10 julio, 2024
Más de un año de incidentes violentos, incluidas amenazas de muerte contra el personal de MSF, han forzado la suspensión de una atención médica vital en Jartum, Sudán, una zona controlada por el grupo paramilitar de las Fuerzas de Apoyo Rápido, quienes han llevado a este país al borde de la guerra civil
Texto: Médicos Sin Fronteras
Foto: Médicos Sin Fronteras
SUDÁN. – Tras más de un año de incidentes violentos tanto dentro como fuera del Hospital Turco de Jartum, apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF), incluyendo amenazas de muerte contra nuestro personal, hemos tomado la decisión de evacuar a nuestro equipo del hospital. Es una decisión muy meditada. Durante casi 14 meses, MSF habíamos logrado brindar tratamiento vital de forma continua en el centro, a pesar de las numerosas obstrucciones, a menudo deliberadas, de las partes enfrentadas. Sin embargo, a raíz de los últimos acontecimientos, ya no es posible seguir brindando este tipo de asistencia.
“La situación en el Hospital Turco, situado en una zona controlada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), se ha vuelto insostenible. En los últimos 12 meses se han producido múltiples incidentes violentos dentro y fuera de las instalaciones, y la vida de nuestro personal se ha visto amenazada en repetidas ocasiones”, afirma Claire Nicolet, responsable de la respuesta de emergencia de MSF en Sudán.
“Más recientemente, en las noches del 17 y 18 de junio, decenas de combatientes heridos fueron llevados al Hospital Turco, y nuestro equipo fue despertado agresivamente mientras se disparaban kalasnikovs contra sus habitaciones. Este tipo de violencia contra nuestro personal es inaceptable. Las partes beligerantes deben proteger y respetar los hospitales y centros de salud como santuarios para los enfermos y heridos, donde el personal sanitario puede brindar asistencia médica con seguridad. No pueden poner en peligro sus vidas mientras intentan salvar las de otras personas”.
En el último año, el personal de MSF que trabaja en el Hospital Turco ha sufrido acoso frecuente tanto dentro de las instalaciones como en la calle al ir y volver del trabajo. Muchos han sido amenazados con ser detenidos. De hecho, a principios de junio, dos hombres armados detuvieron a un empleado de MSF dentro del hospital, lo llevaron a un lugar desconocido y le propinaron una fuerte paliza.
“El equipo está física y mentalmente agotado. Debido al bloqueo impuesto por las autoridades sudanesas desde septiembre -que prohíbe el transporte de suministros médicos y personal humanitario a las zonas controladas por FAR-, el equipo del Hospital Turco lleva 10 meses trabajando sin descanso”, explica Nicolet. “El bloqueo significa que no nos ha sido posible llevar un nuevo equipo para sustituirlos, y han estado trabajando incansablemente para mantener el hospital abierto bajo una intensa presión”.
El Hospital Turco permanece abierto gracias a la presencia del personal del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, la cirugía ya no será posible sin la presencia del personal de MSF que ha sido evacuado y el futuro del hospital es incierto. Desde el comienzo de la guerra, el Hospital Turco ha sido una parte crucial del sistema de salud, atendiendo a pacientes no sólo de Jartum, sino también de lugares tan lejanos como Wad Madani, en el estado de Al Gezira, donde MSF también se vio obligada a suspender sus operaciones en mayo de 2024 debido a los repetidos incidentes de seguridad y a las obstrucciones a la entrada de personal y suministros similares a las que afectaron a Jartum.
Antes de que MSF creara una sala de urgencias y ampliara la capacidad del quirófano del Hospital Turco a mediados de mayo de 2023, era un hospital especializado en mujeres, niñas y niños. Casi el 80% de todas las intervenciones quirúrgicas realizadas en el hospital el año pasado fueron cesáreas para salvar la vida de mujeres con complicaciones durante el embarazo y el parto. Como consecuencia de estos repetidos incidentes de seguridad, se han suspendido todas las intervenciones quirúrgicas en el hospital. MSF también brindamos atención prenatal y postnatal, planificación familiar, gestionamos la unidad de cuidados intensivos pediátricos, el centro de alimentación terapéutica para niños y niñas con desnutrición aguda grave y la unidad de neonatología, la única de todo Jartum. El apoyo de MSF a estas actividades también se ha suspendido.
El Hospital Universitario de Bashair, en Jartum, apoyado por MSF, también ha sufrido múltiples incursiones armadas en los últimos meses, y entre octubre de 2023 y enero de 2024, MSF nos vimos obligados a suspender las intervenciones quirúrgicas en el hospital. MSF seguimos trabajando en este hospital a pesar de estos incidentes. La situación de seguridad en general se ha deteriorado significativamente y en Jartum especialmente.
Médicos Sin Fronteras insta a las partes beligerantes a proteger a la población civil y las infraestructuras civiles, incluidos hospitales y otros centros sanitarios. Para que las instalaciones puedan seguir operativas, es vital que los suministros médicos y los trabajadores humanitarios dispongan de los permisos necesarios para poder desplazarse a través de las líneas del frente. Debido al bloqueo impuesto a las organizaciones humanitarias por las autoridades sudanesas, muchas centros médicos tienen dificultades para seguir abiertos poniendo en peligro la vida y la salud de millones de personas en Jartum y otras partes del país.
Cuando empezó la guerra, en abril de 2023, el Hospital Turco no era más que un pequeño hospital de maternidad y pediatría sin sala de urgencias y con un pequeño quirófano donde se practicaban cesáreas. También contaba con un pequeño centro de diálisis, pero no tenía capacidad para realizar cirugía de guerra ni para hacer frente a la afluencia masiva de heridos.
Sin embargo, cuando empezaron los combates y muchas instalaciones sanitarias de Jartum dejaron de funcionar, el Hospital Turco fue uno de los pocos que pudo permanecer abierto. Los equipos de MSF que se encontraban en Jartum pudieron donar suministros en apoyo, y luego pudieron apoyar al Ministerio de Salud ampliando las funciones del hospital a mediados de mayo de 2023.
MSF ampliamos las capacidades del quirófano.Abrimos una sala de urgencias, formó al personal en cómo responder a la afluencia masiva de víctimas y aumentó el número de trabajadores sanitarios en el centro. En agosto de 2023, MSF también había empezado a dar apoyo a los departamentos de maternidad y pediatría, y el hospital seguía siendo el único centro que ofrecía tratamiento especializado a niños enfermos y mujeres embarazadas en la ciudad.
Los hospitales también están siendo atacados en otras partes de Sudán. En El Fasher, Darfur Norte, se han producido ocho incidentes sólo en las últimas ocho semanas, y los hospitales se han visto obligados a cerrar uno tras otro. Actualmente, sólo hay un hospital -el Saudí- en la ciudad con capacidad quirúrgica y para tratar una afluencia masiva de víctimas. Ha sido atacado tres veces desde que se intensificaron los combates el 10 de mayo.
Su predecesor, el Hospital del Sur -que al comienzo de la guerra era una simple maternidad sin capacidad quirúrgica- se había convertido en el principal hospital de referencia para todo el estado de Darfur Norte hasta que dejó de funcionar el 8 de junio, cuando hombres armados entraron en las instalaciones y las saquearon. Cuatro incidentes precedieron al cierre del Hospital del Sur.
El Hospital Pediátrico de El Fasher también dejó de funcionar el 11 de mayo, cuando una bomba lanzada por las Fuerzas Armadas del Sudán (FAS) cayó a sólo 50 metros del centro, causando graves daños y la muerte de dos niños en la Unidad de Cuidados Intensivos. El Hospital Pediátrico original fue saqueado al comienzo de la guerra en abril de 2023. Los niños y niñas fueron evacuados al centro que fue alcanzado el 11 de mayo. Este centro ha sido reubicado de nuevo, pero el número de camas disponibles para infantes se ha reducido a más de la mitad.
Este trabajo fue publicado por MÉDICOS SIN FRONTERAS. Aquí puedes encontrar la publicación original.
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