, San Luis Potosí, Nuevo León, Chiapas, Veracruz, Tabasco e Hidalgo, entre otros.
En estos 15 años de caravanas, 315 madres han encontrado a sus hijos. Este año, cinco madres pudieron abrazar a sus hijos. Los encontraron buscando en diferentes ciudades, pero aún hay cientos de casos sin resolver. Denuncias que el estado mexicano no ha respondido.
Este viernes 29 de noviembre, como parte de las acciones que llevan a cabo entre búsqueda, protesta y convivencia por 13 estados del país. Van a cubrir cinco mil kilómetros. La caravana se reunirá hoy con autoridades de la Fiscalía General de la República y de la Secretaría de Gobernación a quienes pedirán el estatus de los casos. Están relacionados con secuestros, trata de personas y desapariciones.
La organizaciones sociales que recibieron la caravana les prepararon un desayuno de típicos tacos de guisado, café y fruta. Madres que portaban las fotos de sus hijos lucían cansadas. Algunas se han enfermado en los trayectos por México, pero siente fe, otras dicen que esperanza. Muchas más no quieren morir sin volver a ver a sus hijos.
Delsy Johana García Hernández es una madre hondureña de 40 años de edad que se talla los ojos al contar que su hijo Jefry Adonis. Él desapareció el 8 de agosto de 2018 en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Se vino desde Tegucigalpa a buscar mejores condiciones de vida. Tenía 16 años de edad.
Delsy se enteró de la desaparición por un tío de Jefry que vive en Reynosa. Sólo estuvo en México dos meses, porque llegó el 4 de mayo.
“Debido a la inseguridad que se vive en nuestro país, no hay dinero, no hay trabajo, hay una crisis política, Jefry se vino huyendo de la delincuencia, lo querían meter a una pandilla”, narra.
Es madre soltera. Vende cinco medidas de tortillas todos los días en Honduras para mantener a sus hijos. Dice que con ese negocio los crió. Tiene otro hijo de ocho años, una niña de 12 años y otra de 25 que se quedó a cargo de sus hermanos. “Pero Jefry es mi hijo, lo amo, me duele muchísimo no verlo”.
No tiene respuestas pese a que interpuso una denuncia ante el Mecanismo de Apoyo Exterior y junto con los otros 38 integrantes de la caravana ha exigido a las autoridades en México. Un informe puntual de los casos que sí tienen carpeta de investigación, primero, e investigar también todos los demás que no tienen una.
Esta caravana ha sido esperanzadora para Delsy. Encontraron ya a cinco desaparecidos y han recibido informaciones que las pueden llevar a un reencuentro con sus hijos, pronto. Cuenta que en Tapachula encontraron a gente que les dijo que quizás los habían matado, pero nadie pierde la esperanza.
Delsy viene en representación de otras tres madres, una tiene cáncer y dos diabetes, están enfermas y no pudieron venir a buscar a sus hijos:
Maribel Santos Alejandro, Walda Cázeres Méndez, y Julio Omar Vargas Herrera, “están enfermas del dolor”, dice. Espera que cuando ella no pueda venir, también traigan a Jefry en su pecho y en el corazón como ella a los otros tres.
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