El polémico presidente de Ecuador se enfrenta a un momento clave con la consulta popular de este domingo. Las probabilidades de una derrota son altas, lo que implicaría perder la posibilidad de ocupar un nuevo período presidencial
Por Alberto Nájar / X: @anajarnajar
Este domingo 21 de abril el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se juega la reelección… Y probablemente su permanencia en el cargo.
El país está convocado a una consulta popular para definir, entre otros temas, una nueva estrategia de seguridad que incluya la participación de las fuerzas armadas contra la delincuencia.
En la consulta también se vota la extradición de ecuatorianos, algo que está prohibido por la Constitución, la modificación de las leyes laborales para permitir los contratos por horas y autorizar al Estado quedarse con las propiedades y recursos confiscados a la delincuencia.
Noboa llega a esta votación en medio de una profunda crisis política por varias razones:
Una de ellas es el costo político por ordenar el asalto a la embajada de México para detener al exvicepresidente Jorge Glas, y que provocó el aislamiento casi total de su gobierno en América Latina.
La decisión fue condenada por la Organización de los Estados Americanos, la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros. Además, Ecuador enfrenta un juicio en la Corte Internacional de Justicia y la posibilidad de ser expulsado de Naciones Unidas por violar la Convención de Viena.
Un elemento adicional es la profunda crisis de seguridad pública que dejó un saldo de ocho mil asesinatos durante 2023. Ecuador registra la mayor tasa de homicidios en América Latina.
Por si fuera poco, la falta de lluvias ha provocado una serie de apagones en extensas zonas del país ante la falta de agua para activar las plantas hidroeléctricas, la principal fuente de abastecimiento de electricidad.
En otros momentos las crisis fueron solventadas con la importación de energía desde Colombia, pero ahora el presidente Gustavo Petro suspendió la ayuda con el argumento de que las presas de su país también registran niveles críticos y apenas alcanza la producción de electricidad para abastecer el mercado interno.
Daniel Noboa no cree el argumento y asegura que, en el fondo, se trata de una represalia por el asalto a la embajada mexicana. Probablemente tiene razón, pero también Petro.
Al final el costo es para los ecuatorianos. Para mitigar la crisis el presidente decretó estado de emergencia, suspendió las clases y ordenó suspender labores del gobierno.
Pero la mezcla de inseguridad, violencia y apagones no han sido la mejor receta para conservar la popularidad que tenía Daniel Nobia, y que por momentos superó el 60 por ciento.
Tampoco le ayudó el manipular la verdad sobre el secuestro de Jorge Glas. Horas después del ataque a la embajada de México las autoridades afirmaron que el exvicepresidente estaba a punto de huir del país.
Inclusive señalaron que había un plan para sacarlo de las instalaciones en la cajuela de un automóvil. La versión fue desmentida por el gobierno de México al difundir el video del secuestro de Glas.
Más. La semana pasada, cuando el suministro de electricidad empezó a tener problemas, Noboa aseguró que la situación estaba bajo control y que no habría apagones en Ecuador.
Días después la realidad lo desmintió. En varias regiones del país hubo apagones de hasta diez horas, lo que desató protestas de campesinos y universitarios en algunas ciudades como Quito, la capital.
La consecuencia llegó rápido. Según algunas encuestas, la popularidad del presidente bajó ocho puntos en dos días.
Así, la paciencia de los ecuatorianos se acerca a su límite y según varios analistas es probable que este domingo cobren la factura en la consulta popular.
En caso de perder la votación, sobre todo en el tema de seguridad, la situación política de Noboa se complicaría, sobre todo por la necesidad de tomar acciones urgentes para frenar la ola de violencia en el país.
El margen de operación sería escaso. Tras el ataque a la embajada mexicana el movimiento Revolución Ciudadana canceló el acuerdo que tenía en la Asamblea Nacional con el partido del presidente, Acción Democrática Nacional.
La alianza le había permitido al mandatario contar con mayoría legislativa para aprobar el presupuesto y algunas reformas legales.
Ahora, sin ese respaldo, difícilmente podría sacar adelante su estrategia de seguridad que en los hechos implica la militarización de Ecuador.
Por eso la llevó a consulta popular. Hace unas semanas la propuesta tenía altas probabilidades de ser aprobada, pero ahora la situación es otra.
No son pocos los analistas que advierten una derrota en las urnas para Daniel Noboa, lo cual implicaría perder la posibilidad de reelegirse al concluir su mandato, en 2025.
Más aún: si la Corte Internacional de Justicia emite un fallo en contra de Ecuador, el mandatario podría enfrentar un juicio político que lo lleve a la destitución.
Un escenario que en estos días parece improbable. Pero la moraleja de las últimas semanas para Noboa es que su futuro político no está asegurado, y que el escenario puede cambiar de un momento a otro.
Para decirlo en mexicano: del plato a la boca, se cae la sopa.
O regar la sopa es muy fácil, como bien lo sabe el controvertido junior de la política ecuatoriana.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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