Las condiciones inhumanas en las que trabajan los jornaleros agrícolas en Baja California Sur han sido denunciadas en múltiples ocasiones, pero ni los estados expulsores ni receptores de jornaleros han tomado cartas en el asunto, dejando ver que en realidad, más allá de discursos, no les importan los trabajadores agrícolas

Por Kau Sirenio / X: @kausirenio

En los medios locales de Baja California Sur se difundieron distintas imágenes de protestas de jornaleros agrícola que trabajan en la empresa agrícola de El Piloto, filial de la trasnacional granjas agrícola Baja Best; los obreros agrícolas demandan pago de aguinaldo de 2023 y robo de salario –practicas comunes en Estados Unidos–, así como seguridad social.

La resistencia por mejores condiciones laborales en los campos agrícolas empezaron en el valle El Vizcaíno, Baja California Sur, pero su voz no había tenido eco en el gobierno del estado, previo a la toma de las oficinas administrativas del rancho agrícola El Piloto, los jornaleros agotaron las todos los trámites, pero la petición no fue atendida.

La radicalización de la protesta escaló el 20 de abril cuando alrededor de 300 trabajadores del campo tomaron las oficinas administrativas del rancho agrícola El Piloto, que se ubica en el ejido Díaz Ordaz, municipio de Mulegé, BCS.

Los obreros agrícolas denunciaron que administradores de la empresa realizaban pagos incompletos; solo pagaron unos meses, sin embargo, después dejaron de cubrir el pago pendiente, los mismo pasó con el aguinaldo, primas vacacionales, prestaciones, así como las primeras semanas de abril.

La movilización de los trabajadores del campo puso a descubierto las condiciones de vivienda donde viven hacinados; la falta de agua potable, así como energía eléctrica son otros elementos que carecen en las cuarterías de la empresa trasnacional Baja Best.

Los jornaleros no solo exhibieron la condición paupérrima en que trabajan desde hace varios años, sino que denunciaron la discriminación y malos tratos en los surcos y en las oficinas administrativas donde reciben la paga por la explotación diaria.

De acuerdo con diversos testimonios en medios locales de Baja California Sur, la empresa despide sin justificación. Esta situación llevó a que los jornaleros de los estados del Sur optaran por retirarse a sus estados de origen, mientras que los trabajadores locales no ven solución a sus demandas porque las autoridades locales no ha mediado en el conflicto.

Hasta una semana después la movilización de los trabajadores agrícolas, el gobierno de Víctor Manuel Castro Cosío visitó el campamento de los jornaleros para mediar en el conflicto, aunque sin resultados favorables para los obreros.

El secretario del Trabajo del estado, Omar Zavala Agúndez, dio a conocer que se entabló un diálogo con los empresario agrícolas, quienes incumplieron con el pago. El funcionario estatal no precisó bajo qué condición fue la platica con los dueños de la empresa trasnacional.

Mientras el gobierno de Baja California Sur entabla el dialogo con la empresa agrícola, los congresistas de ese estado llevaron el caso de El Piloto a la tribuna, pero sin argumentos sólidos ni propuestas claras de cómo resolver las explotación laboral en los campos agrícolas.

Las diputadas Hilcia González Márquez y Eufrocina López Velasco se sorprendieron al enterarse de las condiciones inhumanas en que viven y trabajan los jornaleros en Baja California Sur; esta reacción evidencian la falta de contacto con la realidad en los campos agrícolas.

“Tienen falta de suministro de agua potable y de energía eléctrica en algunos cuartos, y la cancelación de servicios de guardería y de transporte hacia el poblado para realizar compras” se lee en el pronunciamiento que leyeron en la tribuna.

Estas condiciones humanas se vienen encunando desde hace varios años, desde está pagina de Tatyi Savi se han visibilizado las condiciones laborales de los obreros agrícolas, pero ni los estados expulsores ni receptores han tomado carta en el asunto, o sea, no les importan los trabajadores agrícolas.

Ojalá que el recorrido de los legisladores de Baja California Sur en el municipio de Mulegé genere empatía en las congresistas para que legislen una ley mas amigable en materia de derechos humanos para los jornaleros agrícolas.

Mientras que a los consumidores les toca boicotear las fresas y jitomates que producen El Piloto, de la trasnacional Baja Best, para que esta empresa firme el contrato colectivo con los jornaleros, así como reducir el acoso hacia las jornaleras.

El rancho El Piloto de la trasnacional Baja Best se ubica en el Valle El Vizcaíno, a unos 700 kilómetros al norte de La Paz, por la condición desértica de la región el acceso al servicio de agua potable y de salud es bastante complejo.