El político republicano participaba en un mitin político en Pensylvania que fue suspendido por el tiroteo; Donald Trump está siendo antendido en un hospital cercano
Texto: Redacción de Pie de Página
Foto: Anna Moneymaker / Getty Images / vía AFP
CIUDAD DE MÉXICO.- El expresidente de Estados Unidos y actual candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, fue trasladado a un hospital local de Pensilvania para ser atendido del balazo que recibió esta tade mientras participaba en un mitin en ese estado.
Las imágenes que han circulado en redes, tomadas de la transimisión en vivo del evento, muestran cómo Trump se lleva la mano a la oreja derecha y luego se agacha, después se escucharon varias detonaciones. Agentes de seguridad le ayudaron a levantarse; el candidato tenía sangre en la cara. Inmediatamente levantó el puño y se retiró del escenario.
El portavoz de Donald Trump, Steven Cheung, dijo que el expresidente “está bien”, reportó CNN. “El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz. Está bien y está siendo examinado en un centro médico local. Más detalles seguirán”, dijo Cheung en un comunicado.
Según reportes iniciales en redes sociales, una persona que se encontraba detrás del estrado fue retirado de la multitud cubierto de sangre, posteriormente el Servicio Secreto confirmó la muerte de uno de los asistentes al mítin y que otros dos estaban gravemente heridos.
Fuentes policiales confimaron a CNN que la eprsona que disparó estaba fuera del lugar del mitin, apostado en un techo desde el que disparó. Después de abrir fuego, agentes del servicio secreto, francotiadores que se encotaban cuidando a Trump, dispararon contra el tirador y lo mataron.
Todavía se está trabajando en corroborar la identidad del tirador, pues no llevaba ningún tipo de indentificación encima. Kevin Rojek, el agente especial a cargo de la oficina de campo del Buró Federal de Investigaciones (el FBI), aseguró en una conferencia que se trató de un inteno de magnicidio. El FBI aún trabaja en hacer confirmaciones biométricas y por medio de fotografías del tirador.
El ataque contra Donald Trump se produce un par de días antes de la Convención Nacional Republicana, donde el Partido definirá su candidatura presidencial.
Esta convención, que inicia el 15 de julio, congregará a delegados de 50 estados y seis territorios de los Estados Unidos.
Además de oficializar la candidatura presidencial de Trump, pese a su más reciente condena, la Convención también definirá a su compañero de formula, quien podría convertirse en el próximo vicepresidente de los Estados Unidos, si Trump gana la elección.
En la lista están el actual Gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, quien aprobó una ley antiaborto en ese estado; el senador J.D. Vance, de Ohio, de 39 años; y el senador Marco Rubio, de Florida, quien ha impulsado políticas restrictivas contra la migración.
Horas más tarde, el propio Trump declraró:
«Es increíble que un acto así pueda ocurrir en nuestro país. Me dispararon con una bala que atravesó la parte superior de mi oreja derecha. Supe de inmediato que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel. Sangré mucho, entonces me di cuenta de lo que estaba pasando. ¡DIOS BENDIGA A EE UU!»
Según los reprotes más recientes, la herida que presentó el candidato presidencial fue provocada por un pedazo de vidrio roto que impactó contra su oreja y no por el roce de una bala.
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