2 julio, 2024
El Observatorio del Agua es parte de un Foro que incluye a 25 municipios de la Cuenca del Río Verde Atoyac, cuyo objetivo es saber qué intereses económicos y políticos impiden atender la emergencia de la peor sequía registrada en Oaxaca en los últimos 20 años
Texto: Antonio Mundaca / El Muro
Fotos: Karen Rojas Kauffmann / El Muro
OAXACA. – A un año de que 25 municipios ubicados en el margen de la Cuenca del Río Verde Atoyac, decidieran en Asamblea la instalación del Observatorio Ciudadano Comunitario del Agua y Medio Ambiente de los Valles Centrales de Oaxaca, se aceleraron los procesos para vincular las problemáticas de naturaleza a la gente, frente a la alarmante crisis hídrica que enfrenta la entidad del sur de México, sostuvo Mauricio del Villar, secretario técnico de la iniciativa ciudadana.
Dijo que esta iniciativa es parte del Foro Oaxaqueño del Agua (FOA), que nació en 2003 y se ha convertido en los últimos 20 años, en un instrumento censor de las políticas públicas de la mayoría de los municipios de la zona metropolitana de la capital oaxaqueña, los cuales incumplen sanciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y con ese pretexto la dependencia se niega a dar funcionamiento a plantas tratadoras de aguas residuales y se vuelve una cadena interminable de corrupción que aumenta la contaminación.
Precisó Mauricio del Villar que aunque el 9 de mayo de este año se instaló formalmente el Observatorio, fue en junio de 2023 –cuando fungió como anfitrión el municipio de Oaxaca de Juárez–, que la asamblea decidió la creación de la entidad social ante la falta de información y transparencia sobre el presupuesto estatal destinado al cuidado del medio ambiente, vigilancia y monitoreo de los ríos Atoyac y Salado, en los que habitan casi tres millones de personas, más del 70% del total de la población de toda la entidad.
Afirmó el representante de la sociedad civil que se han enfrentado desde 2003, cuando se creó el FOA, a la percepción de que el proyecto hídrico era algo orquestado desde el gobierno, porque en él participan todas las entidades que tienen que ver con el agua, y eso incluye los niveles federal, estatal y municipal, sin embargo, en realidad son un ente incómodo ante la autoridades.
“A los gobiernos estatal o municipal les toca reconocer este ente, no se trata de pedirles permiso para que permitan ser observados, se trata de transparentar los recursos y las acciones frente a una crisis que en Oaxaca se ha convertido en asunto de salud pública, y no de funcionarios que tienen tendencia a ir a tomarse la foto, hablar quince minutos e irse, el Observatorio y sus asambleas necesitan soluciones que no han dado ante esta emergencia”, recalcó.
Hasta principios de junio la capital oaxaqueña enfrentó una las peores crisis hídricas que tenga registro en su historia moderna, según datos del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO), la sequía dejó al mínimo mucho de los pozos profundos y el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable (Soapa), dependiente del gobierno estatal, no tuvo respuestas adecuadas para enfrentar la crisis de los manantiales de San Agustín Etla, San Andrés Huayápam y San Felipe del Agua que abastecen al área metropolitana.
Nazario García, integrante del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), denuncio en abril de este año, que ocho de cada diez oaxaqueños que habitan en los ocho municipios conurbados a la capital oaxaqueña no tuvieron acceso al agua por temporadas que iban de 30 a 60 días, y tuvieron que pagar pipas con precios de mil 700 a 3 mil pesos, sin que intervinieran las autoridades en su regulación, por el contrario, existieron denuncias de huachicoleo de agua por parte de los mismos funcionarios estatales.
El frente ambientalista también afirmó que existe la intención del gobierno de Salomón Jara de extraer agua de la Presa Paso Ancho, localizada en los límites de San Vicente Coatlán y Villa Sola de Vega, en la Sierra Sur, a cientos de kilómetros de la capital oaxaqueña, obra que fue rechazada por las comunidades desde hace diez años, cuando intento realizar el proyecto Gabino Cué con un presupuesto millonario.
“Es un proyecto de alto costo. Es más barato rehabilitar las Cuencas pero eso no deja dinero y por eso prefieren el saqueo de agua de otros lados. Optan por obras grandes y poco viables en vez de rescatar y cuidar lo que ya tenemos. Mientras proponen esas obras, son las mismas autoridades las que se roban el agua y hacen negocio con las pipas”, denunció.
Mauricio del Villar precisó que en el Observatorio Ciudadano del Agua están interesados en saber quién controla el agua y bajo qué intereses económicos o políticos se distribuye, sobre todo porque ante la crisis de los últimos seis meses en la capital de Oaxaca, detectaron que el gobierno todo lo ve como negocio.
“Nosotros involucramos también a la academia, la sociedad civil y se le invita al sector privado, pero los más importantes son los ciudadanos de a pie, el poder del foro y el observatorio, su gobernanza, recae en la Asamblea que está integrada por autoridades comunales y se va rotando la Asamblea cada tres o cuatro meses y en ellas, los municipios se fortalecen y retroalimentan los procesos y fijan su agenda a los demás”, explico el también integrante del INSO.
Precisó que existe preocupación de que la sequía que ha azotado a la entidad, se pierda con la temporada de lluvias –que sin duda será benéfica para recargar los mantos acuíferos–, pero también aleja el tema de la agenda pública, y eso le sirve a las autoridades para desviar la atención de un problema que año con año se agrava por el cambio climático y la falta de un Plan Hídrico Estatal, que incluya a las Asambleas Comunales de pueblos que ancestralmente han cuidado el agua.
Esta nota fue publicada originalmente en EL MURO, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.
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