Comunidades de Aprendizaje es un proyecto educativo basado en evidencias presente en México desde el 2013, sus impactos constatan que la ciencia puede y debe estar al servicio de una mejor educación
Por María del Socorro Ocampo Castillo * / MUxED
Al momento de escribir estas líneas, tengo la enorme satisfacción de participar desde distintos frentes y desde hace más de 12 años en la transferencia de las Comunidades de Aprendizaje a México y confío que sus transformaciones y la contundente y esperanzadora ciencia que le sostiene, continuará impactando en una mejor educación y en más sueños de vida que se hacen realidad a partir de ella.
Comunidades de aprendizaje es un proyecto de transformación social y educativa que se basa en dos elementos fundamentales para el aprendizaje: las interacciones y la participación de la comunidad,[1] el cual se basa en la implementación de Actuaciones Educativas de Éxito (AEE) identificadas por la comunidad científica internacional por su efectividad en la mejora de aprendizajes y de convivencia en cualquier contexto en donde se apliquen.
Su objetivo consiste en la transformación de las escuelas tras un proceso que pasa por las fases de sensibilización (colocar con la comunidad las bases teóricas y metodológicas del proyecto), toma de decisión (toda la comunidad decide si desea o no convertirse en una comunidad de aprendizaje), sueño (en un evento emotivo, todas las personas sueñan con la escuela que desean), priorización (se priorizan y organizan los sueños de todas las personas) y planificación (hacer los sueños realidad a partir de la implementación de las AEE).
Comunidades de Aprendizaje cuenta con una trayectoria de más de 45 años durante los cuales escuelas alrededor del mundo han experimentado y testificado estas transformaciones y se han convertido en referentes de esperanza y posibilidad. Lo anterior es posible gracias a la ciencia de impacto social que sostiene al proyecto.
Comunidades de Aprendizaje se sustenta en el aprendizaje dialógico, teoría educativa basada en la concepción comunicativa del aprendizaje la cual sostiene que las personas aprendemos más y mejor a partir de interacciones y que construimos y damos significados a nuestra realidad a partir de la comunicación y el diálogo con otras personas. De ese modo el conocimiento se genera primero desde un plano social para luego interiorizarse como conocimiento propio.
El aprendizaje dialógico sostiene que las personas necesitamos situaciones de interacción para aprender, pero que no basta con generar muchas interacciones, sino que también éstas deben ser diversas y establecerse a partir del diálogo basado en relaciones de igualdad y no de poder. Ello significa reconocer que todas las personas tenemos conocimiento que aportar a partir de nuestra inteligencia cultural.
De manera práctica, el aprendizaje dialógico se manifiesta mediante siete principios: diálogo igualitario, inteligencia cultural, transformación, dimensión instrumental, creación de sentido, solidaridad e igualdad. Cada uno de estos principios está presente en todo momento en las Comunidades de Aprendizaje y es lo que logra que efectivamente se puedan obtener más y mejores resultados que apuntalen al éxito para todas las personas.
El siguiente componente de las Comunidades de Aprendizaje son las AEE[2], estas actuaciones han sido identificadas a partir de cuatro criterios, el primero es que fueran actuaciones educativas capaces de generar mejoras en aprendizaje y convivencia; el segundo que pudieran ser universales y transferibles a cualquier contexto; el tercero es que los dos puntos anteriores estuvieran demostrados a partir de investigaciones científicas que hubieran tomado en cuenta las voces de toda la comunidad (y no sólo la del equipo investigador u otros interesados); por último que los tres criterios mencionados estuvieran avalados por publicaciones rigurosas de la comunidad científica internacional.
Siguiendo estos criterios, el proyecto INCLUD-ED desarrolló 22 estudios de casos y un despliegue internacional de más de 150 investigadores de 14 universidades distintas que contribuyeron a tal objetivo, teniendo por resultado la identificación de seis actuaciones:
Todas estas AEE aseguran el mejoramiento unísono de aprendizajes académicos y de convivencia. Al día de hoy, múltiples investigaciones y publicaciones científicas continúan dando cuenta de los impactos positivos que la implementación de AEE conllevan en los contextos escolares a nivel individual, que comprende (1) el aprendizaje instrumental de los estudiantes y 2) la autoestima y la motivación; a nivel de grupal, que implica (3) mejorar las relaciones interpersonales y (4) cohesión y reducción de conflictos; y a nivel comunitario, que comprende (5) participación familiar y cambio hacia la escuela y (6) reducción del ausentismo[3].
En México, la transferencia del proyecto Comunidades de Aprendizaje inició en 2013 a partir del trabajo conjunto entre el centro de investigación CREA, el área de responsabilidad social de la empresa Natura y la organización civil Vía Educación. Esta triada logró el acercamiento a las autoridades educativas estatales y locales para la formación de formadores, gestores y profesorado implementador del proyecto. Desde entonces, estudiantes, docentes, directivos y familias de las más de 200 escuelas que participan del proyecto, dan cuenta de mejoras tanto en aprendizaje como en la creación de un clima escolar participativo, solidario y dialógico que se presenta en las relaciones e interacciones de la escuela.
Un ejemplo de gran relevancia es el publicado en el caso de la escuela Sor Juan Inés de la Cruz ubicada en Tlajomulco, Jalisco. Esta escuela se transformó en una Comunidad de Aprendizaje en 2016 y a partir de la realización de todas las AEE logró una mejora drástica en los resultados de aprendizaje del estudiantado y una mejora destacable en aspectos de convivencia. Estas mejoras se manifestaron en pruebas estandarizadas como PLANEA, la cual en 2015 identificaba al 66% y 86% del estudiantado en niveles insuficientes de aprendizaje de lectura y matemáticas respectivamente. Para el 2018, el porcentaje de estudiantes en ese nivel se redujo a 29% y 40%.
Tales mejoras no pasaron desapercibidas por la comunidad escolar y tampoco por la investigación científica, de modo que estos resultados se publicaron en 2021 por la Cambridge Journal of Education[4] mediante el trabajo de investigación dialógica efectuado por investigadores del CREA en México.
Este mismo caso, también permitió la publicación del artículo: “Young children and a school community open pathways for a grandmother’s literacy” publicado en la revista Issues in Educational Research[5], en el cual se pone de manifiesto el impacto de la formación de familias en la alfabetización e inclusión social de personas adultas mayores. En el artículo se comparte la historia de alfabetización de María, una abuela que, a sus 70 años, motivada por su nieta y por las interacciones dialógicas presentes en la escuela, inicia y concluye su proceso de alfabetización logrando aprender a leer y escribir en los espacios de formación ofrecidos por la escuela.
Comunidades de Aprendizaje es un proyecto educativo basado en evidencias presente en México desde el 2013, sus impactos constatan que la ciencia puede y debe estar al servicio de una mejor educación.
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*María del Socorro Ocampo Castillo es integrante de MUxED. Es investigadora del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana en la línea de Educación Ambiental. Su trabajo actual se centra en contribuir a la transferencia del proyecto Comunidades de Aprendizaje y las Actuaciones Educativas de Éxito a México, lo cual la ha llevado a colaborar en la organización civil Vía Educación, como asesora especialista en Comunidades de Aprendizaje y subdirectora de Investigación para la Autoridad Educativa Federal en la ciudad de México y como consultora independiente para distintas organizaciones.
Instagram: maryocamp0
X: @Mary1390
[1] https://comunidadesdeaprendizaje.net/
[2] Este conjunto de actuaciones fue identificado por el proyecto INCLUD-ED#: Strategies for inclusion and social cohesion in Europe from education, del sexto programa marco de la Comisión Europea desarrollado del año 2006 al 2011 y liderado por el centro de investigación CREA (Community of Research on Excellence for All) # de la Universidad de Barcelona.
[3] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1747938X22000513
[4] https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/0305764X.2021.1973374
[5] https://www.iier.org.au/iier33/2023conts.html
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