4 marzo, 2024
En un encuentro que celebrarán del 6 al 10 de marzo, buscan compartir algunos de los esfuerzos que se están haciendo para proteger los alimentos de los pueblos originarios de la extinción, y descubrir los orígenes de la comida cotidiana, así como los lugares donde todavía son producidos por las comunidades
Texto y fotos: Karen Rojas Kauffmann / El MuroMx
PUEBLA. -“Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre: sentimos hambre dos, tres veces al día. No hay nada más frecuente, más constante, más presente en nuestras vidas que el hambre –y, al mismo tiempo, para muchos de nosotros, nada más lejano que el hambre verdadera”, dice Martín Caparrós en su libro El Hambre (Anagrama, 2015) para entenderla, para contarla.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en los territorios de los pueblos indígenas se resguarda el 80% de la biodiversidad del planeta, esto significa que las comunidades originarias juegan un papel crucial en la protección de la producción de medios de subsistencia al rededor del mundo, sin embargo esa riqueza ya no está concentrada en los territorios ni en sus habitantes, por eso comer es más que alimentarse.
Ésta y otras reflexiones se abordarán del 6 al 10 de marzo, cuando 80 delegados de México, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Brazil, se reunirán en el evento Terra Madre Indígena 2024, Pueblos de Abya Yala, organizado por la Red Slow Food de Pueblos Indígenas y la organización Timo’Patla Intercultural, en la Ciudad de México.
“El acaparamiento de tierras, las violaciones de los derechos humanos, el cambio climático y la agricultura insostenible son sólo algunas de las amenazas más obvias para esta rica diversidad”, aseguró Dalí Nolasco Cruz, originaria de la comunidad nahua de Tlaola, Puebla, fundadora de la organización Timo’Patla Intercultural, una red poblana de apoyo a la economía social y solidaria de mujeres indígenas nahuas, totonacas y mixtecas.
Bajo el lema ‘resistiendo en la mesa para alimentar el futuro y detener la colonización alimentaria’, la Red Slow Food de Pueblos Indígenas, busca compartir algunos de los esfuerzos que se están haciendo para proteger los alimentos de los pueblos indígenas de la extinción, y descubrir los orígenes -poco conocidos- de la comida cotidiana, así como los lugares donde todavía son producidos por las comunidades”, explicó.
“Otra amenaza menos visible también está poniendo en riesgo la biodiversidad por la colonización a través de los alimentos, porque muchos pueblos originarios con valiosos alimentos tradicionales, y de altas propiedades nutricionales o medicinales, están siendo despojados o explotados con fines de lucro por grandes empresas trasnacionales, sin reconocimiento ni beneficio para los pueblos”, agregó la promotora y defensora de semillas criollas, alimentos y territorios indígenas.
El evento Terra Madre Indígena 2024, pretende celebrar la diversidad de las culturas alimentarias indígenas, sensibilizar sobre los derechos de los pueblos y reeducar al gusto.
“Durante los 5 días que durará el evento se mostrarán experiencias y ejemplos para que todas las personas asistentes puedan a través de talleres y visitas guiadas, reflexionar colectivamente sobre los alimentos tradicionales y locales que están siendo reemplazados por aquellos industriales y globalizados, generando inseguridad alimentaria, pérdida de sabores, saberes, celebraciones gastronómicas, economías locales e identidades alimentarias, explicó Dalí Nolasco Cruz.
Alimentos indígenas como el maíz, frijol, chile y hierbas nativas siguen formando la base de la cocina mexicana, pero los pueblos indígenas en México sigue batallando por proteger sus derechos sobre la tierra, los cuales están siendo constantemente violados desde el Estado. “Las actividades están pensadas para reconocer el valor de los saberes gastronómicos ancestrales pero también esperamos que inspire a las personas indígenas a descubrir y enorgullecerse de su propio patrimonio alimentario”.
El primer día, resume Noslasco Cruz, “los delegados tendrán la posibilidad de conocerse, compartir proyectos, desafíos y organizar las próximas actividades para el futuro de la red en México y Latinoamérica. Luego tendremos dos días completamente abiertos al público donde mostraremos la diversidad y belleza de nuestros pueblos, también tendremos la oportunidad de compartir nuestros saberes, nuestras experiencias de trabajo comunitario y de defensa de nuestros derechos, nuestros alimentos y nuestra soberanía”.
Aseguró que los días subsecuentes habrán conferencias, talleresde degustación y espectáculos culturales como el Rap Agroecológico; el Teatro Dancístico Descoloniza tú Comida, de los Altos de Chiapas; la Banda de viento Sendero de Tlaola, Puebla; Los quetzales del Centro Cultural de San Miguel Cuamila; el ensamble Nuge bui; o el baile regional del Estado de Yucatán Muuch’kanan. Todos, momentos dedicados al arte, a la música, a la danza y a las identidades de los pueblos originarios, en los que el público indígena y no indígena también podrá participar.
Los últimos dos días, el espacio tendrá un mercado para probar y comprar productos de todo el continente latinoamericano. El programa terminará con un taller del gusto dedicado a recetas indígenas tradicionales mexicanas. El evento de Terra Madre 2024, será gratuito y tendrá lugar en el Complejo Cultural Los Pinos, en la Ciudad de México.
Slow Food es un movimiento mundial que actúa para garantizar una alimentación buena, limpia y justa. Organiza una red global de comunidades locales en más de 160 países de todo el mundo, que defiende la diversidad cultural y biológica, la educación alimentaria y promueve una política gastronómica más equitativa para todas y todos.
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