Buscando a Érik

12 octubre, 2025

Desaparecieron a Erick Jair Pérez Limón el 23 de junio de este año, después de que unos sujetos lo secuestraran, golpearan y lesionaran. El pueblo guarda silencio, pero hay indicios de desaparición forzada. Un defensor de derechos humanos denuncia ‘descuido institucional gravísimo’

Texto: Laura Buconi

Foto: Cortesía de Ivonne Mateo

CIUDAD DE MÉXICO. – “Erick fue amenazado por el papá de su novia la noche de su desaparición, el 23 de junio, pero no solo eso. Dos meses antes Erick fue ‘levantado’ por policías municipales de San Agustín de las Juntas, en el Valle de Oaxaca, donde fue entregado ilegalmente a un grupo de sujetos que lo golpearon, lo desnudaron y lo dejaron inconsciente en el basurero de ese municipio. A pesar de que Erick, junto a su familia, presentaron denuncia, la Fiscalía de Oaxaca no abrió carpeta de investigación contra ninguno de los señalados”, relata Joaquín Galván, defensor de derechos humanos que desde septiembre acompaña el caso, en entrevista con Pie de Página.

“Todos los datos recabadoslos entregó mi papá, quien fue agente de Investigación del Estado”, relata Ivonne, hermana de Erick, en entrevista con Pie de Página. “Apenas hace una semana el fiscal nos recibió y se ejecutaron las órdenes de aprehensión, pero en los primeros meses fue muy difícil, no nos tomaron mucho en cuenta; los videos de vigilancia fueron revisados casi 25 días después por el Ministerio Público, cuando sabemos que en casos de desaparición el tiempo es vital”. Denuncia tener medidas de seguridad mínimas e ineficientes (una ronda semanal en las cercanías de su casa), y que ella y su familia temen por su vida.

Fiscalía ignora antecedentes de violencia

“Percibo claramente que hubo una atención totalmente deficiente a nivel institucional. En las líneas de investigación que empleó la Fiscalía, no se incluyó un elemento muy importante, que fue una denuncia previa que presentó la misma víctima el día 16 de abril del presente año en contra de autoridades municipales del municipio de San Agustín de las Juntas, en el Valle de Oaxaca”.

Patrullas municipales detuvieron a Erick en la noche del 15 de abril y, «en lugar de llevarlo al municipio o a la sindicatura, lo llevan hacia una zona totalmente distinta donde había tres personas y allí entregaron a Erick; [éstas] lo golpearon hasta la inconsciencia y lo dejaron tirado en un basurero municipal, pensando que ya estaba muerto, me imagino», añade Galván.

“Erick llegó a casa ya amaneciendo, el 16 de abril. Su cara estaba deformada por los golpes, traía sangre y tierra sobre su ropa y todo su cuerpo”, relata Ivonne. Erick y su familia denunciaron ante la Fiscalía de Oaxaca a los agentes municipales que habían secuestrado al joven y a los demás sujetos involucrados. Le fueron realizados peritajes médicos y psicológicos, y “de ahí la carpeta de investigación cayó en una inoperancia total; no se investigó a los señalados, ni a la policía municipal, ni a nadie”, denuncia el defensor.

La hermana de Erick relata que su hermano trabajaba como taxista. “Es una persona muy alegre y amiguera; cuando caminábamos juntos por el pueblo todo el mundo lo andaba saludando. Erick siempre apoyaba a sus amigos, pero lamentablemente muchos de ellos no hicieron lo mismo por él”. Ivonne relata que el atentado de homicidio de su hermano, el 16 de abril, pudo haberse ocasionado por temas de deudas hacia su empleador, un conocido mezcalero de la zona.

Este le había prestado una camioneta que el joven chocó. Cuando su jefe le quiso cobrar los daños, “mi hermano no tenía cómo pagar esa suma, así que decidió irse a la costa a trabajar. Me mandaba dinero y yo lo transfería semanalmente a una persona conocida como ‘El Talibán’, que se supone era encargado, junto con otra persona apodada ‘El Junior’, de entregar este dinero al mezcalero. Cuando sacaron a mi hermano de su domicilio y se lo llevaron, le hicieron saber que ese era el motivo, que no había pagado sus deudas”, relata Ivonne.

Desaparición tras amenazas

Dos meses después, la noche del 23 de junio, Erick desapareció. Su hermana relata que se estaba dirigiendo a hablar con el padre de su novia, Gaspar N.

En la madrugada de ese mismo día, la novia de Erick llegó a su domicilio a pedir posada, y relató que su padre, sujeto frecuentemente a ataques de ira, la había corrido de su casa. Alrededor de las 19 horas, Ivonne relata que el señor Gaspar N. tocó la puerta, preguntando si su hija se encontraba ahí.

“Entendí su preocupación y le dije que claro, que se encontraba aquí. Cuando yo le comenté esto al señor, él cambió totalmente la expresión de la cara, cambió totalmente la voz. Me comenzó a amenazar, y gritó que quería que mi hermano diera la cara. A todo esto la cara de la niña era de terror; no quería salir para ver a su padre, hasta corrió a encerrarse en el baño. Yo fui a hablar con ella y la convencí de que saliera porque tenía miedo de que su padre ingresara a nuestro domicilio”.

“Sabíamos que el señor se dedica al tráfico de personas y a la extorsión. Por los mismos pobladores de aquí, teníamos conocimiento de que siempre anda armado. Finalmente, la chica salió, junto con mi hermano; el señor Gaspar intimidó a su hija y luego, dirigiéndose a mi hermano, le preguntó: ‘¿En qué habíamos quedado?’ y mi hermano le contestó: ‘¿En qué ya no me iba a acercar más?’.

“A pesar de que mi hermano me contaba todo, no tuve conocimiento de que había recibido amenazas previas. Finalmente, Gaspar se tranquilizó un poco y dijo a mi hermano: ‘¿Sabes qué? Yo no tengo nada que platicar aquí, cualquier cosa lo vemos en mi casa. ¿Puedes ir hoy? Te espero’.

“Mi hermano tenía cierto temor por ir, pero salió de la casa aproximadamente a las 21:15 horas. Antes de salir me dijo: ‘En media hora me marcas. Y si no regreso, me empiezas a marcar, a marcar’. Dieron las 10, dieron las 11. Yo comencé a marcar, pero como mi hermano previamente se había quedado en casa de su novia, en un principio no dimensioné la magnitud de la situación”.

A las 6 horas del día siguiente, el 24 de junio, Julián, padre de Erick, se dirigió hacia el domicilio del señor Gaspar N. para buscar a Erick. Nadie lo atendió y volvió a las 9 horas, cuando la novia de Erick abrió la puerta. Ella afirmó que el joven nunca había llegado a su domicilio, y que su padre había salido con su tío en la noche para arreglar unos asuntos y tampoco había regresado. “El carro en el que el señor Gaspar se transportaba se encontraba ahí en su domicilio, lo cual se nos hizo raro, porque el señor siempre se mueve en su carro”, añade Ivonne.

Aproximadamente a las 12 horas del día, Julián, el padre de Erick, recibió una llamada. El taxi de su hijo se encontraba en el camino hacia San Lorenzo Albarradas, donde vivía su novia. Vacío.

Dos o tres días después, Gaspar N. salió de Oaxaca junto con sus dos hijas, y hasta la fecha se desconoce su paradero.

Familiares denuncian revictimización por parte de la Fiscalía

“Fuimos revictimizados; los trabajadores de Fiscalía se excusaban con que no tenían el personal suficiente para atender el caso, cosa que no es de nuestra incumbencia, no nos compete como ciudadanos ni como víctimas”, afirma la joven.

Ivonne, desde el primer día después de la desaparición de su hermano, ha denunciado lo ocurrido en sus redes sociales, haciendo responsables a los autores de la agresión que Erick había recibido en abril. Todos los días escribía para generar atención sobre el caso. “En una ocasión hice una publicación exigiendo justicia, exigiendo que la Fiscalía hiciera su trabajo. El comandante que se encontraba a cargo en ese entonces le hizo llegar a mi papá una captura de la publicación. La vicefiscal nos mandó a llamar y nos hizo mención de que sí se sentía ofendida porque porque ella nos había brindado apoyo. Oculté ese escrito, por temor a que dejaran de investigar sobre el paradero de mi hermano”, relata Ivonne.

Los familiares de Erick tampoco han podido recibir ayuda por parte de sus vecinos y amigos: “Cuando Erick presentó denuncia contra sus agresores (en abril, por lo de la supuesta deuda), una persona quiso apoyarnos y la amedrentó en su casa ‘El Talibán’”, relata Ivonne. “Fue a buscarla con todos los microtaxistas, dejó su casa ametrallada, le dijeron que le iban a matar. La gente tiene miedo, tiene miedo a mostrar su apoyo, a alzar la voz”, lamenta Ivonne.

Fiscalía ignora pistas de investigación

“Según las pesquisas de la Vicefiscalía de Atención a Víctimas, que se encarga de las desapariciones —explica Joaquín Galván—, aparentemente Erick fue trasladado rumbo a la sierra de Oaxaca, porque su taxi fue localizado por esa zona, donde también se encuentra la comunidad de origen del papá de la novia. La Fiscalía se centró en esa ruta e hicieron búsquedas en la zona, pero no encontraron nada. Sin embargo, no tomaron en cuenta datos bien importantes que yo recibí directamente de la familia: la noche de la desaparición hay videos que el mismo papá recolectó con vecinos, donde se ve que dos unidades (una camioneta negra y un coche blanco) interceptan la unidad de Erick a unas cuadras de su casa. Se observa en la penumbra un forcejeo, y de ahí cada una de las tres unidades toma una dirección distinta”.

“Lo que la Fiscalía no considera es la posibilidad de que Erick haya sido bajado de su taxi y metido a la fuerza a alguna de las otras dos unidades, tomando una ruta completamente distinta de la que marcaba el taxi. Pudo haber sido una estrategia disuasiva para seguir un rastro equivocado y despistar hacia dónde pudo haber sido realmente llevado Erick. Su papá ha hecho un gran trabajo, de hecho es un excelente investigador, había pertenecido a la Corporación de Investigación del Estado. Hizo una pesquisa muy importante, y aportó estos videos al ministerio público encargado, donde se ven esos datos. Yo entrevisté al padre y a la hermana de Erick el 1 de septiembre y para esa fecha ni la Fiscalía ni el Ministerio Público encargado habían investigado los videos. Hubo una desatención elemental de casi dos meses”, denuncia Galván.

Además, señala que la Fiscalía no vinculó la primera carpeta de investigación, donde Erick denunció golpes y lesiones el 16 de abril, con su carpeta de desaparición. De hecho, ya habían archivado la primera carpeta, pero se recuperó bajo solicitud del abogado. “Colegas de Erick nos contaron que uno de los señalados tras la agresión del 15 de abril es Carlos N., un mezcalero muy conocido acá en San Agustín, y habría afirmado que iba a entregar dinero a la Fiscalía para que esa carpeta fuera archivada”, denuncian los familiares del joven.

Ya que hubo agentes del Estado involucrados, Joaquín Galván se dirigió con el Comité de Desaparición Forzada de la ONU, que atrajo el caso el 24 de septiembre y dio plazo hasta el 10 de octubre para que la Fiscalía estatal presente sus avances. Además, solicitó al fiscal una estrategia integral donde se involucren ambas carpetas de investigación, atrayendo las carpetas directamente a su oficina. “A partir de eso se dieron cuenta de que efectivamente habían sido inoperantes con la primera carpeta de investigación que había presentado Erick. Es decir, no habían hecho ni un solo acto de investigación. Los señalados no tenían ningún tipo de requerimiento. No los llamaron a entrevista. Absolutamente nada”, denuncia.

El día 8 de octubre por la mañana se realizó una de las primeras detenciones. Detuvieron a “El Talibán”, quien con ayuda de policías municipales agredió a Erick semanas antes de su desaparición.

“Desde el primer día, hemos tenido la esperanza de que mi hermano vuelva. No perdemos la esperanza, al menos de saber qué pasó con él y que nos lo regresen, lo que sea o lo poco que se tenga de él. En caso de que ya no esté con vida, buscamos una tumba donde llorarle, porque por ahora le hemos llorado al vacío, a la nada. Lo único que pedimos es que haya justicia y se respete la verdad de los hechos”, concluye Ivonne.

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