Estados Unidos es el único país del mundo donde hay más armas que ciudadanos. El reciente tiroteo en Kansas City es consecuencia de eso, pero eso no importa a los estadounidenses
Por Alberto Nájar / X: @anajarnajar
En la celebración participaba más de un millón de personas, alegres por el bicampeonato de los Jefes de Kansas City en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, en inglés).
Pero la fiesta se interrumpió por un tiroteo. Una persona murió y 20 más resultaron heridas. Tres fueron detenidos por la policía.
La persona fallecida es de origen mexicano: Lisa López Galván, residente en Kansas y quien festejaba la victoria de su equipo en el Súper Tazón.
El incidente reabrió un viejo debate en Estados Unidos, la necesidad de regular la venta libre de armas de cualquier tipo que se ampara en la Segunda Enmienda en la Constitución de ese país.
Un tema que se apagará en pocos días, hasta el próximo tiroteo. El ocurrido en la capital de Missouri servirá para alimentar las estadísticas, nada más.
En lo que va del año han ocurrido 48 tiroteos en Estados Unidos, prácticamente uno por día
De acuerdo con la organización Gun Violence Archive (GVA) en 2023 hubo 656 incidentes de este tipo, y al menos 40 masacres cometidas con armas de fuego.
En los ataques 297 niños de entre 0 y 11 años de edad fueron asesinados, así como mil 385 adolescentes entre 12 y 17 años.
Pero las cifras no conmueven a los estadounidenses, que parecen acostumbrados a pagar el costo de lo que llaman “el corazón de su libertad”: el derecho a portar armas.
Lo cumplen en exceso. Una investigación de la organización suiza Small Arms Survey (SAS), citada por la cadena CNN, revela que existe un promedio de 120 armas de fuego por cada cien estadounidenses.
No hay otro país en el mundo con estos datos, ni siquiera los que se encuentran en guerra o padecen altos índices de criminalidad.
Haití, un país asolado por la violencia de pandillas, desigualdad y crisis de gobierno reporta 2.6 armas en posesión de civiles por cada cien mil habitantes.
Sudán tiene 6.6 y Nigeria 3.2, mientras que la cifra de Ucrania es de 9.9 y la de Rusia asciende a 12.3 armas por cada cien mil civiles.
En promedio los estadounidenses están diez veces más armados que los rusos, y casi 40 veces más que los nigerianos.
En el caso de México la cifra es de 12.9 armas por cada cien mil habitantes, nueve veces menos que Estados Unidos.
La investigación del SAS estima que los estadounidenses poseen cerca de 393 millones de los 857 millones de armas civiles disponibles.
Es decir, el 46 por ciento del arsenal del mundo se ubica en Estados Unidos. Se nota a nivel de calle.
Una encuesta de Gallup señala que el 44 por ciento de los adultos de ese país viven en un hogar donde existen armas, y aproximadamente un tercio de ellos reconocen poseer una de manera personal.
De hecho, un tercio de ellos está convencido que habría menos delitos si aumentara la cantidad de armas en el país, aunque las evidencias muestran lo contrario.
Existen varios estudios que indican un incremento en el número de asesinatos, muertes accidentales y suicidios en los países con más armas en poder de los civiles.
Por ejemplo, de acuerdo con el GVA el año pasado hubo 18 mil 854 muertes relacionadas con armas, y los suicidios de estadounidenses con disparos superan los 28 mil.
Datos del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IHME en inglés) advierten que la tasa de muertes por violencia armada en Estados Unidos es 22 veces mayor que la de la Unión Europea.
Las estadísticas son utilizadas por los activistas pro derechos humanos, y especialmente por el presidente Joe Biden quien insiste en cambiar las reglas para la posesión de armas en su país.
Pero la realidad es otra. Tiroteos como el de Kansas City alimentan el miedo en las calles y con ello, la hipótesis de que se necesitan más armas para combatir la inseguridad.
Los políticos lo saben. Una encuesta de abril pasado del Centro Pew reveló que el 80 por ciento de los republicanos y el 19 por ciento de los demócratas están convencidos de que las leyes sobre el tema son correctas, o necesitan endurecerse.
En este 2024, cuando se elige al próximo presidente de Estados Unidos y se renueva la mayoría de posiciones en el Capitolio y el Senado, difícilmente habrá cambios.
Lo único seguro es que ya se prepara el próximo tiroteo o la siguiente masacre.
Y nada podrá impedirlo.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
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