La COP30 en Brasil ¿nueva oportunidad o más de lo mismo?

4 octubre, 2025

Ante la creciente crisis climática global, Brasil albergará la COP30 como una nueva oportunidad para acciones concretas. La cumbre busca compromisos reales para abandonar los combustibles fósiles y financiar la transición energética. La esperanza es que no prevalezcan los discursos y las buenas intenciones

Por Gustavo Alanís Ortega

Hoy en día, para nadie puede ser una sorpresa ni algo que pueda pasar inadvertido el hecho de que los muy diversos fenómenos naturales que estamos presenciando a nivel global están poniendo en una situación delicada y comprometida a la humanidad, al medio ambiente y a los recursos naturales de los cuales dependemos al cien por ciento en nuestra vida cotidiana. Parecería que seguimos sin entenderlo e inexplicablemente nos empeñamos en seguir destruyendo aquello sin lo cual no podríamos subsistir.

Las lluvias torrenciales que hemos visto en las últimas semanas en la Ciudad de México y su zona conurbada son solo un ejemplo de muchos otros que estamos viviendo, tales como los incendios forestales incontrolables y devastadores como los ocurridos en California, Estados Unidos. También, de manera contrastante, en algunas partes del planeta se presentan sequías y en otras partes inundaciones extremas, al tiempo que hemos sido testigos de huracanes cada vez más extremos. Todo esto devasta la riqueza natural, impactando sobre las plantas, los animales y los ecosistemas, así como en la salud de las personas, su economía y su vida misma. 

Tomando en cuenta lo anterior, vale la pena comentar que, del 22 al 26 de septiembre pasados, se llevó a cabo la semana del clima en Nueva York, Estados Unidos.  México estuvo representado por la titular de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, quien en dicho evento afirmó que México es un actor clave en la acción climática internacional y comprometió que la nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), con la que México llegará a la Conferencia de las Partes (COP30) del Acuerdo Marco de la ONU sobre Cambio Climático, fijará una nueva meta absoluta de mitigación hacia el año 2035.

Bárcena Ibarra se pronunció claramente en favor de la justicia climática y la sustentabilidad, haciendo un llamado a abandonar los modelos extractivistas y mejor apostar por un cambio de paradigma que ponga al planeta y a las comunidades en el centro. Reafirmó el hecho de que México cumplirá su compromiso de reducir 35% de emisiones de gases de efecto invernadero al 2030 y enfatizó que México va hacia la industrialización verde con la economía circular, la transición energética justa y la movilidad eléctrica así como con un plan de restauración que dará prioridad a la reforestación.

En el evento celebrado en Nueva York, la Secretaria Bárcena Ibarra expresó que “el cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo, pero también la oportunidad histórica de transformar nuestras sociedades hacia la justicia, la sostenibilidad y la paz”. Destacó igualmente que la adaptación climática debe ser una prioridad, insistió en que debe existir complementariedad entre los diferentes temas climáticos, en la necesidad de apostar por las soluciones basadas en la naturaleza, así como en la protección y restauración de nuestra biodiversidad, e hizo mención a la importancia de contar con mecanismos efectivos de financiación en lo relativo a las pérdidas y daños.

Derivado de la Semana del Clima de Nueva York, vale la pena resaltar algunos aspectos. Por ejemplo, algunos países, como Perú, lograron financiamiento para la conservación de la biodiversidad amazónica; se lanzó el Registro Nacional de Medidas de Mitigación; se anunció la creación de una alianza indígena para proteger los bosques; se reiteró la importancia de cumplir de manera efectiva con los compromisos financieros para poder enfrentar la crisis climática y la transición energética; Reino Unido, Australia y Japón presentaron sus nuevas NDC y Europa anunció que se orientará hacia fijar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero entre el 66.3% y 72.5% para el 2035.

Ante la proximidad de la COP30, a celebrarse en noviembre próximo en Brasil, y a la luz de la cada vez más estresante y complicada crisis climática que enfrentamos a nivel planetario, la cumbre del clima de Belém es una oportunidad más de las muchas que han habido -y que se han desaprovechado- para que los países realmente se comprometan a reducir su emisiones de gases de efecto invernadero, lo que implica en buena medida depender cada vez menos del gas, petróleo, carbón y combustóleo y más de las energías renovables. Se espera que México llegue a dicho evento con una NDC más ambiciosa y realista, que evite caer en el greenwashing y que permita al país transitar energéticamente y con justicia. Esperamos que esto sea así y que no nos quedemos en el discurso y en las buenas intenciones.

Gustavo Alanís Ortega, Director Ejecutivo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA).