Leonora: el surrealismo como refugio y rebelión

28 septiembre, 2025

Esta película biográfica retrata la vida de la pintora Leonora Carrington, cuya obra se forjó como un acto de resistencia. A través de una narrativa onírica, exploramos cómo transformó el dolor, el exilio y la incomprensión en un universo surrealista único. Su historia no es solo la de una artista, sino la de una mujer que desafió su época usando los sueños como arma

Texto: Andi Sarmiento

Foto: Tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. – Leonora es una película biográfica dirigida por Lena Vurma y Thorsten Klein que muestra segmentos de la vida de Leonora Carrington, una de las mayores representantes de la pintura surrealista, cuya estancia en México fue significativa para su arte.

El filme presenta fragmentos de su historia narrados como si formaran parte de una tirada de cartas. De una manera no lineal, conocemos poco a poco los sucesos que la marcaron e influyeron en su forma de percibir el mundo y, por lo tanto, en lo que expresaba en su arte. Vemos que, a pesar de todas sus complicaciones, la pintura fue desde la infancia un punto en común presente en todos los hechos que le evocaban alguna emoción.

Leonora nació en tiempo de guerra, en el Reino Unido, en 1917. En medio de una recesión económica y una sociedad decadente y desesperanzada, tuvo sus primeros acercamientos a la pintura en la infancia, donde plasmó sus angustias e incertidumbres; esto comenzó a formar parte de su identidad.

Llegar al surrealismo

Desde pequeña, Leonora fue una niña innovadora y rebelde, con una conexión especial hacia los animales y una imaginación que le permitía escapar de su realidad, pensando en otras vidas mientras lidiaba con la suya.

Fue criada en una familia adinerada entre tres hermanos varones. Podemos entender que esto fue importante en su manera de ver el mundo, pues desde niña fue minimizada por ser mujer, así como por sus ideas en contra del estándar de comportamiento que se esperaba de ella. Así, creció con la etiqueta de ser la chica respondona, la que peleaba por todo y no hacía caso.

A medida que fue creciendo, se fue afinando su estilo pictórico, basado en sus experiencias. Sus cuadros se convirtieron en parte esencial de su personalidad, así como en una herramienta para canalizar sus emociones.

Asimismo, conforme se desarrollaba artísticamente, conoció a otras personas que, como ella, utilizaban la pintura como puente entre las emociones y lo tangible. Así se formó un grupo entre los que estaban Remedios Varo, Salvador Dalí y Max Ernst, entre otros; sin saberlo, crearon una nueva forma de hacer arte que hoy podemos identificar y estudiar como una vanguardia: el surrealismo.

Soñar: un acto imprescindible

Dentro del contexto social de la posguerra de la Primera Guerra Mundial, soñar se volvió imprescindible. Esta corriente se caracterizó por su conexión con lo onírico del ser humano y su entorno. Tomando como referencia conceptos de la teoría de Freud, los artistas buscaron liberarse explorando el pensamiento intrapsíquico, viendo lo racional de manera irracional. Ante una catástrofe, estas cosmovisiones disruptivas cobraron mucha fuerza para ver más allá de la angustia colectiva.

Además de conocer a las personas con las que Leonora se relacionaba, vemos también los lugares que pisó y logramos entender que en sus migraciones existe un trasfondo sociopolítico.

Muchos personajes encontraron refugio en México a raíz de la guerra, ya que es un país caracterizado por abrir sus puertas a perseguidos políticos. Así llegó Leonora, quien permaneció en nuestra tierra hasta el día de su fallecimiento.

Por otra parte, México formó igualmente parte importante del desarrollo de la corriente surrealista debido a su extensa diversidad tanto natural como cultural. Aquí, Leonora convivió con personas como Edward James, un millonario británico dedicado al arte que construyó lo que hasta la fecha es el único jardín surrealista en el continente, ubicado en Xilitla, San Luis Potosí. Además, fue aquí donde se logró un reencuentro entre Carrington y Varo, quienes habían estado incomunicadas a partir del exilio. Incluso podemos mencionar una famosa frase de Salvador Dalí que, tras su única visita, destacó que nunca volvería, pues no toleraba estar en un lugar más surrealista que sus propias pinturas.

Finalmente, la película destaca otro momento influyente en la vida de la pintora: su estancia en un hospital psiquiátrico.

¿Locura o incomprensión?

La separación de su pareja y el despojo de su hogar sumieron a Leonora en una profunda depresión. Su familia, de manera deliberada, la internó en un sanatorio de Santander durante aproximadamente un año, donde los médicos la sometieron a un encierro y a terapias de electroshock. La tacharon de loca, un diagnóstico que la época aplicaba comúnmente a las mujeres. Sin embargo, al comprender el contexto, vemos que su estado mental era una respuesta a situaciones de gran impacto; fue la estigmatización, la violencia médica y la falta de información lo que acrecentó el deterioro de su salud. El problema no radicaba en ella, sino en el trato que recibió y en la incomprensión general hacia sus emociones.

No obstante, esta experiencia le sirvió de inspiración para sus obras: escribió un libro y realizó diversas pinturas basadas en su visión surrealista de la intriga dentro del hospital.

Crítica

Considero que el filme, si bien funciona como muestra biográfica para comenzar a entender a la artista, no profundiza lo suficiente al abordar los temas. Por un lado, la narrativa replica patrones frecuentes en las historias de mujeres, donde se reduce su éxito a la tragedia. No se trata de omitir los sucesos desafortunados, sino de narrarlos y reivindicarlos sin minimizar el dolor de sus experiencias. Podemos contar la vida de la artista desde otro enfoque, enmarcándola menos desde el sufrimiento y más desde la resistencia.

Por otro lado, pienso que el surrealismo puede ser aún más explotado en futuros proyectos, ya que se trata de una cosmovisión sumamente extensa al adentrarse en la inmensidad del mundo de los sueños.

Aún así, Leonora es una buena película para introducirnos en la corriente y en la pintora, pues muestra el porqué del impacto del surrealismo tanto para ella como para todo un entorno, y permite observar lo que hubo detrás de las obras que hoy permanecen en museos y siguen inspirando a múltiples artistas de nuestra generación.

Leonora está disponible en la Cineteca Nacional de las Artes y en la Cineteca Nacional de Chapultepec.

Andi Sarmiento

Me gusta escribir lo que pienso y siempre busco formas de cambiar el mundo; siempre analizo y observo mi entorno y no puedo estar en un lugar por mucho tiempo