Las trabajadoras sexuales expusieron sus testimonios acerca de la violencia que afrontan día con día. Pidieron que se considere como feminicidio el asesinato de “La preciosa”, trabajadora de la Zona de Tolerancia en Tuxtla Gutiérrez, ocurrido dos días antes del Día Internacional de la Mujer

Texto y fotos: Andrés Domínguez / Chiapas Paralelo

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Con la participación de 17 entidades de México y nueve municipios de Chiapas, se llevó acabo el XXII Encuentro Nacional de la Red Mexicana de Trabajo Sexual, organizado por la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, en el que las trabajadoras exigieron alto a la violencia en su contra y justicia por el feminicidio de Bertha Lilia Alvarado Leyva.

Como primer acto de este Encuentro, se realizó un foro para denunciar la situación de violencia de las trabajadoras sexuales de Tuxtla Gutiérrez, consentida por las mismas autoridades que operan la Zona de Tolerancia bajo condiciones de abuso extremo y trata de personas.

Las trabajadoras, una por una, denunciaron amenazas a su integridad física. Acusaron que quienes se consideran dueños de los módulos no han podido acreditarlo y esto permite un abuso económico que es considerado explotación sexual.

La Brigada y la Alianza Global contra la Trata de Mujeres hicieron un estudio bajo 30 indicadores para determinar las condiciones laborales dentro de las Zonas de Tolerancia. La capital chiapaneca arrojó números rojos.

“No se ve voluntad política (…) Están coludidos los dueños de los módulos con expresidentes y exsecretarios de Gobierno, esto hace que la explotación sexual se incremente, así como la trata de personas”, mencionó Jaime Montejo, integrante de la Brigada.

En los siguientes foros participaron trabajadoras de distintos municipios del estado, en San Cristóbal de las Casas, los últimos 5 años han sido asesinadas 3 trabajadoras sexuales; un transexual, por un grupo de personas en San Juan Chamula, quienes con armas y violencia busca controlar el derecho de piso.

Las trabajadoras han sido amenazadas con ser quemadas vivas por el grupo que también promueve la explotación sexual y la pornografía adolescente.

“Las han golpeado con cadenas, las hicieron que les mordieran los perros, las amarraron y las sumergieron al río”, dijo Montejo.

La Brigada detectó que en el municipio de Escuintla, un médico del DIF Municipal, encargado de control sanitario que libera tarjetas de las trabajadoras para poder laborar, condiciona a las trabajadoras a tener sexo oral para acreditarles el documento.

En Tapachula, las trabajadoras sexuales nacionales y migrantes, han sido extorsionadas por dos grupos de la pandilla mara salvatrucha. Al momento de presentar la denuncia ante la Fiscalía de ese distrito, les ha sido negada por su situación irregular, dijo el representante de la Brigada.

Desde hace dos meses y medio fueron retenidas siete mujeres en la frontera con Guatemala, las cuales presume la Brigada estén siendo explotadas y quienes se desconoce su paradero.

Todas estas denuncias fueron expuestas a sus compañeras de los diferentes estados, las cuales gritaban “no están solas” y “la esquina es de quien la trabaja”.

Durante el Encuentro se recordó el asesinato de Bertha Lilia Alvarado Leyva, conocida como “La preciosa”, de 66 años, hallada muerta el 6 de marzo, en la colonia Sacramento de Jesús, a escasos metros de la “Zona de Tolerancia”. Su cuerpo fue hallado sin ropa, con marcas de golpes, en un terreno baldío cerca de un barranco.

Bertha Lila laboraba en la zona de tolerancia desde su fundación en diciembre de 1991. Por su edad, la preciosa ya no ganaba mucho con el trabajo sexual.

“Lavaba ropa a sus compañeras, les hacía mandados, recogía basura y repartía comida, además era muy pobre y sólo cargaba el dinero de su pasaje para la combi”, indicó Itzel, una de sus compañeras.

“A la zona galáctica (como es conocida la zona de tolerancia) llegó el rumor de que habían asesinado a una de las mujeres del lugar en la colonia El Sacramento de Jesús, y como ‘La preciosa’ no llegaba, empezamos a suponer que era ella”, relató Adela, trabajadora sexual del lugar.

Un hombre que vende tortillas en la zona galáctica avisó al turno de la mañana de la Policía Municipal de la zona galáctica que a una mujer la habían subido a la fuerza a una camioneta roja. Dos patrullas, una de la Policía Preventiva y otra municipal, llegaron sin hacer nada al respecto.

Bertha Lila fue golpeada, violada, degollada y su cabeza sufrió estallamiento por los golpes que le dieron con una piedra. Sin embargo, el crimen no fue clasificado como feminicidio, pese a que cumple al menos como una de las siete causas contempladas en el Código Penal Federal, siendo la séptima: el cuerpo de la víctima sea expuesta o exhibida en un lugar público.

La Brigada recordó que por este asesinato no hubo ningún posicionamiento de alguna autoridad.

Días después del feminicidio de Bertha Lila, sus compañeras y una de sus hijas le hicieron un pequeño homenaje en la Zona de Tolerancia.

Su hija Marcela tomó la palabra: “mi mamá ya no tenía necesidad de venir a trabajar, porque mis hermanos y yo se lo pedimos, sin embargo ella amaba y estaba acostumbrada a venir por tantos años. Somos cinco hermanos, y quiero que sepan que nos sentíamos muy orgullosos de ella, este trabajo nos dio carrera a todos”.

Las trabajadoras sexuales exigen a la Fiscalía General del Estado revisar el expediente y recategorizar el feminicidio de Bertha Lilia.

“El crimen de odio contra las trabajadoras sexuales es una amenaza para las mujeres que laboran en la zona galáctica” dijo Paulina Conde, integrante de la Brigada.

Este trabajo fue publicado originalmente en Chiapas Paralelo, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Consulta aquí la publicación original

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