11 febrero, 2024
La antesala de la aprobación del Tratado de Libre Comercio de Ecuador con China está cargada por eventos de gran peso político: el bloqueo económico de Rusia por el intercambio de armamento con Estados Unidos y la declaratoria de guerra contra el narcotráfico por parte del gobierno nacional
Texto: Gabriela Ruiz Agila
Foto: Cortesía
QUITO, ECUADOR.– El 7 de febrero, la Asamblea Nacional aprobó con 76 votos el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Ecuador y China. Al cerrarse la votación, de un total de 137 asambleístas, la mayoría simple se impuso. Los asambleístas del oficialismo, socialcristianos, Construye e independientes, celebraron con aplausos y gestos de victoria lo que consideran el triunfo de la política económica neoliberal. Ecuador se convierte en el cuarto país latinoamericano en firmar un TLC con China tras Chile, Perú y Costa Rica.
La bancada de la Revolución Ciudadana (RC) y el movimiento Pachakutik se opusieron porque representa riesgos para la economía de los sectores campesinos y efectos nocivos al medio ambiente.
El acuerdo establece desgravaciones arancelarias inmediatas y graduales para los productos ecuatorianos que ingresen a China, que pagan en promedio 15% de arancel.
El 10 de mayo de 2023, Guillermo Lasso, expresidente del Ecuador y banquero, suscribió el TLC como parte de la política de apertura comercial, que permitirá que el 99.6 por ciento de las exportaciones ecuatorianas ingresen a este mercado con 0 por ciento arancel.
El entonces Ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversión y Pesca, Julio Prado, aseguró que el “TLC trae consigo mejores oportunidades de competitividad por cuanto Ecuador tendrá acceso a insumos y bienes de capital que permitirán reducir los costos de producción de las empresas, y así incrementar su productividad.”
Prado estuvo previamente en un medio de televisión local apoyando la ratificación. Prado se juntó a otros 6 exministros para mover la opinión pública de manera favorable. Los ex ministros y secretarios de Lasso dan entrevistas como referentes de “buen gobierno” que dejó una deuda pública de $81.000 millones.
Pero el signo de mayor apoyo al gobierno de Noboa y la instauración de su política económica fue la rueda de prensa que ofreció Henry Kronfle, presidente de la Asamblea antes de iniciar la sesión donde se votaría la aprobación del TLC.
Kronfle se presentó acompañado de ministros y exministros para explicar el alcance del convenio. En su calidad de “legislador y empresario”. Sonsoles García, actual ministra del sector, alegó que el TLC con China es “un acuerdo técnico y no político”. Hizo énfasis en las 800 exclusiones que tiene el TLC con China definidos por un equipo que aseguró trabajó desde el gobierno de Rafael Correa.
En rueda de prensa, las cámaras de industrias y comercio de Guayaquil, y la Federación de Exportadores (Fedexpor) y la Cámara de Acuacultura se pronunciaron a favor de la ratificación porque aseguran se crearán 50 mil empleos. Hay productos que desgravan de inmediato, y una proyección de crecimiento en un 32% de la economía de exportaciones.
Cuatro proyectos económico-urgentes del gobierno en la Asamblea se han aprobado en el marco del estado de excepción que rige en el país desde el 8 de enero por la declaratoria de guerra contra el narcotráfico por parte del gobierno de Daniel Noboa que ya cumple un mes.
Ley Orgánica para enfrentar el conflicto armado interno, la crisis social y económica con el incremento del Impuesto del Valor Agregado (IVA) del 12% al 15%; Ley Orgánica para el Ahorro y la Monetización de Recursos Económicos para el Financiamiento de la Lucha contra la Corrupción que agilita la extinción de dominio; la reforma tributaria, y la Ley de Competitividad Energética.
Tras el debate en la Asamblea Nacional, 83 votos negaron el incremento del IVA de forma temporal y permanente. 98 asambleístas aprobaron un impuesto a las utilidades extraordinarias de la banca.
El presidente Noboa vetó de forma parcial la ley que envió la Asamblea. Noboa plantea que el Parlamento faculte al Presidente a modificar el margen de este tributo hasta un 15 por ciento, «con base en las condiciones de las finanzas públicas y de balanzas de pago» y que en ningún caso pueda bajar del 13 por ciento.
Las organizaciones sociales demandan el cobro por utilidades y la cartera vencida del Servicio de Rentas Internas (SRI) del que son deudores los grandes grupos económicos del país, entre ellos, grupo Noboa al que está relacionado el presidente ecuatoriano. El cobro de impuestos es nuevamente contra la clase media y popular.
La deuda del Grupo Noboa asciende a $88 millones de dólares “existe y hemos hecho todos los esfuerzos por cobrarla”, aseguró Francisco Briones, el entonces director del SRI.
El gobierno anunció fiscalización y una reforma a la aplicación de subsidios a los combustibles para reducir el gasto en un 25 por ciento. Los subsidios a los combustibles es un tema clave en las mesas de acuerdo con el movimiento indígena en el Paro Nacional de 2021, incumplido por el gobierno de Lasso. Con estas medidas, el gobierno consolida una política económica de características neoliberales.
En relación al pago de la deuda externa, Daniel Noboa, recientemente electo, en su gira por Estados Unidos, dijo a bancos de inversión y a organismos internacionales que Ecuador podría caer en default entre 2026 y 2027. Sus declaraciones elevaron el riesgo país de Ecuador creció de 1.749 a 1.993 puntos entre el 6 al 9 de noviembre de 2023.
La antesala de la aprobación del TLC con China está cargada por eventos de gran peso político: El bloqueo económico de Rusia al Ecuador por el intercambio de armamento con Estados Unidos y la declaratoria de guerra contra el Narcotráfico por parte del gobierno nacional.
El 10 de enero, el presidente Daniel Noboa anunció que aceptaba la oferta de intercambiar antiguos equipos militares soviéticos por armamentos de nueva generación de Estados Unidos con un valor estimado de $200 millones de dólares. Estas armas se enviarían desde Estados Unidos a Ucrania.
Daniel Noboa, nacido en Estados Unidos, se refirió al “intercambio de chatarra ucraniana y rusa” lo que ofendió al gobierno Ruso. En la misma entrevista, en alusión al manejo de la guerra contra el narcotráfico, aseguró: “Para salir de este problema hay que tener huevos de avestruz, no huevos de cartón”.
La portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova, recordó que Ecuador está obligado por contrato “a no transferir (equipos) a un tercero sin haber obtenido el acuerdo de la parte rusa”.
Rusia reaccionó con la prohibición de la importación de bananas y flores procedentes de Ecuador a partir del 5 de febrero. Rosselkhoznadzor, servicio ruso de vigilancia veterinaria y fitosanitaria, retiró la autorización a cinco grupos exportadores por detectar la presencia de una mosca jorobada. Según los medios rusos, nueve de cada diez bananas importadas en Rusia proceden de Ecuador.
El conflicto reaviva el conflicto geopolítico que polariza al mundo entre los aliados afines a Rusia o Estados Unidos.
La intervención de Jairo Tipán, productor de pitahaya tenía como propósito apoyar la firma del TLC pero evidenció los motivos por los cuales rechazar este acuerdo comercial: el golpe a los campesinos.
La lucha contra la firma de Tratados de Libre Comercio es añeja para los movimientos sociales que ven en su aplicación, varias amenazas contra la industria nacional y disposiciones ambientales y laborales.
Colectivos de la sociedad civil convocaron a rueda de prensa y protestaron contra el TLC en los exteriores de la Asamblea Nacional y exigieron no ratificar el tratado. YASunidos, Alianza Basura Cero, Ecuador Decide, FENOCIN, CEDOCUT, Comuna, Cabildo Cívico quito, CEDOCUT, Plataforma de Mujeres, Frente nacional Antiminero, CEDENMA, entre otros.
Las organizaciones sociales denunciaron que el acuerdo incluye la recepción de basura, residuos, chatarra y desechos radioactivos de China que produce 60 millones de toneladas de basura plástica.
Acción Ecológica publicó en sus redes sociales: “El TLC con China destruirá la pequeña y mediana industria ecuatoriana, ya debilitada y sin posibilidad de competir con la industria China”.
En opinión de Eduardo Pichilingue coordinador de la Alianza Cuencas Sagradas, el TLC firmado con Perú, firmado hace casi 14 años, “en la práctica no ha servido para diversificación sino que ha generado que inversiones chinas causen daños ambientales y a pueblos indígenas, al contaminar el agua con hidrocarburos y químicos.”
Continuamente las costas ecuatorianas, especialmente en las Islas Galápagos, son acechadas por 300 buques chinos que se dedican a la pesca ilegal de especies protegidas como los tiburones.
La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) estima pérdidas de empleos y una balanza desfavorable para Ecuador en el marco de asistencia técnica.
El “Estudio del impacto de la dinámica comercial e integración regional dado un eventual acuerdo Ecuador-China” no se publicó en la web del Ministerio del ramo ni se presentó en la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea Nacional.
El 12 de diciembre de 2022, en la sesión 151 de la Comisión, comparecieron: Javier Díaz Crespo, Presidente de la Asociación de Industrias Textiles; Ramiro Garzón, Presidente de Ecuador Industrial; José María Ponce, Presidente de la Cámara de Industria y Producción; David Molina, Presidente de la Cámara de Industria Automotriz Ecuatoriana; y, Alberto Arroyo, Representante de las Plataforma América Latina Mejor sin Tratados de Libre Comercio.
El sector productivo se ha mantenido cauto en espera de resultados que mejoren la situación de inseguridad del Ecuador que cerró el 2023 con una tasa de homicidios de más de 40 muertos por cada 100.00 habitantes. ¿Mantendrá el sector empresarial la misma posición al enfrentar la posible desaparición de sectores como el automotriz o textil?
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y CONFENIAE, representantes del movimiento indígena de gran fuerza nacional, rechazaron el TLC. Permitir el ingreso de alimentos chinos afecta la producción de campesinas y campesinos y pone en riesgo la soberanía alimentaria nacional: “abre las puertas a las semillas transgénicas con su paquete de agrovenenos”.
La Conaie advirtió además de la injerencia estadounidense en las decisiones del Estado ecuatoriano. Exhortó al presidente Noboa a “transparentar los acuerdos que se suscriban”.
En octubre de 2023, Ecuador confirmó la firma de dos acuerdos con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Hay un antecedente en la aprobación de Ley de Fragilidad Global (Global Fragility Act, GFA) en diciembre de 2019 que ampara al Congreso de Estados Unidos a intervenir en “países frágiles”.
En enero de 2024, la Corte Constitucional determinó que el acuerdo relativo a operaciones contra actividades marítimas transnacionales ilícitas firmado entre Ecuador y Estados Unidos, “no necesita aprobación” de la Asamblea Nacional.
El 7 de enero se conoció de la huida de Fito, uno de los capos de la cárcel con lo que entró en crisis el gobierno de Noboa y declaró la guerra contra el narcotráfico. El 20 de enero, la prensa posicionó una aceptación del 76 por ciento del gobierno de Noboa, contexto en el cual, el presidente ha convocado a consulta popular y referéndum constitucional.
Al momento se afianzan las relaciones con Estados Unidos: La jefa del Comando Sur, general Laura Richardson visitó Ecuador junto a Christopher Dodd, Asesor Presidencial Especial para las Américas, como parte de la Hoja de Ruta de Asistencia de Seguridad para Ecuador y la cartera de inversiones de 93,4 millones de dólares que Estados Unidos tiene previsto para acelerar la cooperación frente al crimen organizado.
Al cierre de este reporte, por primera vez, el gobierno de Daniel Noboa enfrentará una movilización social que inició el viernes 9 de febrero, en Cotopaxi, convocada por el movimiento indígena.
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