Mudos testigos es una cadena de eventos en los que todos tienen alguna relación entre sí, tanto espacial como temporal. De ahí la importancia de no olvidar el pasado, ya sea para cuestionarlo, reinterpretarlo o resignificarlo, pero siempre traerlo al presente para poder forjar un futuro

Texto: Andi Sarmiento

Foto: Tomada del trailer oficial

CIUDAD DE MÉXICO. – Mudos testigos es un viaje a lo que era Colombia durante la primera mitad del siglo XX. Jerónimo Atehortúa y Luis Ospina nos presentan una recopilación de 12 cintas del cine mudo ubicadas en las décadas de 1920 y 1930. Con ellas, los directores logran construir una romántica historia que, a su vez, refleja el contexto político del país en esa época.

Es un relato sobre Efraín, un hombre estudiante de pintura que, eventualmente, conoce a Alicia, de quien se enamora perdidamente. Sin embargo, ella está comprometida con Ulises.

Además de cautivarnos con la tragicómica evolución de este amorío, podemos notar diversos detalles que nos transportan al cine de la época: desde la vestimenta y los peinados, hasta las formas de expresarse y detalles como ver que una corbata cuesta dos pesos. Estos elementos nos permiten empatizar más con la cinta y entenderla desde una perspectiva distinta.

El ensamblaje de las cintas también nos permite comprender el entorno en el que se desarrolla este amor. Por un lado, la relación se ve influenciada por la fuerte carga patriarcal y tradicional que estigmatiza a una mujer por separarse de un hombre, especialmente si decide unirse a otro de menor poder económico. Este es uno de los principales obstáculos que impiden que los protagonistas ejerzan su amor con libertad. Deben ocultar sus emociones, lo cual genera que estas se tornen cada vez más intensas, siendo las cartas su único medio de expresión.

Otro factor que afecta la situación de la pareja es el contexto político de su país, el cual queda plasmado en las distintas grabaciones. Estas nos dejan con un relato de amor en medio de una resistencia.

A Efraín le corresponde emprender un viaje para reencontrarse con su amada. En el camino, se encuentra con distintos grupos armados, tanto campesinos como militares. Las grabaciones son el registro de una Colombia en plena lucha contra el imperialismo y la militarización estadounidense, soportando el impacto económico de la Guerra Mundial y las repercusiones de la independencia de Panamá, no tan lejana en el tiempo. En este ambiente surgen y se intensifican todas las emociones, mismas que incitan a la creación del arte.

Dentro de la historia, se incluyen las cartas de los amantes y las pinturas de Efraín, que les dieron fortaleza para sobrellevar su dolor. Fuera de la pantalla, la música de fondo, la fotografía y la visión de los cineastas contribuyen a narrar estas perspectivas. Casi un siglo después, los colombianos lograron recuperar estas imágenes, fusionándolas creativamente para convertirlas en una única narrativa.

Todas son formas de expresión a través del arte, el cual resulta atemporal. Mudos testigos es un encuentro entre el presente y el pasado, que logra hacer que los tiempos converjan.

El arte también es una manera de preservar la historia y la cultura. Nuestra actualidad es producto de miles de años de existencia humana.

Es fundamental estudiar la evolución de las obras, analizando no solo su construcción y proceso creativo, sino también los hechos que estas expresan. Todo relato lleva consigo una carga cultural, ya sea una narrativa de romance, sátira o bélica. Siempre podemos encontrar elementos que nos permiten situar el contexto de una región en un determinado momento histórico.

Finalmente, las distintas manifestaciones de los sentimientos, como en este caso el cine, son igualmente actos políticos, ya que plasman las realidades que nos rodean para que los eventos adquieran un sentido en el futuro. Por lo tanto, es imprescindible conservar las muestras de arte que han sido parte de nuestro desarrollo como sociedad.

La historia no debe entenderse como una serie de hechos aislados. Al contrario, son una cadena de eventos en los que todos tienen alguna relación entre sí, tanto espacial como temporal. Esto se aplica en cualquier ámbito en el que decidamos estudiar la historia. De ahí la importancia de no olvidar el pasado, ya sea para cuestionarlo, reinterpretarlo o resignificarlo, pero siempre traerlo al presente para poder forjar un futuro.

Mudos testigos está disponible en la Cineteca Nacional.