15 mayo, 2024
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación estalló un paro nacional con una movilización que paralizó el centro de la capital. Mientras los maestros marchaban, el presidente se reunión con la dirigencia del SNTE, quienes respaldaron un aumento salarial que el mandatario anunció temprano
Texto y fotos: Kau Sirenio
CIUDAD DE MÉXICO. – “Aquí y allá con la coordinadora” corean los profesores que se aglutinan en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en su primer día de protesta en el corazón político de México.
Los profesores salieron a las calles en el Día de Maestro a combatir los resabios de la mal llamada reforma educativa de Enrique Peña Nieto, que dejó daños directos en el magisterio mexicano, y que acusan, aún se mantiene con López Obrador.
“Lo peor del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es haber mantenido casi toda la reforma de Peña Nieto. Si bien es cierto que le quitaron el carácter punitivo, salieron con la Unidad de Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (Usicamm), que es lo mismo” reclamó el profesor Pedro Gómez.
En su historia, el CNTE ha puesto muertos, desaparecidos, encarcelados y despedidos por oponerse a la política neoliberal y al charrismo en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
De ahí la consigna que siempre los ha acompañado en su distintas protestas callejeras: “Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden”.
Ahora, la repiten una y otra vez, mientras la marcha avanza bajo el intenso calor que hornea a la capital del país.
Mientras la CNTE toma el primer cuadro de la capital, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, departía el pan y la sal con la otra ala del magisterio, o sea, los líderes del SNTE, los mismo dirigentes que solaparon la reforma punitiva de Peña Nieto.
Aunque son otros tiempos, las mismas consignas que la Coordinadora grita desde hace décadas parecen seguir vigentes: democracia sindical, fuera los charros.
La demanda viene desde el derrumbe de la primavera magisterial de 1989, cuando el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, impuso a Elba Esther Gordillo al frente SNTE. Gordillo, al estilo de su antecesor, Carlos Jonguitud Barrios, se reunía y firmaba acuerdos cupulares. Desde Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Ahora ya no es Elba Esther, sino Alfonso Cepeda Salas, quien dijo estar conforme con el aumento salarial propuesto por el presidente horas antes, desde su conferencia matutina.
El aumento anunciado por el presidente consiste en incrementar hasta en un 10 por ciento el salario de los trabajadores de educación básica federalizada. Esto, criticaron sectores del magisterio, no aplica a los trabajadores de servicios estatales, quienes enfrentan bajos salarios y prestaciones, sin que nadie intervenga en ello.
La propuesta presidencial no contempla otras demandas del magisterio, como la reforma al sistema de pensiones y la eliminación de la Usicamm, motivos por lo que estalló el paro de la CNTE.
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El testimonio del profesor Pedro Gómez, secretario general de los jubilados de la sección 438 de Acapulco, Guerrero, retrata esta necesidad. Trabajó 33 años frente a grupo, entregó su vida en la formación de niños en la rural del municipio de Acapulco, pero al jubilar volvió a la pobreza, las leyes que los diputados del PRI y PAN aprobaron en 1997 y 2007 le quitaron sus ahorros para el retiro.
“A pesar de que aportamos para nuestra jubilación, pero nos quedamos sin estos recursos, del fondo colectivo nos pasaron a cuenta individual. Lo que ahora recibo no me alcanza para la canasta básica. Cuando éramos activos teníamos 90 días de aguinaldo, ahora solo recibimos 40 días, la verdad esto nos afecta en el gasto familiar”.
Mientras el profesor Pedro Gómez platica con el reportero, la plancha del zócalo capitalino se convirtió en un campamento de resistencia. Ahí los maestros de las secciones: 7, 9, 11, 18, 22 y la Ceteg extendieron lonas y armaron fogones para cocinar frijoles y carnes de puerco.
Estarán ahí hasta que sus demandas sean resueltas. El primer intento será este jueves a las 10: 00 am, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador los va a recibir.
La marcha partió en el metro San Cosme, avanzó sobre la México-Tacuba, luego dobló en Eje Central Lázaro Cárdenas y de ahí tomó Venustiano Carranza hasta Pino Suarez. Después, entró triunfal al zócalo de la capital, donde los profesores se toparon con un palacio amurallado.
Lejos de celebrar el día de maestro, la Coordinadora salió a la calle para gritar que en seis años siguen padeciendo las reformas que se impusieron a sangre y fuego: en 2013 en Guerrero y Oaxaca; en 2014 con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; y en 2015 con la masacre de Nochixtlan, Oaxaca.
“Venimos a la movilización nacional para decirle al gobierno que reforme la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), porque la reforma de 2007 afecta a los compañeros maestros por el fondo de ahorro individual” sostiene el profesor Saúl Demetrio Felix de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG).
En entrevista con Pie de Pagina, el profesor guerrerense enumera una serie de demandas que no fueron resueltas en este sexenio que se va: “La derogación total de la reforma Peña-AMLO, el Usicamm, reforma a la ley del ISSSTE, contratación de profesores por contrato desplazados en su centro de trabajo. Es por eso que estamos aquí», afirma.
Las consignas se ahogan en Eje Central; el contingente de maestros se convierte en un arcoíris de rojo a blanco, de morado a negro, y los pasos lentos, como el engrane de la máquina más vetusta de la fabrica del siglo pasado, pero ahí van, con los mismo gritos.
“Porque el color de la sangre jamás se olvida, los masacrados serán vengados. ¿Y quien los vengarán? El pueblo unido y organizado. ¿Y cómo? Luchando. Por eso lucha, lucha, lucha, no dejes de luchar, por una educación científica y popular” repiten los maestros al unísono.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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