Originaria es un festival de poesía indígena que en su segunda edición reunió a poetas hablantes de ayuujk, bats’i k’op, español, maya, y didxazá para desafiar la hegemonía
Texto: Daniela Rea
Fotos: Cortesía Originaria.
CIUDAD DE MÉXICO.- ¿A qué suena el t’uun savi, o el yoreme, o el hñähñu? ¿Qué implica para los hablantes monolingües del español no tener el acceso o la relación con el sonido, la fuerza, la cadencia de otras lenguas? ¿De qué nos estamos perdiendo?
Pensando en estas preguntas es que las escritoras, editoras y promotoras Ateri Miyawatl, Mara Rahab Bautista y Celeste Jaime crearon en el año 2018 un espacio llamado Originaria con la intención de ser un lugar para la escucha del sonido de las lenguas.
Mara Rabah cuenta a Pie de Página por qué la intención de generar escucha, diálogo e interpelación no fue destinada para las mujeres poetas en lenguas originarias. “Las poetas que escriben en sus lenguas originarias, desde donde escriben, se leen, se comparten, se conocen. Siempre me pregunto si hay una necesidad de un espacio para ellas, pero definitivamente sí hay necesidad de un espacio para que nosotros, monilingües, tengamos espacio para pensar en lo que la hegemonía de un idioma nos implica”.
Originaria arrancó este viernes en la ciudad de Pátzcuaro, es su segunda emisión. En ella están invitadas las poetas Diana Domínguez (ayuujk), Susi Bentzulul (bats’i k’op), Aleida Violeta (español/afro), Alejandra Sasil (maaya t’aan), Araceli Patlani (náhuatl), Juany Peñate (lakty’añ), Jumko Ogata (español/afro) y Natalia Toledo (didxazá); en la charla inaugural Yásnaya Aguilar y Jumko Ogata hablaron sobre el acto de escribir fuera de la hegemonía.
Para Ateri, escribir fuera de la hegemonía “me da la posibilidad de descubrir que la estructura de mi pensamiento funciona distinto en nahuatl que en español, escribir en náhuatl me ha permitido ser consciente de esa diferencia y distinguir con mayor certeza lo relevante, la fuerza de tener en mí la posibilidad de transmitirle a mi hije, de compartírselo esa fuerza”.
Para Mara Rabah la hegemonía ha borrado la diversidad de sonidos “por eso creemos que es importante que haya un tipo de comunicación que no es literal, pero que puede conectar, y por eso elegimos la poesía, porque tiene una forma, discurso sonoro, que puede no necesariamente implicar la literalidad de las palabras”.
Además del encuentro presencial (que no es periódico, pues se realiza de manera autogestiva), Originaria publica libros de las poetas invitadas, libros diversos en su sonoridad, su estructura y sus temas: Mikeas Sánchez que es poeta ore escribe sobre sus viajes y su experiencia de vivir en el extranjero, sobre el deseo; Rubí Tsanda Huerta, p’urhépecha, habla de su experiencia viviendo en la ciudad de México; Elizabeth Pérez, también p’urhépecha, escribe sobre la maternidad. Hay otras más que escriben sobre el erotismo, la defensa del territorio. “Como editoras no acotamos las temáticas, sino más bien recibimos su material y sobre lo que ellas nos mandan construimos un orden de esos poemas”, dice Ateri.
Muchas de las autoras son además mujeres activistas comprometidas con luchas por el agua, con la gestión cultural, con la educación en sus comunidades, combinan su literatura con su actividad, con su quehacer diario.
Mara agrega: “Vimos que había una necesidad de hablar de estos territoritos, para mirar las etiquetas y estereotipos con los que nos acercamos a las mujeres indígenas”.
Originaria es una iniciativa autogestiva que este año tuvo apoyo de Fonca, de los gobiernos de Michoacán, Guerrero y el ayuntamiento de Pátzcuaro.
Se puede conocer y seguir el proyecto a través de sus redes sociales, en Facebook Originaria y en Inatagram @Originiara_2.
Reportera. Autora del libro “Nadie les pidió perdón”; y coautora del libro La Tropa. Por qué mata un soldado”. Dirigió el documental “No sucumbió la eternidad”. Escribe sobre el impacto social de la violencia y los cuidados. Quería ser marinera.
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